
La Generalitat trabaja en una rebaja del tramo autonómico del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que beneficiará a hasta un 73% de los ciudadanos de Cataluña. En concreto, el Govern propone recortar un punto –del 10,5% al 9,5%- el primer tramo de tributación, de manera que Cataluña dejaría de ser la comunidad que más grava a los contribuyentes de menos renta.
Con el recorte del 10,5% al 9,5%, Cataluña se sitúa por debajo de Asturias, Aragón y la Comunidad Valenciana y al nivel de territorios como Andalucía o las Baleares, aunque todavía por encima del 8,5% de Madrid.
Según avanzó La Vanguardia, la administración incluye esta modificación en la ley de acompañamiento de los presupuestos, que trata de sacar adelante con el apoyo de Junts, el PSC o los comunes, pero que no tienen todavía apoyo garantizado.
La medida beneficiará a los aproximadamente 2,6 millones de personas (un 73% del total) que disponen de una renta inferior a 33.000 euros. Para aquellos que superen la cifra, el impacto de la medida será neutro, ya que se incrementarán los tramos superiores para que sigan pagando lo mismo, según los planes del Govern, sujetos ahora a negociación política para conseguir el apoyo de otras formaciones y poder sacar adelante las Cuentas de la Generalitat para 2024.
A efectos prácticos, por ejemplo, una persona que perciba 24.900 euros brutos anuales se ahorraría 125 euros. Por contra, las arcas de la Generalitat dejarán de ingresar unos 55 millones de euros, según fuentes consultadas por este diario.
Cabe recordar que, en 2022, todavía con Junts en el Ejecutivo, la Generalitat ya recortó el primer tramo del IRPF desde el 12%. El ajuste benefició entonces a las rentas inferiores a los 35.000 euros.
Reducir tramos
Además, la Generalitat propondrá rebajar el número de tramos de la cuota autonómica del IRPF desde los nueve actuales a ocho, con tal de que los límites sean más amplios. Se trataría de evitar que una subida salarial para compensar la inflación termine haciendo que algún contribuyente pague más que hasta ahora.
La medida debería ser aprobada junto a los presupuestos de 2024, con vigencia desde 1 de enero, pero no tendría efectos hasta el año siguiente, cuando se haga la declaración de la renta.
La rebaja es la primera gran medida económica conocida que plantea la Generalitat tras el acuerdo de investidura entre ERC y PSOE, que incluye una condonación de deuda de 15.000 millones de euros (más 1.300 de intereses), abierta al resto de comunidades, lo que libera recursos para las arcas públicas catalanas.
Además, cabe tener en cuenta que en 2024 se prevé que los recursos del sistema de financiación para las CCAA crezcan un 16%, impulsados por el crecimiento de las entregas a cuenta y, en mayor medida, por la liquidación excepcionalmente elevada correspondiente a 2022, según las estimaciones de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) .
Con todo, se trata de cálculos provisionales, ya que el Gobierno todavía no ha comunicado las cifras oficiales a las comunidades autónomas, que este 2023 están viendo cómo cae la recaudación de los impuestos cedidos ligados al sector inmobiliario (los que reportan mayores ingresos) por la reducción de las compraventas de vivienda.