
El Instituto de Estudios Económicos (IEE) espera una moderación de la activad económica española en 2023, cuando el PIB crecerá un 1,5%. Este dato contrasta con el 2,3% esperado para el cierre de 2023, pero ambas proyecciones se enmarcan dentro del consenso de los principales analistas del mercado. La inflación retornará a niveles inferiores al 3% a finales del próximo año, aunque en promedio aún se situará en el 3,6%. En su informe destacan el lastre que supone la inversión, el único indicador de la Contabilidad Nacional que no ha recuperado el nivel previo a la pandemia.
El informe lo han presentado el presidente del IEE, Íñigo Fernández de Mesa, y el director general, Gregorio Izquierdo. La economía española ha crecido más de lo esperado en el arranque del 2023, pero la tendencia se ha ido desacelerando a lo largo del curso. Para 2024 se espera una tónica similar, y es que las previsiones del 'think tank' asociado a CEOE no desencajan con el consenso de los principales analistas: el año que cierra dejará un crecimiento mayor de lo previsto gracias al sector exterior y el turismo de los extranjeros, y para el próximo curso se espera una desaceleración, incluida de este factor externo.
Esta preocupante evolución de la inversión, un indicador que pesa entorno al 20% de la economía española, es "una de las partes de la economía que hay que desarrollar y se podría conseguir a través de la política económica y, por supuesto, de la fiscalidad, que es muy importante", señala Fernández de Mesa. "La inversión no se produce por la ausencia de un clima favorable para la empresa", explica Izquierdo, que ha recordado que la inversión empresarial español está debajo de la media europea.

Desde la crisis financiera, el tejido empresarial ha sufrido un importante incremento de la deuda y el coste financiero y, por ello, una parte de los excedentes que deberían ir destinados a mejorar la inversión se dedican a amortizar deuda en un contexto de altos tipos de interés.
Los datos más recientes de Contabilidad Nacional señalan al indicador de inversión productiva (formación bruta de capital fijo) como el talón de Aquiles de la economía española. La formación bruta de capital fijo aún está tres puntos por debajo del registro del cuarto trimestre de 2019, y los economistas del IEE apuntan ya a 2024 para su recuperación.
"Es posible que tengamos que esperar al conjunto del año 2024 para recuperar los niveles previos a la pandemia en inversión", explica Izquierdo. "España es el país que más está tardando en recuperar la renta porque también lleva un atraso en la recuperación de la inversión", señala Fernández de Mesa. Las previsiones del IEE apuntan a un avance del 2,1% de esta inversión productiva en 2024, motivada esencialmente por el indicador de bienes de equipo, que en 2023 ha sido negativo.
"España debe acometer reformas estructurales que creen un clima favorable a las empresas y la inversión, mejoren nuestra productividad de los factores e impulsen nuestra competitividad internacional en términos de transición energética, digitalización, demografía e innovación", señala el informe.
Desaceleración también en el empleo
La demanda se ha comportado de forma positiva por el incremento de la renta y la reducción de la inflación a lo largo del curso. Sin embargo, la hucha de ahorro comienza a agotarse y la moderación de la creación de empleo hará de contrapeso. "El mercado laboral está perdiendo impulso en la segunda mitad del año y estamos viendo una desaceleración fuerte en la creación de empleo" que se observa con un incremento moderado de los afiliados a la Seguridad Social excluyendo los trabajadores en Erte, según Fernández de Mesa.
Las propuestas de reducción de la jornada laboral contrastan con el desajuste entre la oferta y la demanda en el mercado laboral. "Hay un problema de vacantes en España, porque hay una elevada tasa de paro, pero algunos sectores tienen problemas para encontrar mano de obra. Esto se podría solventar a través de la formación y políticas activas de empleo. En una situación de reducción del desempleo empezamos a encontrar rigideces", señala Izquierdo.
"No observamos ningún plan creíble de reducción de déficit por parte del Gobierno", señala el IEE. El déficit será del 3,8% con el retiro previsto de algunas medidas de apoyo, lejos aún del objetivo del 3%. Creen que la economía española necesita eliminar estas medidas para conseguir reducir el déficit público y evitar alagar el problema. "Diseñemos un Presupuesto y un Plan de Estabilidad a medio plazo donde se explique cómo se va a reducir el déficit, que no será con mayor carga fiscal", demanda Fernández de Mesa.
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