
El crecimiento de la economía turca en el tercer trimestre ha dado una buena sorpresa al mercado. El Insituto de Estadística turco (Turkstat) comunicó este jueves que el PIB creció un 5,9% interanual este verano. Con respecto al mes anterior, la economía turca se mantuvo algo más parada, ya que solo se expandió un 0,3%. Según el reporte de Turkstat, entre julio y septiembre de este año el consumo de los hogares es lo que más ha impulsado el crecimiento con 7,7 puntos, seguido de las inversiones (3,4 puntos). La contribución del gasto público se mantuvo en 0,7 puntos.
La sorpresa para el mercado fue porque la administración del presidente Erdogan, con Mehmet Simsek en Economía y Hafize Gaye Erkan en el Banco Central, subió los tipos del 8,5% al 40%. "Es sorprendente que con esa subida tan agresiva no hayan entrado en recesión", aseguró a elEconomista.es la investigadora sénior del Real Instituto ElCano y consejera independiente del Banco de España, Judith Arnal.
Con esta expansión, el tercer trimestre se erige como el decimotercero con cifras en positivo. Además Arnal aseguró que "está por encima del consenso". En mayo de este mismo año, con la primera subida de tipos de interés del 8,5% al 15%, el economista de JP Morgan, Nicolae Alexandru-Chidesciuc, aseguró que se espera "una recesión económica en el segundo semestre de 2023 debido a un endurecimiento de las condiciones crediticias". Una afirmación que también confirmó el Wall Street Bank. El consenso ahora cifra la posibilidad de recesión en el 20%.
Desde JP Morgan mantenían por aquel entonces que los tipos seguirían subiendo "al 30% a final de año, con riesgos de alza". Actualmente ya se sitúan en el 40% y Judith Arnal aegura que el mercado espera que "el mes que viene" Erkan vuelva a subir el precio del dinero.
La economista Selva Bahar informó que los primeros datos del cuarto trimestre "muestran que la tendencia ya está cambiando" y se espera que la demanda interna y la inversión caigan en el próximo período, debido precisamente a la postura ortodoxa del Banco Central de Turquía (CBRT por sus siglas en inglés). Así, las previsiones son que el país cierre 2023 con un crecimiento del 4,4% y que acabe 2024 en el 2,8%. "Estas tasas son notablemente más bajas que el promedio superior al 5% observado en la década anterior a la pandemia, así como el crecimiento del 5,5% de 2022", recordó la experta.
En cuanto a la previsión de subida de tipos que vaticinó Arnal para este mes, la economista turca prevé que el CBRT eleve la tasa de interés clave hasta el 42,5%. Al mismo tiempo, advierte que las políticas fiscales y crediticias expansivas antes de las elecciones locales de marzo "podrían elevar el crecimiento hasta el primer trimestre de 2024". Esto se traduciría en una mayor inflación y podría llevar al banco central a aumentar más los costes de endeudamiento.
Mehmet Simsek, titular de Finanzas turco, aseguró en cambio en su cuenta de X (antes Twitter) que "estamos avanzando hacia una composición más equilibrada del crecimiento". El propio ministro añadió que la senda a seguir será la de "políticas predecibles" que consigan frenar el crecimiento de la inflación y el déficit por cuenta corriente y vayan hacia la estabilidad macroeconómica. También reiteró que van a implementar "reformas estructurales" para incrementar la productividad.
Las elecciones municipales de marzo
La clave de Erdogan es conseguir, precisamente, un crecimiento económico sostenido ya que está en la recta final antes de las elecciones municipales que se celebrarán en marzo. Con un crecimiento sostenido podrá canalizar la inflación que ahora va más allá del 60%, según los datos oficiales. Desde Enagrup, un grupo de economistas independientes, aseguran que la inflación está en el 126,18%.
En las anteriores municipales, el islamista conservador perdió los dos grandes bastiones del país: Ankara y Estambul. Tras su reelección el 28 de mayo, realizó un cambio radical en su política económica de "el crecimiento a toda costa" y viró hacia la senda de la ortodoxia y parece que así va a seguir. "Que la economía haya respondido tan bien es buena señal para seguir con la ortodoxia", aseguró Judith Arnal.
La gobernadora del Banco Central, Hafize Gaye Erkan, aseguró que la estabilidad de los precios es fundamental para un crecimiento sostenible. "En una situación en la que la inflación y la volatilidad son altas, el proceso de desinflación puede iniciarse con un compromiso mínimo sobre el crecimiento hasta que el IPC vuelva a caer a ciertos niveles", dijo la dirigente.
El país necesita doblegar cuanto antes la curva de la inflación. El CBRT prevé que el aumento del coste de vida tocará techo en mayo con un 75% y cerrará el ejercicio de 2024 con un 36%.