Economía

El índice de seguridad jurídica de Argentina ya es inferior al de Cuba

  • El momento más bajo se dio durante el período de presidencia de Kirchner
  • Milei quiere hacer un ajuste fiscal que reduzca el déficit hasta el 5% del PIB 
El presidente electo de Argentina, Javier Milei/ Foto: EP.
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La seguridad jurídica de los países es algo esencial para que la economía funcione correctamente. El correcto funcionamiento de los mercados exige un marco jurídico seguro que afiance las inversiones y que el Gobierno no interfiera dentro del Poder Judicial.

Con los recientes cambios en Argentina y el ascenso de Milei a la presidencia tras el balotaje o segunda vuelta del 22 de octubre, se está cuestionando mucho la seguridad jurídica del país ya que es una de las menos constantes de la región. Según los World Governance Indicators del Banco Mundial, actualizados en 2022, el respeto por el Estado de derecho de Argentina (Rule of Law) se ve claramente que ha ido variando a lo largo de 20 años frente a otros países como Chile o Uruguay, que se han mantenido en los primeros puestos y con una evolución constante. Pero lo sorprendente es que en el año 2022, Argentina presentaba un percentil de 34,91 y Cuba estaba en el 36,32 en respeto al Estado de Derecho con respecto al resto de países del mundo.

Así, por ejemplo, en el año 2000, el país rioplatense, estaba situado en el percentil 43,28 de 100 de los países del mundo. En el año 2002, con la crisis económica, el percentil se desplomó hasta el 27,36 para luego escalar al 34,45 y mantenerse en torno a los 30 puntos hasta que, en 2014, a finales de la etapa del mandato de Cristina Fernández Kirchner, el respeto por el Estado de Derecho en Argentina se desplomó al percentil 19,71, mientras que Cuba estaba en el 29,81.
Fue en este tiempo cuando estallaron varios casos de corrupción y Argentina cayó en la lista de Transparencia Internacional que expone la percepción de la corrupción. En concreto, el país sudamericano registró 34 puntos sobre 100, lo que le situó en el puesto 107 de los 175 países que se analizaron.

El director ejecutivo de Poder Ciudadano, una fundación sin ánimo de lucro, Pablo Secchi, declaró por aquel entonces que estos resultados demuestran "una total ausencia de los esfuerzos en nuestro país en materia de lucha contra la corrupción". Aseguró que los organismos de control contra la corrupción fueron "reducidos a su mínima expresión". En 2022 Argentina se situó en el puesto 94 de 175 países analizados.

El presidente del Real Instituto ElCano, José Juan Ruiz, aseguró en un artículo que las grandes economías de la región "ocupan un orden previsible". Brasil encabeza la lista "en la mitad de la tabla global", seguido por Colombia, México, Argentina y Perú. Pero resalta que "lo más interesante" de las cifras del Banco Mundial es el rango de variación de países como Argentina, "que presenta 34 percentiles entre el máximo y el mínimo, un indicador implícito de que durante estos casi 20 años se han alternando procesos de mejora y empeoramiento regulatorio", afirmó.

La presidenta del Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (CEAPI), Nuria Vilanova, aseguró que "siempre hay preocupación por la inseguridad jurídica y especialmente cuando se está produciendo el nivel de cambios que se están produciendo en el entorno político". A lo que se refiere la directiva es que en las últimas 19 elecciones que hubo en América Latina ha habido un cambio de gobierno "lo que significa que más que un giro hacia la izquierda o hacia la derecha, lo que hay es un voto en contra de los Gobiernos y cada vez que se producen estos cambios de orientación política siempre hay la preocupación de que eso pueda suponer un cambio en la seguridad jurídica del país", explicó.

La administración de Javier Milei está intentando implantar una ortodoxia económica alejada de las promesas más populistas que hizo durante la campaña. El nombramiento de Luis "Toto" Caputo como ministro de Economía muestra estas intenciones. Caputo fue exministro de finanzas durante la etapa de Macri y también fue presidente del Banco Central de la República Argentina, el cual Milei quiere dinamitar.

El casi nombrado ministro de Economía prepara un plan fiscal que pretende reducir el déficit al 5% del PIB en 2023, mientras que la deuda del Banco Central, engrosada principalmente por las Letras de Liquidez (Lequis) alcanzará el 10%del PIB. El exministro quiere aplicar una "súper ortodoxia" económica. Así se lo trasladó el exministro a los banqueros del país en una reunión que tuvo previamente a su viaje a Estados Unidos para reunirse con el FMI y el Tesoro y trasladarles su plan económico. De momento no ha dicho cómo va a realizar ese ajuste económico.

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