
La aprobación de los presupuestos de Alemania para 2024 sufrió un enorme varapalo a finales del año pasado después de que el Tribunal Constitucional bloquease 60.000 millones de euros de gasto al considerar anticonstitucional la reasignación de fondos procedentes de ayudas por la pandemia de covid para el fondo climático.
Así, lo que en un principio eran unas cuentas públicas con ciertas concesiones al gasto público se convirtieron en unos nuevos Presupuestos recortados en hasta 45.000 millones de euros y un anuncio de ahorro de hasta 17.000 millones de euros para que el proyecto del gabinete liderado por Olaf Scholz se ciña a las estrictas reglas fiscales del país. Un cambio que ha provocado la oposición de varios sectores como, por ejemplo, el del campo.
La razón es que para lograr ese ahorro de 17.000 millones de euros, entre otras medidas, se han retirado las subvenciones al diésel agrícola y la exención del pago del impuesto para la circulación de vehículos agrícolas. El ejecutivo alemán se ha justificado al considerar estas subvenciones "climáticamente dañinas".
La reacción del sector agrícola fue instantánea ante unas medidas que, estiman asociaciones de agricultores, podrían tener un impacto de hasta 1.000 millones de euros anuales por el aumento del coste para estos trabajadores del sector primario, que no pueden renovar su flote de vehículos diésel por opciones eléctricas, dado que no existen.
Las primeras protestas fueron en Berlín, donde en diciembre una manifestación de unos 1.500 tractores y 10.000 personas llegó a paralizar algunas calles de la capital alemana y dejando una icónica imagen con la Puerta de Brandeburgo al fondo de una enorme hilera de tractores estacionados.
Los agricultores prometen la manifestación más grande que haya visto Alemania
Aunque el Gobierno alemán ha respetado el derecho de los agricultores a manifestarte y ha trasladado su comprensión por el rechazo a la medida, dicha normativa va a mantenerse debido a la necesidad de ajustarse a las reglas fiscales del país. Incluso en el seno del ejecutivo de coalición (en el que se encuentran, además de los socialdemócratas de Scholz, verdes y liberales): el ministro de Agricultura que procede del Partido Verde, Cem Özdemir, aseguró que la decisión de eliminar la subvención al diésel era una "sobrecarga para el sector".
Las protestas van a continuar con la entrada de 2024. De hecho, se ha anunciado una nueva jornada de manifestaciones por toda Alemania para el próximo lunes 8 de enero y otra solo en Berlín el 15 de enero. De la del próximo lunes, sus organizadores avisan: será la "más grande que cualquier otra que haya visto antes el país".