Economía

Hostelería e industria impulsan márgenes de beneficio a niveles récord, revela la Agencia Tributaria

  • Es el segundo año en que los márgenes superan el 12% sobre las ventas
  • Se confirma que se pueden generar ganancias en un entorno económico desafiante
  • Estos datos reflejan una recuperación gradual y diversificada
Camarero frente a una máquina de café.
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Según el Observatorio de Márgenes Empresariales de la Agencia Tributaria, en colaboración con los ministerios de Hacienda y de Economía y el Banco de España, las empresas en España lograron un hito significativo en 2023 al alcanzar un margen empresarial del 12,8% sobre las ventas.

Este dato representa un récord desde que se comenzaron a recopilar registros en 2009, superando incluso el 12,3% registrado en el año anterior. De hecho, este margen implica que, por cada 100 euros generados por ventas y servicios, las empresas obtuvieron 12,8 euros en beneficios antes de descontar intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones (EBITDA). Este resultado histórico supone un incremento del 20% respecto a la media de los últimos 15 años, que se sitúa en el 10,9%. Y aunque sea un incremente más modesto en comparación con el incremento experimentado entre 2021 y 2022, refleja una sólida rentabilidad en las empresas de mayor facturación.

Algunas empresas, especialmente en sectores como la energía, la alimentación o la banca, han experimentado un aumento de sus beneficios gracias a la subida de precios.

Pero los dos sectores que destacan son hostelería e industria. Y han sido los que más esfuerzos han tenido que hacer para no trasladar totalmente el incremento de costes al consumidor, teniendo en cuenta las subidas en los precios de la energía, materias primas, transporte y salarios. No obstante, un informe del Banco de España indica lo contrario, destacando que en la mayoría de las actividades económicas del país se ha producido una traslación casi total de estos aumentos de costes a los precios de venta. Según datos del Banco de España, entre 2021 y 2022, los precios en el sector hostelero aumentaron más que los costes de producción, lo que apunta a que algunos establecimientos podrían haberse beneficiado de la inflación. No obstante, la patronal de los hosteleros desmiente esto y sostienen que estos datos no reflejan la situación real del sector, ya que no tienen en cuenta todos los factores relevantes, como los costes de personal y energéticos.

Aun así, los de los márgenes no se distribuyeron uniformemente entre todas las empresas. Según el informe, las empresas más pequeñas, representando el 20% del total, experimentaron resultados de explotación negativos, con pérdidas significativas. Éstas perdieron 2,5 euros por cada euro ingresado, lo que resultó en un margen de explotación del -266%. Asimismo, las empresas siguientes en tamaño también enfrentaron desafíos, registrando pérdidas antes de impuestos y amortizaciones del 13%.

Este aumento se atribuye principalmente a la moderación de los precios energéticos y de las materias primas, ofreciendo un panorama alentador para el tejido empresarial del país. El análisis sectorial muestra una heterogeneidad en esta evolución positiva.

Sectores con mayores márgenes

Esta tendencia al alza se ha observado de manera generalizada, aunque con variaciones notables entre diferentes industrias. Aún sí, cabe destacar que los sectores clave como son la agricultura, la industria y las eléctricas. Este aumento ha sido particularmente significativo en comparación con los niveles previos a la pandemia, mostrando un aumento de hasta 3 puntos porcentuales.

En la cadena agroalimentaria, los márgenes han seguido mejorando, especialmente impulsados por la agricultura, que ha alcanzado niveles superiores a los anteriores a la pandemia. Las grandes compañías han logrado elevar sus márgenes hasta 25 puntos porcentuales por encima de los niveles de 2019, aprovechando la coyuntura para mejorar la rentabilidad de sus operaciones. Sin embargo, es importante señalar que este aumento no se ha reflejado de manera uniforme en toda la cadena alimentaria, ya que la rentabilidad en la industria agroalimentaria y los supermercados aún se sitúa por debajo de los niveles pre-pandémicos. Esta industria, con un 6,5%, casi igualando el 7% obtenido en 2009 y un punto por encima de los márgenes de 2022.

Por su parte, en el sector industrial, excluyendo la energía y la alimentación, los márgenes también han experimentado un crecimiento, superando incluso los niveles pre-pandémicos. Por ejemplo, la fabricación de automóviles alcanzó máximos en 2023, con márgenes del 7%, dos puntos porcentuales más que en 2022. Esta recuperación se ha visto favorecida por la reducción de los precios energéticos, especialmente en subsectores como la producción de bienes de equipo y transporte.

En servicios como el transporte y el turismo, los márgenes se han mantenido estables en los últimos trimestres, después de haberse recuperado de las fuertes contracciones durante la pandemia. Mientras tanto, otros servicios han mostrado una tendencia creciente a lo largo del año.

Asimismo, la evolución de los márgenes en los sectores energéticos ha sido mixta, con un repunte en el refino y el comercio mayorista de combustibles, mientras que el suministro de electricidad y gas se ha estabilizado después de aumentos en trimestres anteriores. Así pues, las compañías eléctricas han mantenido márgenes en niveles máximos, casi 40 puntos por encima de los registros de 2019. Esta situación, marcada por un claro proceso de avarainflación (fenómeno que se produce cuando las empresas aumentan sus precios de forma desproporcionada, aprovechando una situación de crisis o incertidumbre económica, con el objetivo de obtener mayores beneficios), ha sido objeto de debate entre economistas, quienes han señalado el aumento desproporcionado de precios en relación con los costes. En este sentido, por ejemplo, el refino de petróleo ha alcanzado un margen del 18%, un fuerte incremento comparado con el 5% de 2022 y por encima de la media del 2% de años anteriores. En un patrón similar, las gasolineras han registrado márgenes destacados, con un 2,25% el año pasado, el segundo más alto de la serie tras el 3% de 2022, cuando el Estado subvencionó el litro de combustible.

El comercio, tanto mayorista como minorista, también ha registrado récords, con un margen del 8% en el primero y del 5,5% en el segundo, en comparación con el 7% y el 4,5% respectivamente en 2022.

¿Cuáles han sido las claves del éxito?

El aumento de los márgenes se puede atribuir a una serie de factores, entre los que destaca la recuperación económica. Igualmente, el crecimiento del PIB español en 2023 ha impulsado la demanda de bienes y servicios, y el control de costes también ha tenido un papel decisivo puesto que las compañías han implementado medidas para reducir sus costes operativos.

No obstante, la crisis inflacionista que comenzó con el aumento de los precios de las materias primas había sido anticipada como un desafío que requeriría una distribución del coste entre trabajadores, empresas y el Estado. Sin embargo, en retrospectiva, ha habido actores económicos que han resultado más afectados que otros. Mientras algunos han sufrido pérdidas, otros no solo han logrado sortearla sin daño, sino que incluso han visto aumentar sus ganancias como nunca.

Retos y perspectivas

A pesar de los buenos resultados, aún hay algunos retos que afrontar. La desigualdad entre empresas grandes y pequeñas es un problema que debe abordarse. Además, es importante asegurar que la subida de los márgenes no se traduzca en un aumento de precios para los consumidores. Aquí, los perdedores han sido los trabajadores que ha erosionado su poder adquisitivo, especialmente aquellos con salarios más bajos y su capacidad de compra se ve limitada, impactando en su calidad de vida.

Además, el aumento de la inflación ha elevado el gasto público en partidas como la energía o las ayudas sociales, lo que limita la capacidad del Estado para invertir en otros sectores.

Igualmente, el futuro de la inflación y sus consecuencias aún es incierto. La evolución de la economía global, las medidas políticas que se implementen y la capacidad de adaptación de los diferentes actores económicos serán claves para determinar el impacto final de la crisis.

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