
Francia está en plena campaña de las elecciones legislativas, cuya primera vuelta se celebrará el 30 de junio y la segunda el 7 de julio. En este contexto de campaña, el líder referente de la izquierda gala, Jean-Luc Mélenchon, miembro de la coalición de izquierdas creada para estos comicios, Nuevo Frente Popular, alabó en un acto de campaña en Montpellier la subida del salario mínimo interprofesional de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. "Los españoles acaban de subir el SMI un 30% en un período de tres años y han creado 630.000 empleos", aseguró.
La propuesta que llevan desde este bloque de izquierdas, que se alió para hacer un cordón sanitario a la ultraderecha que parte como posible ganadora de las legislativas, es aumentar el Salario Mínimo Interprofesional para el Crecimiento (SMIC) hasta los 1.600 euros netos al mes. Actualmente, tras la revalorización del 1,3% de enero, el SMIC en Francia está en los 1.398, 69 euros netos al mes (1.766 euros brutos) por 35 horas semanales.
En el país vecino, a diferencia de España, el salario mínimo interprofesional está sujeto a una revalorización anual mediante decreto el uno de enero. Para el cálculo se tienen en cuenta factores como la inflación observada para en el 20% de los hogares con menos ingresos. Además, cada aumento del 2% en el IPC le sigue automáticamente un aumento del salario mínimo en las mismas proporciones.
El Instituto Montaigne, con sede en París, asegura que esta subida de casi el 14% del SMI de golpe tendría un coste inicial a las arcas públicas de 19.000 millones de euros este año. Reiteran que una subida del SMI mientras la inflación vuelve a los niveles prepandémicos, teniendo en cuenta que el salario mínimo es el único indexado a la inflación, esto podría provocar "efectos sobre el empleo a largo plazo", aseguran.
"Un aumento del salario mínimo no garantizaría necesariamente un círculo virtuoso de recuperación a través del consumo, ya que al acercarse al pleno empleo, como lo demuestra el nivel históricamente alto de dificultades de contratación informado por las empresas en la encuesta trimestral del INSEE, la economía francesa pronto se toparía con limitaciones de oferta", reza el análisis del think tank.
Los efectos que canalizaría, reiteran, sería un aumento de la inflación y de importaciones de otros países miembros de la Unión Europea y la eurozona.
Mélenchon también tuvo una especie de mención para las voces críticas hacia la subida del SMIC. Reiteró que no subirlo sería ir en contra de las mujeres: "¿Quién cobra el SMIC, a ver, quién lo cobra? El 80% de quienes lo cobran son mujeres. Estos están hablando del primer salario femenino. ¿No les interesa? ¿No conocen la vida? (...) ¿no saben a quién están a punto de castigar con esto?", exclamó.
En el caso de España, el anterior gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos subió el salario mínimo interprofesional desde los 735 euros en 2018 hasta los 1.080 en 2023, esto supuso un incremento del 47%. La subida acordada solamente con los sindicatos para 2024 elevó el SMI a los 1.134 euros brutos en 14 pagas. Es decir, desde 2018 el SMI en España creció más del 50%.
Desde el Frente Popular son conscientes de que el poder adquisitivo es una de las grandes prioridades para los franceses en estos tiempos que corren y por eso están haciendo este llamamiento a subir el salario mínimo. También abogan por una indexación de los salarios y las pensiones de jubilación al IPC, tal y como ocurre con el salario mínimo. Esto supondría, tal y como prevén los mercados, un aumento del gasto público, algo que Francia, tal y como tiene sus cuentas, no puede permitirse.
Relacionados
- La economía europea que ha conseguido sortear un caos político como el de Francia y volver al crecimiento
- Un escenario Liz Truss en Francia llevaría su prima de riesgo a los 300 puntos básicos, alerta Capital Economics
- De una crisis al estilo griego al Frexit: Francia amenaza con llevar el caos financiero a Europa