El nuevo cambio que se está produciendo en el orden mundial está llevando a que Europa y Latinoamérica estén cada vez más cerca. La denominada guerra fría comercial entre China y Estados Unidos, que puede traer importantes consecuencias económicas como la contracción del 5% del PIB mundial, según el último informe de la Organización Mundial del Comercio.
Ante este panorama, el secretario general Iberoamericano de SEGIB (Secretaría General Iberoamericana), Andrés Allmand, aseguró este martes en un almuerzo organizado por el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (CEAPI), que Europa está "en condiciones" de entrar como el principal competidor de China en Iberoamérica.
El gigante asiático es, ahora mismo, el principal socio comercial de la región. Actualmente, tienen acuerdos de libre comercio con Perú, Chile, Costa Rica y Ecuador. A esto se suma que hay países que destacan actualmente por su comercio y relaciones con Pekín, sobre todo Brasil y Argentina por el mercado de materias primas como la soja o el grano. Pero a China también le interesan ciertas materias primas esenciales para la transición energética.
Según el observatorio de política china, el país tiene dos manera de invertir en estos países: "A través de la compra de materias primas y el establecimiento de empresas mixtas en la producción de dichas materias", aseguran desde el Observatorio.
"China tiene una política que partió del ámbito comercial y se fue desplazando hacia el ámbito de la financiación", aseguró Allmand. Ante esta tesitura, el secretario general explicó que América Latina no quiere verse amenazada por la pugna entre Estados Unidos y China y que "la entrada de un tercer actor abre muchas posibilidades", dijo refiriéndose a los Veintisiete.
Allmand aclaró que China "se va a quedar en la región", pero recalcó que Europa necesita "tener una presencia más activa".
En este sentido, Andrés Allmand reiteró que la ventaja con la que parte Europa en este área geográfica es que "ya hay un capital tremendo, las empresas ya están allí, conocen la administración y está prácticamente todo asentado". De hecho, Europa es el segundo inversor y socio comercial en la zona.
Por ejemplo, España es el segundo inversor de Brasil con un total de 2.679 millones de capital español en 2022, un aumento del 6% con respecto al año anterior. Además, el stock de inversión es de 47.930 millones de euros, es decir, copa el 7% de la cuota de inversión total, según los datos del Icex.
Las vueltas del acuerdo UE-Mercosur
En su momento, Pedro Sánchez anunció, durante una visita del presidente de Brasil, Luíz Inácio Lula da Silva a Madrid, que la presidencia de España del Consejo Europeo tendrá como línea principal el llevar adelante el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur. Además, aseguraron fuentes de Moncloa a elEconomista.es que España ve en este documento un "freno" a China en Latinoamérica.
En esa misma línea habló Andrés Allmand en su intervención: "Latinoamérica necesita financiación tecnológica e inversión, no para usar de manera extractivista de recursos, sino para agregar valor con procesos industriales". Por este motivo, el secretario recalcó que la aprobación de este acuerdo generará "flujos positivos entre ambas partes y dará acceso a mercados que hoy en día no son accesibles".
Este tratado lleva en el cajón 20 años y, para Allmand, esto necesita "un impulso político", porque muchas veces las características técnicas pueden llevar a confusión, pero para él ese no es el problema: "el problema es político", recalcó.
Allmand también habló de que, del lado de América Latina, se necesita establecer una "seguridad jurídica" para que las inversiones quieran entrar en ese mercado. Añadió que la inestabilidad en los marcos regulatorios y la inestabilidad política "espantan la inversión", al mismo tiempo que sentenció que el populismo "no es una buena receta".
Con todo, dio un marco a la esperanza y se mantuvo optimista con la entrada de empresas latinas en Europa y viceversa. Recalcó que en la región "ya hay un porcentaje significativo de unicornios" (empresas creadas en menos de diez años que logran un valor de 1.000 millones de dólares sin cotizar en el mercado internacional).
El dirigente fue claro y aseveró que el intercambio no solo tendrá que ser comercial o de inversión, sino también hay que abrirse al talento. Desde su experiencia, aseguró que al frente de la secretaría general, lo que más les demandan las nuevas empresas es cómo se pueden internacionalizar y, en ese sentido, España cuentan con una gran ventaja. Según un estudio del Icex, la mayoría de las Pymes, startups y empresas denominadas Multilatinas, utilizan a España como puerta de entrada a Europa.
El propio embajador de Brasil en España, Orlando Leite Ribeiro, aseguró a elEconomista.es en una entrevista, que las empresas brasileñas apuestan por España como su puente hacia Europa.
Por tanto, el máximo responsable de la SEGIB reiteró que Europa y América latina "se necesitan mutuamente" para aprovechar todas esas múltiples oportunidades que hay en el ámbito de la digitalización, las energías limpias e infraestructuras.