
Un total de 1,4 millones de personas en España con formación superior se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social, casi el doble que en 2008, cuando ascendían a 674.000, según el informe El Estado de Pobreza en España. Seguimiento de los indicadores de la Agenda UE 2030. 2015-2022, elaborado por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES).
El estudio, presentado este martes en Madrid pone de manifiesto que el 42,9% de la población en riesgo de pobreza o exclusión social ha finalizado estudios medios o altos, y que una de cada diez personas con educación superior está en riesgo de pobreza.
Asimismo, los autores del informe, subrayaron una tendencia detectada en los últimos años: "que el empleo sin condiciones adecuadas no garantiza ingresos suficientes para salir de la pobreza", ya que una de cada tres personas en situación de pobreza (32,9%) tiene un empleo remunerado, algo que achacan a "los bajos salarios y la precarización del mercado laboral desde 2008".
El informe de este año, incluye como novedad la relación entre las tasas de pobreza y exclusión social y elementos específicos como la vivienda, el género, la edad o la influencia del hábitat y los autores aseguran que las conclusiones en este sentido son muy preocupantes.
En el caso de la vivienda, el estudio muestra que, en 2022, cuatro de cada cinco personas con un gasto elevado en vivienda estaban en situación de pobreza (79,1%) y el 34,9% residía en viviendas de alquiler, 20 puntos más que entre las personas que no se encuentran en situación de pobreza.
Además, el gasto que dedicaron estas personas a la vivienda equivalía al 39,1% de los ingresos del hogar, un esfuerzo más de tres veces superior al que realizaron las personas que no se encontraban en situación de pobreza (12,5%).
En términos generales, los indicadores de pobreza y exclusión social han experimentado una mejoría respecto a 2021. Según el informe, en 2022 había en España 12,3 millones de personas en riesgo de pobreza y exclusión social, el 26% de la población, 800.000 personas menos. Sin embargo, recalcan sus autores, "la cifra está aún alejada de los objetivos previstos por la ONU en la agenda 2023", dicen sus autores.
En privación material y social severa se hallan 3,6 millones de personas, el 7,7% de la población, lo que supone una mejora en 0,6 puntos porcentuales en 2022 en relación al año anterior. Con el 26% de la población en riesgo de pobreza, España es el quinto país de la UE con la tasa Arope de pobreza y exclusión social más alta, que, además, es un 4,9% superior a la media comunitaria.
A pesar de que en 2022 la pobreza severa en España se redujo en casi 600.000 personas, casi la mitad de la población española presentó dificultades para llegar a fin de mes (47,8%); un tercio no pudo permitirse al menos una semana de descanso vacacional al año (33,5%); y el 17,1% no consiguió mantener su vivienda a una temperatura a adecuada (14,3% en 2021 y 10,9% en 2020).
Más mujeres que hombres
El estudio señala que la pobreza afecta más a mujeres que hombres. De este modo, el 27,2% de las mujeres está en riesgo de pobreza o exclusión frente al 24,8% de los hombres, y que las políticas de recuperación no llegan por igual a ambos sexos pues, según los datos del estudio, desde 2015, las políticas sociales han conseguido sacar de la pobreza a medio millón de hombres frente a 61.000 mujeres.
Por otra parte, los autores del estudio alertaron durante la presentación del mismo, que las familias con menores a cargo son la que que registran cifras más altas para todos los indicadores de pobreza y exclusión. Así, en España, casi 2,6 millones de niños, niñas y adolescentes están en riesgo de pobreza o exclusión social, un tercio del total (32,2%), un porcentaje que aumenta para las familias monoparentales (49,2%).
Implicación del estado
Los autores de la investigación destacaron el papel protector del Estado y alertaron de que sin políticas de protección social ni pensiones públicas el número de personas en situación de pobreza se duplicaría, llegando a afectar a casi la mitad de la población.
En el caso de la pobreza severa, aseguraron que afectaría a casi un tercio de la población, ya que el 20% más rico ganaría en torno a 48 veces más que el 20% más pobre.
Los responsables del informe concluyeron que el mero crecimiento económico no es suficiente para luchar contra la pobreza, "puesto que se necesitarían 68 años de crecimiento ininterrumpido del PIB per cápita para acabar con la pobreza en España".