Economía

El choque entre España y Grecia por el pluriempleo esconde una guerra contra el empleo sumergido

  • Los pluriempleados españoles trabajan 2 horas diarias menos que los griegos
  • El país heleno busca aflorar trabajos con una economía sumergida del 20%
  • España pone el foco en las empresas, Grecia en los autónomos

La ministra de Trabajo en funciones y líder de Sumar, Yolanda Díaz, ha protagonizado esta semana un choque con su homólogo griego, Adonis Georgiadis, a cuenta de la reforma laboral que ha aprobado el país heleno y que, entre otras medidas, plantea limitar a 13 horas diarias la jornada máxima de los empleados que compatibilizan más de un trabajo, aunque según los datos de Eurostat la jornada efectiva se sitúa en las 12 horas de media. Este tope que no existe para los pluriempleados españoles que, pese a ello, trabajan dos horas menos que los griegos. Sin embargo, este enfrentamiento oculta una divergencia mucho más profunda entre dos enfoques diferentes para luchar contra el empleo sumergido.

La discusión entre ambos ministros va más allá de este apartado y entronca con las diferencias ideológicas de fondo en sus políticas laborales de sus respectivos gobiernos. Pero ha puesto sobre el foco a una situación, la del pluriempleo, que solo afecta al 2,8% de los ocupados españoles, muy por debajo de la media europea que se sitúa en el 3,9%, pero muy por encima de la griega, del 1,4%.

Ello a pesar de que, en los dos últimos años, desde que el empleo empieza a 'normalizarse' tras la pandemia y tras la entrada en vigor de la reforma laboral impulsada por Díaz, el número de personas con un segundo empleo se ha disparado un 12,7%. En el mismo periodo, en Grecia ha caído un 15,9%.

En nuestro país, donde el pluriempleo se asocia con la precariedad laboral y la falta de ingresos, tener un peso del pluriempleo inferior a la media europea se puede considerar algo incluso positivo, pero las dudas surgen analizando los datos en el resto de los países. Los máximos en este indicador se registran en Países Bajos, donde llega al 10,5%, Dinamarca, con un 7,7%, Finlandia con 7,1% o Suecia, con un 6,2%.

El hecho es que la mayoría de los países con los mercados laborales considerados más sólidos de la UE y con mejores condiciones laborales, como los nórdicos, superan con creces a España y Grecia en términos de pluriempleo. Es también el caso de Alemania (con una tasa el 4,5%). Aunque también nos rebasan nuestros vecinos de Portugal (con un 5,5%) y Francia (4,6%).

¿Significa eso que el pluriempleo no es una situación tan indeseable? Depende de las condiciones del segundo empleo. Y aquí entramos en el verdadero epicentro de la polémica.

Los datos de los 'plurihorarios'

Grecia es el país en el que más horas a la semana se trabaja tanto en el empleo principal como en el segundo empleo, en el caso de los pluriempleados: 41 horas y 19 horas respectivamente de media semanal, lo que nos da 59,9 horas. O 12, si las dividimos en una jornada semanal de cinco días, 8,2 en el empleo principal y 3,76 en el secundario.

En España, la jornada media en el trabajo principal es de 37,5 horas y de 13 en el secundario, lo que arroja un saldo de 50,3 horas semanales. En media diaria hablamos 10,1 horas diarias (7,5 en el puesto principal y 2,56 en el secundario), dos menos que en Grecia.

Estos datos son una media (no desglosan, por ejemplo, entre trabajadores a tiempo parcial en el empleo principal) pero bastan para dar una idea del alcance de la cuestión: el dato de España supera levemente la media europea (9,6 horas diarias), pero queda bastante por debajo de un país con una tasa de pluriempleo muy inferior. Y que, aun así, se ha visto obligado a regular un tope al tiempo de trabajo.

Este tope no existe en nuestro país, donde el máximo diario en una jornada  ordinaria es de nueve horas (aunque se puede ampliar a través de extraordinarias), siempre que se respete el descanso mínimo de 12 horas. Aunque esto se aplica a cada contrato, no al acumulado de dos o más trabajos, lo cual podría llevar, en teoría, a máximos de hasta 18 horas

Una reciente sentencia del TJUE  precisa que esto debe vincularse al trabajador, no a lo estipulado en el contrato, pero su alcance no queda tan claro porque hacía referencia a un caso de varios contratos con el mismo empleador. En todo caso, las 13 horas de Grecia también  incumplirían este mandato, porque solo dejarían un descanso diario de 11 horas.

Pero el resto de la UE también tiene reparos  hora de limitar la jornada en pluriempleo, ya que se puede considerar que coarta la libertad del trabajador. Hablamos, por supuesto, del caso de emprendedores que quieren montar un negocio y se establecen como autónomo o colabora con otros. Este argumento tiene un peso diferente en cada país, por ello cada uno lo afronta de manera diferente.

En España solo el 29% de los pluriempleados son autónomos en su segundo trabajo, la gran mayoría son asalariados. Es un porcentaje por debajo de la media europea (34%) y que se alinea con el de Francia o Alemania. Y una de las razones por la que se  relativiza el riesgo de alcanzar jornadas de 18 horas: los segundos empleos asalariados son a jornada parcial. 

Pero Grecia, el porcentaje de autónomos se eleva al 54%. Y esto eleva el riesgo de que la flexibilidad en sus actividades se convierta en explotación. Pero además,, en el caso griego, esto se traduce en una mucho mayor posibilidad de que sean empleos sumergidos.

Algo a lo que apunta la reducida tasa de pluriempleo  griego detectado por las estadísticas europeas y que sugiere que el tiempo real de trabajo de estos trabajadores sea mucho mayor en realidad de lo que detectan las estadísticas. Un detalle que quizá aclare bastante el motivo por el que Grecia opta por una decisión como imponer un tope.

Contra el fraude laboral

Para entenderlo, hay que ampliar el foco y tener en cuenta que la nueva reforma laboral helena es la heredera de una larga lista de cambios normativos pactados con Bruselas para mejorar su mercado laboral. El objetivo es reducir su elevada tasa de paro, que hoy se sitúa por debajo de la española. Pero su estrategia no se basa únicamente en crear puestos de trabajo (factor clave para la economía sumergida) sino en aflorar empleos sumergidos. Algunos analistas interpretan que en la reducción de la tasa de paro de la que Adonis Georgiadis se jactaba ante Díaz influye más esta cuestión que la mejora de la actividad económica.

Y es precisamente a lo que apunta un informe elaborado por el Departamento de Políticas Económicas, Científicas y de Calidad de Vida del Parlamento Europeo y publicado a finales de 2022 que señalaba como la principal causa al "autoempleo" no declarado, aunque también apuntaba a otras irregularidades laborales, incluyendo las relativa a jornadas y horas extras no declaradas.

Claves a las que apunta el último cambio legal, con el  que Grecia busca nuevos atajos en su lucha por superar la economía sumergida, que aún super el 20%. No es la más alta, pero supera el 20%, un nivel que España no rebasa desde 2006. De hecho, hoy está por debajo de la media europea del 17,3%. Aunque casi dobla la de Alemania. 

Aunque conviene recordar  que la crisis de deuda del euro estalló precisamente en el 2009 en Grecia, que, pese a los avances en sanear sus cuentas, sigue bajo un interés que se puede considerar 'preferente' por parte de Bruselas. Y la clave es su mercado laboral.

hasta la pandemia, Grecia ha tenido una tasa de paro mayor que la española, con el desempleo juvenil alcanzando un récord del 60%. Un foco evidente para el empleo irregular, como también lo ha sido en España.

Pero las reformas económicas y laborales emprendidas por los diferentes gobiernos helenos, impuestas además en el marco del rescate europeo, se han visto también amenazadas de manera constante por la economía sumergida con la que muchas empresas buscaban sortear las nuevas exigencias de costes fiscales y sociales.  

Una batalla que se prolonga hasta hoy y que se percibe en la filosofía de las continuas modificaciones del mercado laboral. Dicho de otra forma, si la última reforma limita la jornada de los pluriempleados, entre otras cuestiones, no ha sido tanto para combatir la explotación laboral como para dotarse de nuevas herramientas que le permiten combatir la economía no declarada.

De hecho, es una norma que se puede considerar continuista con las aprobadas en los últimos años, que buscan poner coto a la "fuga" de cotizaciones y recaudación fiscal por esta vía y que se inspiran, en cierta medida, en la aprobadas en Alemania, a través de figuras como los 'minijobs' (trabajos a tiempo parcial pensados para ocupaciones de baja cualificación y compatibles con prestaciones y ayudas sociales) que buscaban, aparte de mejorar la tasa de empleo, aflorar cientos de miles de empleos.

El mayor problema es que para lograr este objetivo y que la medida sirva para sacar a la luz los pluriempleados ocultos, se requiere un esfuerzo en las inspección de trabajo que parece inasumible con los actuales medios con los que cuenta el país, según los sindicatos.

El Ejecutivo de Kyriakos Mitsotakis confía en lograrlo con el apoyo de los empresarios, a los que ha ofrecido mayor flexibilidad a la hora de organizar el tiempo de trabajo, llegando incluso a poder elevar la jornada laboral a seis días a la semana con un 'plus' salarial del 40% por el nuevo día.

Esta figura es diferente (y más barata) que las horas extra. Más bien equivaldría a aplicar a contratos a jornada completa las "horas complementarias" que existen en la legislación española, aunque en nuestro caso, se utiliza en los contratos a tiempo parcial de menos de 40 horas semanales y con muchas prevenciones para evitar abusos y fraudes.

La batalla en España

Eso sí, que España tenga una tasa de economía sumergida del 15,8%, casi cinco puntos inferior a la griega y por debajo de la media europea (del 17,3%) no significa que no tenga un problema.

El análisis del Parlamento Europeo recuerda que, en especial durante la crisis financiera, diversos estudios analizaron la evolución de la crisis en el grupo de países del sur de Europa, que componen, además de Grecia e Italia, Portugal e Italia, junto a países del Este como Rumanía o Bulgaria. Los principales factores de la economía sumergida, según el informe, son la elevada cuña fiscal, la tasa de desempleo, el bajo gasto en políticas de activación del mercado laboral y la calidad de las instituciones, cuestiones en las que nuestro país ha tenido que realizar importantes reformas en la última década.

Pero la receta española, especialmente con el Gobierno de PSOE y Podemos, se ha apartado de la griega. En primer lugar, la reforma laboral se ha centrado en la contratación, incentivando el empleo indefinido, pero sin tocar aspectos como la regulación de la jornada o el pluriempleo, que en España, a diferencia de Grecia, es mayoritariamente asalariado.

El Ejecutivo español ha actuado en el ámbito de los autónomos con las reformas emprendidas por la Seguridad Social. Pero en lo que se refiere al tiempo de trabajo el foco se centra en el control del tiempo de trabajo. Pero el foco principal está en las empresas, que han sido el foco de las numerosas actuaciones contra el uso de falso autónomos, contratos temporales y fijos discontinuos en las empresas. A ello se suman varios el cambios en el control de los despidos colectivos hasta el punto de que se ha hablado de una "reforma silenciosa" que ha contado con el rechazo de la patronal.

En lo que sí se asemeja el caso español y el griego es precisamente en el papel de la inspección. El organismo lleva casi dos años reclamando a Díaz un refuerzo de sus efectivos para afrontar la situación, y aunque Trabajo se ha comprometido a ello, la mejora sigue bloqueada por el Ministerio de Hacienda. Esto ha conducido a la primera huelga de los inspectores en su historia, una movilización suspendida por la convocatoria de las elecciones y que, previsiblemente, se retomará en cuanto se logre constituir un nuevo Gobierno.

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Comentarios 7

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Funcionarios 1- Privada 0
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Mucha administración, muchos organismos y muchos funcionarios. Según la EPA de hace más de un año tenemos mismo número de funcionarios que en tiempos boyantes (2008) con más de tres millones. Por eso aquí hace falta una poda como en Grecia, pero con gobiernos formados en su mayoría por funcionarios eso no va a ser por ser votos fáciles y rápidos

Puntuación 21
#1
Aurelio
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Desde cuando a la izquierda le interesa que haya menos parados? Lo que hacen es para que haya mas, darles una paguita y que les voten en la próxima. Yolanda de empresa no sabe nada y del resto lo pongo en duda....salvo de pasarela claro, con nuestro dinero!

Puntuación 17
#2
Escarabajo azul
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Aquí no solo sobran paguitas y funcionarios también sobran el 90% de políticos.

Así que vamos a ponernos las pilas en todos los campos.

Reducción del gasto en todos los departamentos.

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#3
¡NO!
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NO molesten a YoliPlanchaBragas con estas nimiedades, ella está ahora en sus alturas Galácticas, diseñando cómo planchar en un Cohete Espacial.

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#4
pepe
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mejor comparen la vagancia de ciertas regiones de españa con africa o cuba....

eje: valencia,.....no se tocan mas lo cojones porque no tienen mas manos...intentas comprar algo, que te provean algo, que te hagan un trabajo.....imposible....responden tarde o jamas...es increible....por algo dejaron de ser reino........

y si llegan extranjeros con ganas de trabajar rapido.........o proveer,,,,,,,,mejor

Puntuación 5
#5
Marta Cruz
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Nunca me hubiera podido imaginar que tengamos más parados que Grecia.

Ya no podemos caer más abajo, somos los últimos de Europa.

Puntuación 11
#6
Luis Rodriguez
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Y mientras la Ministra de Trabajo hablando de naves espaciales y galaxias.

¡Lamentable!

Puntuación 16
#7