Economía

Cataluña agota el impulso exterior tras un 2023 récord

  • Las exportaciones y la industria empiezan a notar los efectos del frenazo económico internacional
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El año 2023 fue un buen ejercicio para Cataluña macroeconómicamente hablando. Sin duda, el dato más relevante fue el nuevo récord histórico de las exportaciones, que superaron por primera vez los 100.000 millones de euros, aunque también destacan buenas cifras de indicadores como la inversión extranjera o la inversión en empresas emergentes, a falta de las cifras totales del año. Pero la persistencia de la inflación y de la inestabilidad geopolítica internacional ya empieza a pasar factura, y las previsiones para 2024 van a la baja.

En cuanto a las exportaciones, los datos aportados por la Generalitat hablan de 100.684 millones de euros, lo que supone una mejora del 6,3% respecto al año anterior. Según los cálculos de Acció, la agencia de competitividad de la Generalitat, es la cifra más alta de la serie histórica, situada un 1% por encima de las expectativas del gobierno autonómico.

Además, también supone acumular el 26,2% del total de las exportaciones españolas, con lo cual Cataluña se consolidó el año pasado como la comunidad más exportadora del país.

Desde la Generalitat también celebran la cifra de empresas exportadoras catalanas, con un total de 17.757, un 1,6% más respecto a 2023 y, de nuevo, la mejor cifra española.

El crecimiento exportador de la región fue superior a la media según los datos de la Organización Mundial del Comercio, situada en el 0,8%, y contrasta con la caída de las ventas al exterior españolas, del 1,4%, y de la eurozona, del 3,4%.

Según explicó Roger Torrent, consejero de Empresa y Trabajo de la Generalitat, fue el sector del automóvil el que tiró del carro de las exportaciones catalanas gracias especialmente a Seat y Cupra, que cerraron 2023 con un total de 519.200 vehículos entregados, un 34,6% más, de los cuales apenas 60.000 se quedaron en España, con lo que aproximadamente 460.000 unidades se enviaron a otros mercados. El sector automovilístico mejoró un 39,1% sus exportaciones, mientras que, por su parte, los bienes de equipo avanzaron el 5,5%, la alimentación un 4,3% y los productos químicos el 3,8%.

De hecho, según Prodeca, las exportaciones alimentarias alcanzaron los 15.327,60 millones de euros, lo que supone un aumento del 3,22% y superar, por primera vez, los 15.000 millones. En los últimos 10 años, las exportaciones agroalimentarias han crecido un 89,95% en valor y un 16,15% en volumen.


Desde la Generalitat celebran que, en los últimos 10 años, las exportaciones catalanas han crecido de manera ininterrumpida, solo con la excepción de 2020 por culpa de la pandemia. Y la industria tiene un papel clave en estos datos.


La industria catalana creció el año pasado un 2,8%, sobreponiéndose a las incertidumbres provocadas por el contexto internacional y la ralentización de la zona euro. Empujado por la moderación de los precios de la energía y por las exportaciones, el VAB industrial catalán también mejoró por encima del español (+1,9%) y de la zona euro (-2,8%). Y también cabe destacar un incremento de la ocupación industrial del 1,4% interanual, en una tendencia positiva que ya alcanza los 34 meses con casi medio millón de afiliados a la Seguridad Social dentro del sector.


A todo esto hay que sumar que Cataluña fue una de las cuatro comunidades españolas cuya facturación industrial subió respecto a 2022, en este caso un 0,9%, mejorando la media estatal, que fue negativa en un 1,9%, con regiones como Madrid (-3%), Valencia (-6,3%), Andalucía (-7,3%) o el País Vasco (-1,6%) dejando cifras negativas.

Un 2024 incierto

Pero 2024 se presenta como un ejercicio plagado de retos que, de no atajar, y empezando por los mismos presupuestos de la Generalitat, podrían hacer que la economía catalana sufriera. Cogiendo el último indicador, el de la facturación industrial, pese a que el año cerró en verde tomando los 12 meses como referencia, en diciembre la cifra de negocios industrial catalana cayó en un 9,1%, cuatro décimas más que la media nacional, que fue del -8,7%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).


Desde el Govern analizan una serie de factores, externos e internos, que podrían afectar negativamente a la competitividad catalana y, por tanto, mermar su rendimiento económico. "Los conflictos bélicos internacionales o las reconfiguraciones de las cadenas de valor que tiende a reubicar la producción empresarial en países cercanos con condiciones ventajosas son algunos de los riesgos", explican desde Acció.


La Generalitat estima un crecimiento de la economía catalana del 1,8% en 2024 y admite que se está "desacelerando", "del mismo modo que la economía europea". Indica que, aunque "el ritmo de desaceleración está siendo menor que el de la zona euro gracias al sector exterior, el sector exportador y el sector turístico podrían estar agotando su capacidad de contribuir al crecimiento". Acció también lamenta que la inflación tampoco está bajando según lo esperado.

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