
Alemania tiene un problema con su sector industrial y los titulares cada vez son más negativos. La recesión en el tradicionalmente poderoso sector manufacturero (aún cerca del 20% del Producto Interior Bruto de la locomotora de la eurozona) amenaza con ir a más mientras las autoridades no encuentran una forma a corto plazo de taponar la hemorragia. El cambio en la demanda mundial, la involución de las dinámicas con China y el golpe de la energía rusa le están dando la estocada a un sector que ya empezó a renquear antes del covid. Sin embargo, para algunos buscadores de gangas todo esto está suponiendo una suculenta oportunidad de compra: adquirir 'trozos' del prestigioso sector industrial alemán a un precio interesante.
En el reciente Foro Económico Mundial de Davos, uno de los temas de conversaciones en los banqueros y asesores asistentes fue la constatación de que las empresas de capital riesgo se están sintiendo atraídas por Alemania debido a la tensión emergente y buscan comprar empresas familiares a bajo coste e impulsar mejoras operativas. Estas firmas de capital riesgo o capital privado (private equity) suelen perseguir la inversión en compañías no cotizadas, entrando en su capital con participaciones de control, con el objetivo de transformarlas para mejorar su eficiencia y hacerlas crecer, explican desde BBVA Research.
El titular podría ser que hay una especie de liquidación en el famoso sector de las Mittelstand, término coloquial con el que se conoce en Alemania al vasto tejido empresarial manufacturero que conforman las empresas de tamaño intermedio. Para hacerse una idea de lo que supone este segmento de empresas ni muy grandes ni muy pequeñas, las estadísticas hablan por sí mismas.
Según datos del Instituto de Investigación sobre la Mediana y Pequeña Empresa (IfM) de Bonn, en 2021, aproximadamente 3,37 millones de empresas alemanas se clasificaron como pequeñas y medianas empresas, lo que representa el 99,3% del número total de empresas con ventas de bienes y servicios y/o empleados. Aproximadamente 19 millones de empleados pertenecían a las Mittelstand en Alemania en 2021, lo que representa el 54% del empleo total. El volumen de negocios de exportación de las Mittelstand alemanas fue de unos 227.700 millones de euros en 2021, lo que representa el 15,9% del volumen de negocios de exportación total de Alemania.
"La recesión en la industria significa que hay una oportunidad de comprar empresas que están bastante apalancadas y en las que puedes inyectar capital", dijo Victor Kholsa, fundador y director de inversiones de Strategic Value Partners, en una entrevista de Bloomberg Television en Davos. "Ese conjunto de oportunidades sí que podemos verlo".
Prestamistas directos como Ares Management o Blackstone han abierto oficinas en Fráncfort y buscan proactivamente conceder préstamos a empresas alemanas, incluida la financiación de compras por parte del capital riesgo. Entre los objetivos de las operaciones se encuentra la empresa Techem GmbH. Esta firma supone un buen ejemplo del tipo de empresa que se está viendo en esta tesitura: con sede cerca de Fráncfort, se fundó en 1952 y se dedica a fabricar equipos para medir el consumo de agua y electricidad y controlar la calefacción y la refrigeración.
Como señalan actores cercanos a estas potenciales operaciones, algunos se están sorprendiendo por la baja calidad crediticia mostrada por algunas de las empresas que buscan préstamos. El año pasado, los prestamistas se hicieron cargo de varias empresas alemanas que habían incumplido los acuerdos de préstamo. Algo que multiplica entre los inversores la sensación de que los problemas de Alemania son algo más que un bache temporal.
El estancamiento económico, los problemas inmobiliarios y la mayor tasa de insolvencia empresarial de Europa han hecho que los tenedores de bonos exijan a las empresas alemanas unos diferenciales corporativos más elevados que los de la zona del euro en general. Se trata de una tendencia que ha ido en aumento desde que Rusia invadió Ucrania y causó el roto energético que tanto daño ha hecho a la industria teutona.
Préstamos para sobrevivir
La demanda de inversión en maquinaria, fábricas y tecnología por parte de los prestatarios ha disminuido, lo que crea el riesgo de que el crecimiento nacional se vea obstaculizado a largo plazo, ya que las empresas se centran en superar la lucha actual. Y ahora crece la preocupación por la exposición de algunos prestamistas al inestable mercado inmobiliario corporativo estadounidense.
La subida de los tipos de interés en los dos últimos años ha agravado los problemas, sobre todo en el mercado inmobiliario. El prestamista Deutsche Pfandbriefbank dijo la semana pasada que había aumentado las provisiones para insolvencias, señalando la "persistente debilidad" del sector inmobiliario.
Más de 13.600 millones de dólares en préstamos y bonos emitidos por las empresas del país sufrieron pérdidas el mes pasado, 13 veces más que en Italia, según datos recopilados por Bloomberg News. Esto apunta a un problema más amplio, ya que cerca del 15% de las empresas alemanas se encuentran actualmente en dificultades, la tasa más alta de Europa, según un informe de la consultora Alvarez & Marsal.
"Las dificultades se están extendiendo a otros sectores", además del inmobiliario, la construcción y el comercio minorista, que se han visto afectados por la inflación y el aumento de los costes de los préstamos, afirma Christian Ebner, director gerente del equipo de asesoramiento sobre reestructuración financiera. "El sector manufacturero está empezando a verse afectado" y el automovilístico "seguirá siendo un niño problemático".
Muchas empresas y propietarios están adoptando el mantra "sobrevivir hasta 2025" en la creencia de que los recortes de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE) harán más asequible la carga de la deuda y aumentarán la negociación. Los operadores apuestan actualmente por cinco reducciones de 25 puntos básicos en la zona euro este año.
"En el contexto de unas empresas aún en dificultades macroeconómicas, es un rayo de luz al fondo del horizonte", señala Ebner, de Alvarez & Marsal. "Hasta que los tipos más bajos no se traduzcan en un aumento tangible de la disponibilidad de soluciones en el mercado de capitales, seguiremos viendo tensiones".