
El empleo volvió a encenderse en EEUU en diciembre. Así se desprende de los datos del informe oficial publicado este viernes por el Departamento de Trabajo. Las cifras golpean el relato que se iba haciendo firme de un progresivo enfriamiento del mercado laboral que permitiría a la Reserva Federal bajar los tipos de interés con una inflación bajo control y sin un daño grave en la economía. Lo que se ha venido denominando un aterrizaje suave. La fortaleza mostrada en la creación de puestos así como en los ingresos medios (presiones inflacionarias) ponen en duda la generosa senda de recortes de tipos descontada por el mercado en las últimas semanas. El fuerte mercado de trabajo, principal motor del gasto de los consumidores, explica en parte que EEUU haya esquivado la recesión hasta ahora pese a las fuertes subidas de tipos.
El dato más observado del informe, el de nóminas no agrícolas, recoge una creación neta de empleo de 216.000 puestos en diciembre, muy por encima de los 170.000 esperados y de los 173.000 de noviembre (el dato inicial fue de 199.000 empleos). Pese a la notable revisión de noviembre, choca este aumento en diciembre cuando precisamente el mes anterior se esperaba un dato más al haber finalizado las huelgas que afectaron al sector de la automoción y a las producciones de Hollywood.
"El aumento de 216.000 no es tan bueno como parece a primera vista. Las subidas de los dos meses anteriores se revisaron a la baja en 71.000 puntos acumulados. El aumento de diciembre se concentró una vez más en unos pocos sectores no cíclicos, con un aumento del empleo público de 52.000 personas y un aumento del empleo en el sector de la asistencia sanitaria y social de 59.000 personas. En la medida en que sigue siendo un indicador adelantado de las tendencias más generales del empleo, el descenso de 33.000 puestos de trabajo temporales también es preocupante", explica Paul Ashworth, de Capital Economics.
El otro apartado más vigilado del informe es el relativo a los ingresos medios por hora, una forma de calibrar las presiones salariales. Esta métrica avanzó en diciembre un 0,4% mensual -igual que en noviembre- frente al 0,3% esperado. En tasa interanual, los ingresos volvieron a acelerarse del 4% al 4,1%, cuando se esperaba una leve moderación hasta el 3,9%. Si la propia tasa ya está lejos del 3,5% que la Fed querría ver para cauterizar las presiones inflacionarias, este repunte echa más leña al fuego.
Si las anteriores métricas se extraen de una encuesta a las empresas, las obtenidas con la encuesta a los hogares arrojan una tasa de paro que cae una décima hasta el 3,7%, en vez de quedarse en el 3,8% que esperaban los economistas. Destacable en este apartado es también la tasa de participación de la población activa (la proporción de la población que trabaja o busca trabajo), que ha bajado de un 62,8% a un 62,5%. El descenso se debió a la caída de la participación de los trabajadores más jóvenes y de más edad, que tiende a ser más volátil, pero también disminuyeron las tasas de participación de las personas de edad más avanzada.
"La tasa de desempleo se mantuvo sin cambios en el 3,7%, pero solo porque el descenso de 676.000 personas en la población activa casi se mantuvo al mismo ritmo que el descenso de 683.000 personas en el empleo medido por la encuesta de hogares. Estos descensos compensaron con creces los grandes aumentos de noviembre, lo que significa que ambos están ahora por debajo de los niveles de octubre", detalla Ashworth.
"El crecimiento de los ingresos se aceleró y la participación de la mano de obra disminuyó, ambos decepcionantes desde la perspectiva de la Reserva Federal. Hay mucho ruido en los datos, pero seguimos esperando que haya pruebas suficientes de una mayor relajación de las condiciones del mercado laboral y un descenso de la inflación más generalizado que permitan a la Fed empezar a recortar los tipos en mayo", analiza en un comentario rápido Nancy Vanden Houten, de Oxford Economics.
"Algunas áreas del mercado laboral muestran signos evidentes de enfriamiento, pero el número de empleos de nueva creación se ha estabilizado en los últimos meses. Esto debería reforzar la valoración de la Fed de que la oferta y la demanda en el mercado laboral se están equilibrando cada vez más. Sin embargo, el crecimiento del empleo sigue siendo demasiado elevado desde una perspectiva demográfica, siendo suficiente una tendencia de unos 100.000 nuevos puestos de trabajo al mes para proporcionar empleo a la creciente población. Esto significa que no cabe esperar una rápida bajada de los tipos de interés. Mantenemos nuestra previsión de que la Fed no recortará los tipos de interés antes de mayo", defienden Christoph Balz y Bernd Weidensteiner, de Commerzbank.
La posibilidad de que la Fed no recorte los tipos de interés en 2024 ni tanto ni tan pronto como han venido descontando los mercados (primera bajada en marzo y entre cinco o seis recortes de 25 puntos básicos en todo el año) ha calado entre los operadores esta semana y se ha visto confirmada con este informe. Nada más conocerse los datos, las posibilidades de un primer recorte en marzo han caído de un 60% a aproximadamente un 50%. En consecuencia, el rendimiento del bono americano a 10 años ha repuntado de nuevo por encima del 4% en previsión de un descenso de tipos más gradual del esperado. Fue la rueda de prensa del presidente de la Fed, Jerome Powell, en diciembre, no plantándose ante estas generosas expectativas lo que les ha dado rienda suelta.
Entre los habituales 'aperitivos' del dato oficial de empleo en la semana previa a su publicación, la encuesta de creación de empleo privada de la empresa ADP arrojó unos 164.000 puestos netos en diciembre frente a los 115.000 esperados y los 101.000 del mes anterior. Los otros datos publicados desde el informe de empleo de noviembre eran coherentes con unas condiciones del mercado laboral que se están enfriando pero no congelando del todo. La encuesta JOLTS de noviembre publicada también esta semana reveló otro descenso de las ofertas de empleo y una caída de las nuevas contrataciones hasta el nivel más bajo desde abril de 2020. Los despidos, por su parte, se mantuvieron bajos, otro indicio de que, si bien la demanda de trabajadores puede estar disminuyendo, los empleadores no están reduciendo agresivamente las nóminas. Además, la diferencia entre contrataciones y despidos era de 125.000 a finales de noviembre, aproximadamente dos semanas antes del periodo de encuesta para el informe de nóminas de diciembre.
El bajo nivel de despidos en los datos del JOLTS tiene su eco en los datos de solicitudes de subsidio de desempleo. Las solicitudes iniciales de subsidio de desempleo han estado sujetas a la volatilidad estacional de las últimas semanas, pero siguen siendo bastante bajas, justo por encima de 200.000 y muy por debajo de la estimación del nivel de equilibrio, o un nivel coherente con la ausencia de crecimiento mensual del empleo.
Los datos disponibles basados en encuestas son en general coherentes con un mercado laboral más flojo, pero aún fuerte. La encuesta de confianza del consumidor de diciembre del Conference Board mostró que los consumidores que afirman que el empleo es abundante superan a los que afirman que el empleo es difícil de conseguir por un margen de 23 puntos porcentuales, sin cambios desde noviembre, pero por debajo de la diferencia récord de 47 puntos porcentuales de marzo de 2022. La encuesta ISM de diciembre apunta a una nueva contracción del empleo en el sector manufacturero.