Economía

Bruselas abre la puerta a flexibilizar el Plan de Recuperación para cumplir con el plazo de 2026

  • Hasta la fecha se ha desembolsado una tercera parte de la financiación
  • España es de los países más retrasados en la ejecución de los Next Generation
Vista exterior del Parlamento Europeo.
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La respuesta sin precedentes elucubrada por la UE para hacer frente a la pandemia fue el Plan de Recuperación, una estrategia por la que el bloque emitiría deuda conjunta para hacer frente a las repercusiones económicas del COVID-19. A su difícil negociación siguió una ejecución acogida con entusiasmo por aquellos Estados miembro que más se beneficiaban. Sin embargo, transcurrido más de la mitad del plazo de implementación, y con el límite fijado en 2026, queda aún mucho camino por recorrer. Y el bloque se abre a la flexibilización de las condiciones del plan de salida de la pandemia para que no quede financiación sin asignar.

"A finales de abril de 2024, se habían desembolsado 232.000 millones de euros a los Estados miembros y alrededor del 85% de los hitos y objetivos con fecha de finalización a finales de marzo de 2024 habían sido evaluados como cumplidos satisfactoriamente", explica un borrador del Ejecutivo comunitario.

Ante esta coyuntura, y "teniendo en cuenta del carácter temporal del Plan de Recuperación, todos los esfuerzos colectivos deben centrarse en la plena y oportuna aplicación del plan en 2026, si es necesario abordando los cuellos de botella cuando surjan, de manera flexible", apunta el documento.

"De acuerdo con el ajustado calendario de ejecución del Plan de Recuperación, es posible que el contenido de los Planes de Recuperación deba adaptarse a los retos emergentes y en evolución", valora el borrador del Ejecutivo comunitario.

Con este mensaje Bruselas deja la puerta abierta a ciertas salvedades antes 2026 para la ejecución del Plan de Recuperación. La idea es incluir modificaciones en los planes nacionales que contribuyan a agilizar su ejecución antes de la fecha límite. La indicación se alinea con los recados que tanto el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, como el vicepresidente Económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, han mandado en los últimos meses: que el plazo límite es el 2026 y no habría modificación ni excepción alguna de la fecha de vencimiento.

Los 723.000 millones de euros con los que contaba el Plan de Recuperación inicial se vieron reducidos a 648.000 millones el pasado año. No obstante, hasta la fecha tan solo se ha desembolsado una tercera parte de la financiación y la cuenta atrás apremia pues agosto de 2026 marcará el plazo límite para poder acceder a la financiación.

Si el Plan estaba dotado de préstamos y ayudas, unos 94.000 millones de euros en créditos quedaron sin pedir del total de 385.000 millones de euros. Los Estados miembro deberán ponerse las pilas para utilizar la financiación asociada al plan de Recuperación antes de que termine su plazo de implementación en agosto 2026.

Lo que suceda en los dos años que restan todavía será determinante para el futuro de la UE. No hay que olvidar que la idea de una nueva emisión de deuda conjunta sobrevuela la próxima legislatura. Será, en cierta forma, para continuar el trabajo pendiente: abordar los 620.000 millones de euros en los que se estiman las necesidades de inversión en la transición verde y digital hasta 2030. La idea ha sido capitaneada por el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, aunque son varias las voces que claman por una medida de esta envergadura para que la UE pueda impulsar su competitividad y continuar en la carrera contra EEUU y China.

En el caso de España, la ejecución del Plan de Recuperación se ha visto retrasada en el calendario este 2024. Tras seis meses y aún a la espera de los 10.021 millones de euros del cuarto pago, en un principio agendado para junio del 2023, Bruselas ha desembolsado unos 38.420 millones de euros hasta la fecha. Una cuantía que supone el 23,6% del total de la financiación que le corresponde: 163.000 millones repartidos en 79.850 millones en ayudas directas y 83.160 millones en créditos.

Si bien en términos absolutos España es uno de los países que más fondos del Plan de Recuperación ha recibido, solo por detrás de Italia, en términos relativos es de los últimos en ejecución. Su 23,6% se ve de lejos superada por el 59,3% de Dinamarca, el 53% de Estonia o el 41% de Eslovaquia.

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