
El sector turístico modera su crecimiento respecto a las tasas de dos dígitos vistas el año pasado, pero sigue subiendo a un ritmo del 7,8 % en ventas, un proceso de "normalización" que continuará en verano, impulsado sobre todo por la demanda internacional, ya que la doméstica muestra una "desaceleración notable" en su ritmo de avance.
Según el informe presentado ayer por la alianza turística Exceltur, en verano, el crecimiento de las ventas se moderará hasta el 5,3%, tras el "atípico" positivo desempeño del primer y segundo trimestre (12,4% y 7,8%, respectivamente).
El vicepresidente ejecutivo de la patronal turística, José Luis Zoreda, explicó en la rueda de prensa de presentación del informe que los ritmos previstos de crecimiento son "mucho más pausados, pero más acompasados" a los fundamentos macroeconómicos, especialmente en la demanda nacional. En así que calculan que el PIB turístico en España crecerá un 4,6% en términos reales (8,6% nominal), hasta los 202.650 millones, de forma que el conjunto del sector subirá hasta el 13,2% del PIB nacional y absorberá un 26% del crecimiento general de la economía.
Los nacionales viajan menos
Aunque siguen creciendo, los viajes de los nacionales registran una desaceleración, que el director del servicio de estudios de Exceltur, Óscar Perelli, considera que tienden hacia valores más normales, tras el fuerte tirón que experimentaron en la pandemia y que fueron los que sujetaron en buena medida los números del sector.
No obstante, se mantiene el fuerte aumento de la movilidad interior de los españoles en todos los medios de transporte, menos el marítimo, sobre todo por las mayores conexiones y frecuencias ferroviarias derivadas de la liberalización de la alta velocidad que ha permitido la entrada de nuevos operadores. La demanda extranjera sigue tirando con fuerza, tanto en llegadas como en gasto en destino, que creció en mayo cerca del 20%, por encima de lo que lo hace la nacional.
La alianza identifica una diferencia entre los viajeros procedentes del exterior que se alojan en hoteles -cuyo gasto crece casi un 8%, hasta los 262 euros diarios- y los que alquilan viviendas turísticas -entre los que la media diaria se sitúa en 152 euros- y son, para Exceltur, los responsables del mayor aumento de la presión sobre los destinos. Una parte del crecimiento de ventas se explica por el reposicionamiento de la oferta hacia productos de mayor valor añadido, que además contribuyen a impulsar la creación de empleo.
Más de un 50% de los empresarios consultados por Exceltur calculan que aumentarán los puestos de trabajo. La evolución por segmentos tiene mejores resultados en los destinos urbanos, por la demanda internacional en hoteles, líneas aéreas, movilidad terrestre y ocio en torno al 10%. Por ello, la subida de rentabilidad hotelera, superior al 20% en lugares como Valencia, Córdoba y Sevilla; y por encima del 10% en Madrid, Palma, Granada y San Sebastián. En Barcelona se queda en un escaso 6%.