
El plan de privatización de compañías públicas de Javier Milei va tomando forma. El presidente electo anunció poco después erigirse como ganador en la segunda vuelta que arrancaría por la privatización de la petrolera YPF, de la cual el Estado tiene el 51% de las acciones. También relató su intención de privatizar la Radiotelevisión pública y la agencia de noticias Télam. A esa lista también añadió tanto los trenes como la empresa de aguas estatal AySA y la compañía aérea Aerolíneas Argentinas, de gestión estatal. La aerolínea fue privatizada en 1990 y volvió a manos del Estado en el año 2008.
El país rioplatense cuenta con unta treintena empresas públicas y todas están en el foco del libertario: "Todo lo que pueda estar en manos del sector privado, va a estarlo", aseguró Javier Milei en una entrevista radiofónica 12 horas después de su victoria.
El debate de las empresas públicas no es nuevo en Argentina. El estado de sus cuentas y el agujero que generan en los presupuestos nacionales a través de los aportes que realiza el Estado a dichas compañías siempre ha estado ahí. Pero es cierto que solamente los candidatos de corte liberal, el propio Javier Milei y la candidata que le brindó su apoyo tras haber perdido la primera vuelta, Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio), fueron los que llevaron en sus programas "la privatización" o el "cierre" de las sociedades que tienen alguna participación o son al 100% de titularidad estatal.
Los número son claros. Argentina es el único país de Latinoamérica cuyas empresas públicas tienen un déficit operativo, según la consultora Inveq, que realizó un informe basado en los datos que hay disponibles en el Ministerio de Economía argentino y los comparó con otros países de la región. El documento dice que, por ejemplo, Chile, Brasil o Colombia también cuentan con empresas públicas pero con superávit sobre el PIB.
Así, de acuerdo con lo publicado por el Ministerio de Economía, Argentina cuenta con un total de 33 empresas públicas y entre las más destacables están aquellas a las que Milei ya le tiene echado el ojo: Aerolíneas Argentinas, Agua y Saneamientos Argentinos (AySA), Correo Argentino y Empresa Argentina de Soluciones Satelitales (ARSAT). En el caso de YPFno la incluyen en el documento ya que, aunque esté participada en gran parte por el Estado, cotiza en bolsa y no presenta una dependencia financiera total del poder Ejecutivo y por eso para el Ministerio no cuenta.
Este conglomerado de empresas públicas cerró el ejercicio del año 2022 con un déficit operativo de 4.582,32 millones de euros, lo que supuso el 0,75% del Producto Interior Bruto del país. El segundo agujero más grande después del registrado en 2021, que fue solamente un 0,04% superior. Pero los saltos más cualitativos se dieron durante las grandes crisis económicas de la década. Entre 2011 y 2012 (crisis financiera) el pasivo se incrementó un 88,14%, pasando de los 492,12 millones de euros a los 1127,22 millones. Durante la crisis del Covid-19 (entre 2020 y 2021), el agujero pasó de los 1.772,68 millones de euros a los 3.207,69, es decir, un incremento del pasivo del 72,02% interanual.
Del total de empresas públicas que publicaron sus resultados el año pasado, la que se erigió como la más deficitaria fue una que está bajo el foco del presidente: AySA. La gestora de aguas pública acabó el año con un pasivo de 94.000 millones de euros. La segunda también está bajo la lupa del libertario. Aerolíneas argentinas tuvo un agujero contable de 41.000 millones de euros. A estas dos les sigue Correo Argentino, que cerró sus cuentas con un déficit de 36.602,66 millones, y la empresa de infraestructuras Corredores Viales cierra el palmarés con 27520,80 millones de euros en negativo.
El Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), una organismo sin ánimo de lucro que se dedica a aconsejar sobre políticas públicas, realizó un estudio en el que computó los sectores a los que se dedican las empresas públicas de Argentina. El 33% se dedican a Transportes y almacenamiento, como Aerolíneas Argentinas. El 18% son Telecos; la industria copa el 12%, como es el caso de los astilleros Tanador. Las energéticas, sin contar YPF, copan el 12% de la cuota. Entre ellas destacan Energía Argentina, a la cual Milei también incluyó en su lista para privatizar durante esta legislatura. "Tienen un rol en la transición energética del país", dijo. Por tanto, el plan que quiere llevar a cabo el libertario es que mientras sigan bajo el control del Gobierno las pondrá "a crear valor para que se puedan vender de una manera muy beneficiosa para los argentinos".
El 9% del tejido empresarial público se dedica de Intermediación Financiera (Casa de la Moneda) y el restante 16% recae en campos como la Construcción (Coviara), la Enseñanza (Educ.ar) y el suministro de agua y cloacas (AySA), otra que está en la lista "para privatizar" de Javier Milei.
A pesar de que el presidente electo prometió pasar su motosierra y privatizar todas las empresas públicas del país, no lo va a conseguir en cuatro años de mandato. Milei rebajó sus expectativas ya que no tiene al Congreso y al Senado a su favor. Además, aseguró que primero va a "reordenar la economía" y hacer una reestructuración de las empresas que más le urge privatizar para "hacerlas competitivas" y que aumenten su valor y que la operación "beneficie al máximo a los ciudadanos del país", reiteró.