
La Generalitat Valenciana pondrá en marcha un "plan de choque" para la instalación de plantas de renovables, en palabras de la consellera de Innovación, Nuria Montes para tratar de cumplir con el objetivo de implantar entre 6.000 y 7.000 MW de nueva potencia renovable en la región en 2030. Un plan con el que tratará de revertir las cifras actuales, con apenas 24 MW conectados a red en este año y 97 MW en los últimos cinco años.
"Nuestro objetivo para el año 2030 no es un objetivo irrealizable", aseguró Nuria Montes pese a estos antecedentes durante el encuentro informativo "Renovables en la Comunidad Valenciana" organizado por Europa Press. Frente al escaso desarrollo de las plantas fotovoltaicas y eólicas conectadas a red en la Comunidad Valenciana, Montes consideró que la elevada implantación que se ha realizado en estos mismos años en otras autonomías demuestra que es posible cumplir plazos.
La consellera insistió en que "es una obligación" apostar por las las energías renovables por los compromisos para combatir el cambio climático, lograr independencia energética y reducir el precio de la energía, aunque también insistió en que "tiene que tener sostenibilidad económica".
Para ello explicó que lanzarán un "plan de choque" que incluirá medidas a corto plazo para hacer frente a los expedientes de proyectos que pueden caducar en unas semanas. Para ello su departamento está trabajando en una "reorganización administrativa para incorporar más personal con el que cumplir este primer hito", apuntó.
Además, anunció una reforma legislativa a principios de 2024 para mejorar la tramitación y la coordinación de criterios entre los distintos departamentos, además de permitir convenios de colaboración con colegios profesionales e institutos tecnológicos.
Montes recordó que si se desarrollan los proyectos previstos supondría entre 8.000 y 10.000 millones de euros inversión hasta 2030, con la creación de 7.000 empleos en el territorio. Además cifró en 500 millones lo que recibirían los ayuntamientos sólo en licencias y otros 770 millones en impuestos recurrrentes.
El propio presidente valenciano, Carlos Mazón, ha convertido la autonomía energética en uno de los retos de su Gobierno para garantizar la competitividad de las empresas valencianas y atraer nuevas inversiones.
Los precedentes
El anterior Gobierno de Ximo Puig ya anunció durante los últimos años varios cambios normativos para tratar de agilizar los permisos, después de que las diferencias entre los propios socios del Botànic sobre las grandes plantas de renovables contribuyesen al parón de proyectos fotovoltaicos. Sin embargo hasta la fecha esos cambios siguen sin dar frutos.
Por su parte, desde el sector una de las promotoras con proyectos en la región, la filial valenciana del grupo noruego Statkraft, se volvió a pedir agilizar los trámites y comunicación a la Administración para alinear los proyectos.
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