Economía

El acuerdo de libre comercio entre la UE y Mercosur se vuelve a parar a la espera de Milei

  • Brasil y Alemania quieren cerrar "lo antes posible" el tratado de libre comercio
  • Los agricultores franceses dicen que no jugarán "en igualdad de condiciones" 
El expresidente de Argentina, Alberto Fernández y los presidentes de Paraguay, Santiago Peña; Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Uruguay, Luis Lacalle Pou; y Bolivia, Luis Arce. /EFE
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Cuando parecía que el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur iba a salir adelante, el freno de Francia por un lado y de Argentina por el otro, lo han devuelto de nuevo al cajón donde lleva 20 años esperando a ser firmado por ambos bloques.
Este freno a la firma del tratado ha provocado que la delegación europea no acudiese a la LXIII Cumbre de Presidentes del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) que se celebró el pasado 7 de diciembre en Río de Janeiro. Además de la ratificación de la incorporación de Bolivia, firmaron un acuerdo de libre comercio con Singapur y debatieron, precisamente, sobre las negociaciones con la Unión Europea (UE).

Por su parte Brasil, que ejerció la presidencia pro tempore en el último semestre, esperaba culminar el proceso este año, pero el rechazo de varios países europeos, encabezados por Francia, y el recelo de Argentina a comprometerse con un acuerdo que considera "obsoleto", en vísperas del traspaso de poder a Milei, lo impidieron. Del lado europeo, Pedro Sánchez también tenía como objetivo que el acuerdo saliese firmado este año durante la presidencia de España del Consejo Europeo, pero tampoco podrá ser porque el día 31 de este mes la presidencia recaerá sobre Bélgica con el acuerdo todavía en el cajón.

Pero el bloqueo de Argentina parece que va a durar muy poco. El presidente del país rioplatense tomó posesión de su cargo ayer y ya dijo en su momento que hay que avanzar "cuanto antes" en la firma del acuerdo de libre comercio con los Veintisiete.
La designada canciller argentina, Diana Mondino, también dijo que el gobierno que entra "no objetará el acuerdo entre ambos bloques". De hecho, si Milei cumple con lo prometido, a partir de este momento habría desplegado "una estrategia diplomática" para avanzar en la firma definitiva del acuerdo y "dejar atrás la decisión del gobierno saliente".

Este es otro signo de la moderación que está aplicando el ya presidente libertario en sus discurso. Durante la campaña hizo duras críticas hacia el Mercosur por ser "demasiado proteccionista". Pero ahora, la ministra de asuntos exteriores y canciller, Diana Mondino, recalcó que "es mejor tener el acuerdo que no tenerlo".
Brasil, por su parte, ha conformado un eje a favor del acuerdo don Alemania. El interés del canciller alemán, Olaf Scholz, va mucho más allá de que el país amazónico sea su principal socio en Sudamérica. En una reunión bilateral con el presidente de Brasil, Luíz Inácio Lula da Silva, el canciller recordó que este tratado de libre comercio "merece la pena" porque "juntos formaremos una de las áreas de libre comercio más grandes del mundo".

En concreto, entre la población de los Veintisiete y la de Mercosur suman un total de 780 millones de habitantes. Scholz ve necesaria esta alianza "especialmente en tiempos de un proteccionismo creciente", aseguró en rueda de prensa.
Lula, por su parte, quiere hacer ver Brasil como un país con amplio potencial para las energías renovables. "Mi gobierno lanzó un programa para que el hidrógeno de bajas emisiones de mí país sea el más competitivo del mundo".

La Negativa de Macron


Parece ser que el problema está ahora en el Viejo Continente. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, sigue cerrado en banda con el texto del actual acuerdo, al cual se le añadieron varias enmiendas que exigían mayor compromiso con el cambio climático y la deforestación del Amazonas propuestas por el propio gobierno galo.
Durante su presencia en la COP28, Emmanuel Macron aseguró que se niega a firmar el tratado de libre comercio entre ambos bloques por considerarlo "contradictorio". En concreto, explicó que es un acuerdo que se firmó hace 20 años y que "intentamos arreglar, pero está mal arreglado porque no se tiene en cuenta la biodiversidad y el clima dentro del mismo".

Pero lo que más le preocupa a Emmanuel Macron es la respuesta del sector agrario francés. Fuentes sindicales del sector confirmaron a elEconomista.es que le han transmitido su rechazo al Elíseo de la firma de este acuerdo por ser "injusto con los agricultores franceses". En concreto, argumentan que no jugarían "en igualdad de condiciones" frente a los productos sin aranceles importados de Mercosur.

Una versión que casa perfectamente con lo que comentó el presidente francés durante la cumbre del Clima en Dubai: "No puedo pedir a nuestros agricultores, a nuestros industriales en Francia y en Europa, que hagan esfuerzos y que apliquen nuestros lenguajes para descarbonizar, para que dejen de trabajar ciertos productos y luego decirles que voy a eliminar los aranceles a esos productos que se producen al otro lado del mundo".

El presidente galo no se puede permitir otra huelga sectorial. Su imagen dentro del país está bastante denostada tras la reforma de las pensiones, que eleva la edad de jubilación de los 62 a los 64 años. Una revuelta en el campo es lo peor que le podría pasar en estos momentos.

Mientras tanto, el borrador del tratado sigue ahí, guardado, a la espera de que en algún momento ambos bloques comerciales consigan llegar a un consenso y fijar las líneas a seguir para que se produzca la tan ansiada firma entre los Veintisietey el Mercosur.

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