
Una de las principales estrategias a la hora de desarrollar un plan de internacionalización es la identificación de aquellos países que suponen una buena oportunidad. Para ello, hay que tener en cuenta aspectos como las barreras legales, la situación macroeconómica del país, la estabilidad institucional o el atractivo comercial.
Como explican desde Cesce, "existe siempre el miedo a no conocer suficientemente al nuevo mercado y a sus consumidores, o a que las cosas salgan mal y, en el peor de los escenarios, se llegue a poner en riesgo la propia viabilidad del negocio. Realizar una cuidadosa y objetiva planificación y meditar acerca de los posibles escenarios de crisis y contingencia son dos elementos clave para lograr tener éxito en esta iniciativa".
Es en este punto donde entra en juego el riesgo país, que mide los factores de inestabilidad que pueden encontrar las empresas en los mercados donde quieren internacionalizarse. "Valorar este parámetro puede ser decisivo a la hora de elegir el país al que dirigirse", indican desde ICEX España Exportación e Inversiones. Así, las posibles dimensiones del riesgo país en términos de incertidumbre pueden dividirse en varios factores.
Por un lado, administrativos, que se refieren a la actuación de la Administración pública, por ejemplo, el retraso en la toma de decisiones administrativas. Por otro lado, se encuentran los factores regulatorios. "El gobierno del país de destino puede revisar o no aplicar uniformemente las cuestiones operativas de la empresa en términos como, por ejemplo, un cambio en los requisitos de exportación, en los tipos de divisas aplicables o modificando los precios regulados", indican desde ICEX.
También influyen los factores políticos, que implican la posibilidad de que los poderes ejecutivo, legislativo o judicial puedan cambiar las condiciones legales u operativas de la empresa. En cuanto a los factores económicos, hay que distinguir entre factores macro, que se producen por cambios inesperados en el ciclo económico; y factores micro, como la entrada inesperada de nuevos competidores.
Por último, destacan los factores sociales, que se refieren a "posibles cambios inesperados en el ámbito social o cultural que puedan afectar a las características de la demanda de los productos o servicios ofrecidos por la empresa", sostienen desde ICEX.
En este contexto, Solunion, basado en el informe "Riesgo País" de Allianz Trade que mide el riesgo de impago de las empresas de un país determinado, ha seleccionado seis mercados que ofrecen oportunidades interesantes de cara a la exportación.
México
El país americano ofrece un gran potencial a las compañías españolas gracias a su robusto marco de política macroeconómica caracterizado por un gasto fiscal limitado y un banco central proactivo. Además, su membresía en la OCDE y el fácil acceso a los mercados de capitales lo convierten en un destino atractivo para la inversión extranjera.
A pesar de los desafíos derivados de la pandemia de y las tensiones geopolíticas, la economía mexicana ha demostrado una notable resiliencia, con un crecimiento del 3,5% en 2023. Los desafíos económicos que enfrenta el país tienen que ver con la debilidad de la economía estadounidense y los efectos retardados del endurecimiento de la política monetaria. Analizando la estructura de su comercio internacional, México representa un mercado prometedor para las empresas españolas, especialmente en sectores como la construcción, ingeniería, maquinaria o energía. Su economía diversificada y su posición estratégica ofrecen oportunidades de crecimiento significativas, aunque es crucial comprender las regulaciones locales y adaptarse a las normativas del mercado para maximizar el éxito.
Estados Unidos
Continúa siendo la mayor economía del mundo y, a pesar de la creciente competencia de los mercados asiáticos, el dólar estadounidense es, con diferencia, la mayor moneda de reserva del mundo. En este sentido, ofrece oportunidades comerciales significativas para las empresas españolas. Su sólido marco institucional, combinado con controles gubernamentales eficaces, brinda estabilidad y transparencia para hacer negocios y también para establecerse en este mercado.
Los desafíos de la economía estadounidense vienen de la mano del endurecimiento de la política monetaria y las crecientes luchas políticas internas. Sin embargo, su entorno empresarial favorable y el fuerte crecimiento subyacente de su productividad continúan atrayendo inversiones extranjeras y ofreciendo oportunidades de crecimiento. Se trata de un mercado clave para las empresas españolas, especialmente en sectores como el farmacéutico, la alimentación o la energía, los cuales son muy demandados en el país.
Aunque la competencia es fuerte, el éxito en este mercado requiere comprender y adaptarse a las complejidades locales. Como consecuencia, una estrategia sólida y una buena ejecución permitirá a las empresas capitalizar las oportunidades de exportación y lograr un crecimiento progresivo.
Suecia
Este mercado cuenta con una mano de obra altamente cualificada y una sólida infraestructura de investigación y desarrollo. Su estructura de exportación diversificada y sus finanzas públicas saneadas proporcionan un entorno estable para las empresas españolas que buscan oportunidades de crecimiento.
Los retos de la economía sueca están ligados a la tensión económica persistente, especialmente después de entrar en recesión en 2023. Sin embargo, se espera que la recuperación económica sea gradual con un crecimiento estimado del 0,6% en 2024.
Suecia, con su economía avanzada y abierta al comercio internacional, ofrece oportunidades para las empresas españolas que deseen exportar sus productos. Aunque los productos más importados incluyen vehículos, aparatos de telecomunicaciones y piezas industriales, también hay espacio para la diversificación. El país escandinavo destaca por su innovación y tecnología avanzada, lo que lo convierte en un mercado receptivo para productos de alta calidad y valor añadido.
Italia
Es atractivo para las empresas españolas gracias a la fortaleza del sector privado y su mercado laboral en mejora continua. El país se ha recuperado de la pandemia y ha registrado un crecimiento económico por encima de la media de la zona euro. Sin embargo, la subida de los tipos de interés y la ralentización del crecimiento de las exportaciones plantean desafíos para la economía italiana. La ejecución eficiente de los fondos Next Generation y las reformas estructurales pueden contribuir a mejorar el entorno empresarial. Además estimula el crecimiento económico a largo plazo. A este respecto, Italia ofrece grandes oportunidades para las empresas españolas.
De hecho, España es un socio de referencia y el quinto país del cual importa más productos. Nuestro vecino ofrece un mercado atractivo para productos de calidad fabricados en España, que se pueden traducir en exportaciones españolas directas o asociaciones comerciales con empresas italianas en sectores como la automoción, el farmacéutico o la industria del acero.
Australia
Con una rica dotación de recursos naturales y una infraestructura sólida, Australia ofrece oportunidades interesantes para las exportaciones comerciales españolas. Aunque la economía australiana ha experimentado un crecimiento modesto en 2024, sigue siendo un mercado atractivo debido a su proximidad con Asia y su reputación como destino turístico. Los retos del mercado están relacionados con la subida de la inflación y los tipos de interés.
El país ofrece oportunidades de exportación para empresas españolas en tres sectores clave: productos derivados del petróleo, piezas industriales e ingeniería. Estos sectores representan una parte significativa de las importaciones australianas y ofrecen un mercado estable y en crecimiento. Las empresas españolas pueden aprovechar estos mercados para satisfacer la demanda australiana y establecer relaciones comerciales sólidas a largo plazo.
Bélgica
Destaca como un mercado resistente a la pandemia y a la crisis energética, ofreciendo un entorno estable para las empresas españolas. Su mercado laboral sólido y el consumo privado respaldado por medidas gubernamentales lo convierten en un destino atractivo para la inversión extranjera.
Aunque la actividad económica de Bélgica enfrenta vientos en contra en 2024, se espera una recuperación gradual, especialmente en el sector manufacturero. La ejecución eficiente de políticas fiscales y la implementación de reformas pueden contribuir a fortalecer la economía belga y potenciar las oportunidades de crecimiento a largo plazo para las empresas españolas.
Con una economía sólida y una fiscalidad atractiva, Bélgica ofrece un mercado favorable para las empresas españolas. Entre las oportunidades destacadas se encuentran los sectores de medicamentos, productos farmacéuticos, vehículos y productos químicos orgánicos, mercados que representan una demanda estable en el país.