Economía

Fedea pide reformas que reduzcan la precariedad laboral y mejoren la seguridad jurídica

Ángel de la Fuente, director Ejecutivo de Fedea

La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) ha publicado este lunes un informe sobre los retos futuros del mercado de trabajo en España en el que demanda mejoras para reducir la precariedad y mejorar la seguridad jurídica en la contratación laboral.

En este trabajo se valora positivamente la reforma laboral de 2021, que califica de "equilibrada para reducir la temporalidad contractual", ya que anteriormente "España presentaba un mercado de trabajo dual donde un tercio de los trabajadores estaba siendo contratado con un contrato temporal y con una tasa de temporalidad muy por encima de la media europea".

Fedea también sostiene que el mantenimiento de las fórmulas de flexibilidad laboral de anteriores reformas, combinado con la potenciación de las suspensiones contractuales y reducciones de jornada por causa empresarial, "está logrando una enorme contención del empleo ante las dificultades económicas de las empresas".

En materia salarial, también ve beneficioso que algunos convenios de empresa se han tenido que enganchar a las tablas salariales mínimas de los convenios sectoriales, que el crecimiento de los salarios ha sido moderado y que están funcionando con eficacia los ajustes cuando han sido necesarios.

En la parte preocupante, Fedea destaca dos aspectos. En primer lugar el contraste entre el buen comportamiento de la tasa de temporalidad contractual del sector privado, con su estancamiento y ausencia de flexibilidad del sector público. Por otro lado, advierte de que se empiezan a ver indicios de que la caída de la temporalidad contractual no está viniendo acompañada del todo de una reducción de la precariedad laboral real.

En este sentido, Fedea alerta de que "aunque aún hay que esperar un poco a que se consolide este nuevo marco contractual para una evaluación más justa de la reforma,  se empiezan a ver señales preocupantes, como la alta creación y destrucción diaria de empleo, lo que estaría indicando alta rotación e intermitencia o discontinuidad en el empleo, o la menor duración de los contratos indefinidos, con una utilización en ocasiones excesiva de la extinción en período de prueba".

Los autores del estudio precisan que "si estas tendencias se acaban consolidando, es muy probable que, a pesar de que la tasa de temporalidad contractual ha bajado prácticamente a la media europea, en breve volvamos a meter en la agenda de retos laborales la lucha contra la precariedad laboral real y en favor de la estabilidad del empleo, principalmente entre los más jóvenes".

Fedea propone en su análisis restringir más el uso de los contratos precarios, ya sean temporales (con los nuevos contratos temporales de circunstancias de la producción) o indefinidos (con las nuevas modalidades de los contratos fijos discontinuos), con una mayor seguridad jurídica y flexibilidad de la contratación indefinida ordinaria.

'Mochila austriaca'

El informe recomienda la introducción de un sistema de cuentas individuales, la denominada 'Mochila austriaca'. Primero, "porque introduce dinamismo en el mercado de trabajo, pues, al ser trasportable, el trabajador tiene más incentivos a cambiar de empresa o de trabajo sin miedo a perder sus derechos por antigüedad".

En segundo lugar, se añade: Ayuda a las empresas a sobrevivir en las crisis porque no tiene que despedir al trabajador con menor coste de despido, sino al trabajador menos productivo, y, al haber adelantado parte del coste de despido en la cuenta individual del trabajador, puede ayudar financieramente a las empresas, especialmente las pymes, que en las crisis tendrán que afrontar un menor pago de indemnizaciones".

"Aclaramos, por si hay dudas, que estas cuentas individuales sufragarían sólo, parte o todo, el coste del despido objetivo procedente (20 días salario año) y no el diferencial con la improcedencia extintiva (33 días salario año) o las mejoras pactadas en despidos colectivos, que serían a cargo siempre de la empresa", precisa la fundación.

En materia de teletrabajo, Fedea pide "suprimir la actual legislación y recuperar la regulación común del teletrabajo, sin distinción de umbrales, y exigir, tan sólo, este formalismo rígido en trabajos a distancia a tiempo completo".

Semana de cuatro días

En relación a la semana laboral de cuatro días, Fedea dice que "es una idea atractiva, con gran recorrido futuro", pero que no debe conducir a espejismos ni a equívocos. A su entender, "no hay que caer en el error de una reducción generalizada de las jornadas semanales o de la jornada anual vigente".

En este sentido, precisa que "el camino hacia jornadas laborales semanales de cuatro días no está siendo, ni debe ser, el de la imposición legal, sino el de la adecuación a la productividad empresarial a través de la negociación colectiva o los pactos individuales con los trabajadores".

Para Fedea, "no es necesaria una ley de reducción de la jornada máxima legal, aquí de 40 horas semanales de promedio en cómputo anual, reducidas por la negociación colectiva o pacto individual con herramientas de flexibilidad, para conseguir este objetivo".

Por otro lado, Fedea reclama cambiar el diseño de las prestaciones asistenciales para introducir incentivos a buscar empleo que compatibilicen la percepción de la prestación (al menos una parte) con el salario.

El organismo también es partidario de incentivar la jubilación parcial, facilitar la jubilación activa desde el empleo, que sea flexible desde la retirada del mercado laboral, así como dejar de topar las rentas adicionales de los jubilados. A su vez insta a implementar un nuevo contrato de trabajo "compatible con reglas específicas que, sin discriminar por edad, tengan en cuenta que ya el pensionista está cubierto por una renta pública, lo que puede descartar, en estos supuestos, una indemnización por despido".

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