
La segunda jornada de protestas de los agricultores franceses tuvo un seguimiento mucho mayor seguimiento. Según el principal sindicato agrícola galo, FNSEA, los trabajadores del campo consiguieron bloquear 77 puntos a lo largo del sur y el este de Francia.
sta jornada de protestas se suma al convulso momento que está viviendo el campo europeo, con movilizaciones en Alemania, Países Bajos o Polonia durante las últimas semanas.
El campo francés exige "respuestas" a las propuestas del sector por parrte de los poderes públicos. En este sentido, el presidente de FNSEA, Arnaud Rosseau, aseguró en una entrevista en el canal público de televisión Franceinfo que mientras no haya decisiones "concretas" y mientras que "el primer ministro (Gabriel Attal) no reciba de manera óptima nuestros mensajes, no se suspenderán las acciones llevadas a cabo", reiteró el líder sindical.
Estas "acciones" a las que se refiere Rosseau comenzaron la semana pasada en Occitania, la región del sureste de Francia que hace frontera con Cataluña y Aragón, pero poco a poco fueron escalando hasta que este jueves consiguieron bloquear el país. De lo transcurrido durante la jornada, además de las manifestaciones y las protestas, hay que lamentar la muerte de una agricultora de 35 años y su hija de 14 en la madrugada del miércoles al jueves.
El eje principal de "la cólera"(así lo bautizaron los medios franceses) de los agricultores es el Pacto Verde Europeo. Esto se refiere a un conjunto de compromisos que adquirió la Unión Europea para luchar contra el cambio climático y la agricultura se ve afectada por varios motivos. La hoja de ruta a seguir, presentada en 2020, estableció el objetivo de dotar de "coherencia" a la cadena alimentaria, desde la producción hasta el consumo.
Entre los objetivos cualitativos está el de reducir a la mitad el uso de pesticidas, aumentar las plantaciones ecológicas un 25%o reducir a la mitad el uso de antibióticos en la ganadería. Pero estas medidas no se están llevando a cabo, por lo que no parece que sea el principal problema del campo europeo.
Estas protestas son la primera de muchas pruebas de fuego que tendrá que superar el recién nombrado primer ministro francés, Gabriel Attal, que aseguró que anunciará "propuestas concretas" a lo largo de la jornada de este viernes. El dirigente convocó una reunión de urgencia con el ministro de Agricultura, Mar Fesneau, el ministro de Economía, Bruno Le Maire y el ministro de Transición Ecológica, Christophe Béchu, para abordar el problema.
Mientras tanto, el líder de Rassemblement national (FN), Jordan Bardella, de la ultraderecha está capitalizando el cabreo del campo de cara a los próximos comicios europeos.