
El reelegido presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, publicó ayer el nombramiento de Hafize Gaye Erkan como gobernadora del Banco Central de Turquía, convirtiéndose así en la quinta persona en llevar los mandos de la entidad y la primera mujer en tomar el mando de las políticas monetarias.
El currículum de Erkan la avala para tomar el mando. Estuvo una década trabajando en Goldman Sach y luego pasó ocho años en First Republic Bank como consejera delegada hasta que se fue de la entidad a comienzos de 2022.
Este nombramiento es otro motivo más que confirma que el presidente del Turquía quiere dar un giro de timón a la economía del país, para volver a tomar el rumbo de las políticas más ortodoxas.
La primera señal de ese volantazo fue la repesca de Mehmet Simsek para el Ministerio del Tesoro y Finanzas, un cargo que había ostentado entre 2007 y 2009, para luego ser viceprimer ministro entre 2015 y 2018. Su reputación y credibilidad vienen avaladas por su trayectoria en Merrill Lynch, lo que calmó a los inversores, ya que esperan de él un enfoque más purista.
Por su parte, Erkan entra como sustituta de Sahap Kavcioglu y también representa esa vuelta a la política monetaria más convencional que repita la senda del resto de bancos centrales del mundo: subir los tipos de interés para contener la inflación y que la lira no siga desplomándose. Según los datos oficiales, la inflación cerró el mes de mayo en el 39,6% interanual, cayendo a mínimos de 16 meses. Pero el grupo de expertos independientes de Enagrup situó el dato del mes pasado en el 109%.
Los datos oficiales avalarían que la idea de Erdogan de bajar los tipos 550 puntos desde enero de 2022 están funcionando. Pero fuentes internas consultadas por elEconomista.es aseguran que estos dos nuevos nombramientos "son un intento de calmar a la inversión de cara a la galería" por parte de Erdogan.
El que personas como Erkan o Simsek hayan entrado "no garantiza nada", dicen, ya que la independencia de los organismos que gestionan "está en cuestión" debido a las recientes reformas de la Constitución, que concentran más poder en la figura del presidente.