
La elevada inflación y el endurecimiento de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) están teniendo un impacto adverso sobre la situación financiera de los hogares.
Lo advierte el Banco de España (BdE) en un informe sobre La situación financiera de los hogares. Así, señala que, a pesar de que la renta bruta disponible nominal de los hogares ha sido en 2022 un 6,8% superior a la del año 2020, la inflación ha provocado una pérdida de poder adquisitivo acumulada del 4,5% en este periodo, lo que ha limitado la capacidad de ahorro y gasto de las familias españolas.
El supervisor financiero apunta que la inflación también ha erosionado el valor de los activos financieros más líquidos, limitando su capacidad para actuar como colchón a la hora de hacer frente a los gastos. Asimismo, dice, "aunque la inflación reduce el valor real de las deudas, los mayores tipos de interés han incrementado la carga financiera de los hogares con préstamos a tipo variable, lo que también ha supuesto un descenso en su capacidad de gasto".
El banco central destaca que los efectos del aumento de la inflación y de los tipos de interés sobre la situación financiera y el consumo de las familias son desiguales por tipo de hogar. "Estos efectos dependen de la composición del gasto del hogar, de su capacidad de ahorro, del nivel de endeudamiento y del tipo de deuda contraída, así como de sus tenencias de activos financieros, elementos, todos ellos, que suelen variar con el nivel de renta".
La institución recuerda que los hogares con menor renta tienen una posición más vulnerable frente al aumento de la inflación por la composición de su cesta de consumo y su menor capacidad de ahorro. "Así, el consumo de los hogares en el quintil inferior de la distribución de la renta, que se corresponde con el 20% que menos ingresa (inferior a 9.125 euros anuales), absorbe prácticamente los ingresos disponibles y tiene un mayor sesgo hacia bienes y servicios de primera necesidad".
En concreto, añade, "estos hogares dedican un 55% de sus ingresos al gasto en bienes de primera necesidad, como la alimentación y los suministros básicos, como agua, electricidad telefonía, etc., frente al 30% del quintil mediano".
En su informe, el supervisor señala que, si además se incluyen los alquileres de la vivienda principal o el servicio de la deuda (intereses más amortización), el gasto esencial suponía el 79% de los ingresos en el quintil más bajo en el año 2020 frente al 44% en el quintil mediano. Además, "la inflación ha tenido una incidencia notable en los bienes y servicios básicos, por lo que los hogares con menos ingresos han soportado una inflación más alta que la que se desprende para el conjunto de la economía".
De acuerdo con Esteban García Miralles, del departamento de riesgos del Banco de España, "entre agosto de 2021 y septiembre de 2022, la inflación experimentada por el 30% de los hogares de menor renta habría sido de aproximadamente el 11,3% frente al 9,7% en el caso del 30% de los hogares de mayor renta".
El banco central destaca que el gasto esencial de los hogares en el primer quintil de renta se elevaría del 79% de su renta bruta total en el año 2020 al 86% en 2022 como consecuencia de la inflación, y hasta un 87% si se incluye el aumento de los tipos de interés. "Estos hogares presentan una menor holgura en términos de disponibilidad de activos financieros líquidos para sufragar su consumo".
En consecuencia, se precisa que en el año 2020 los depósitos a la vista del quintil de los hogares con renta más baja solo cubrían el 78% del consumo esencial anual. "Una situación que se ha visto deteriorada con la inflación y el aumento de los tipos de interés, que conduciría a una disminución de esta ratio hasta el 56%". Por otra parte, añade el supervisor financiero, "la capacidad de gasto esencial se reducirá por debajo del 100% para los tres primeros quintiles de renta, lo que puede inducir a un freno del consumo de manera más generalizada".
La entidad gobernada por Pablo Hernández de Cos advierte de que el encarecimiento de la cesta de la compra y del servicio de la deuda supondría un aumento del número de hogares para los que la renta no cubre el gasto esencial. Recuerda que, en el año 2020, el 7% de los hogares no cubría los gastos esenciales con su renta bruta total, porcentaje que se elevaría al 9% en 2022 por la inflación y los tipos de interés. Asimismo, el porcentaje de hogares en una situación especialmente frágil, definidos como aquellos que no pueden cubrir el gasto esencial ni con su renta ni con sus depósitos a la vista durante más de un mes, se elevaría del 3,4% al 4,1%.
Los porcentajes anteriores, comenta el Banco de España, son sustancialmente más elevados en el primer quintil de la renta, en el que los hogares en esta situación representaban el 14,6% en 2020 y habrían pasado a suponer el 19% en 2022. Por su parte, el porcentaje de hogares cuyos depósitos serían insuficientes para hacer frente al gasto esencial no cubierto por su renta durante más de seis meses pasaría del 4,5% al 5,8%. El aumento para el primer quintil de renta sería superior, y pasaría del 19,1% en 2020 al 22,9% en 2022.
El impacto de la inflación y el aumento de los tipos de interés hace que para el quintil mediano el porcentaje de renta dedicado al gasto esencial se eleve del 44% al 49%, mientras que para los hogares en el mismo quintil endeudados a tipo de interés variable aumentaría desde el 52% al 60%. No obstante, según la institución, el porcentaje de hogares endeudados en estos grupos es relativamente pequeño, de un 11% y un 21% en el primer y segundo quintil de renta, respectivamente, frente a más del 40% en los dos quintiles más elevados.
El Banco de España recomienda una medidas focalizadas en apoyar las familias más vulnerables. Destaca también que los ejercicios anteriores no han tenido en cuenta algunos elementos relevantes, los cuales han afectado a la evolución de la situación financiera de los hogares en los últimos trimestres. En concreto, las ayudas desplegadas en forma de transferencias de rentas a los hogares con rentas bajas, el incremento puntual de las pensiones no contributivas, o la introducción del ingreso mínimo vital.
Por su parte, un estudio del profesor José Luis Nueno recoge que casi la mitad de la población española se siente empobrecida y se declara preocupada por el impacto de la subida de los tipos de interés en su economía (69%) y por la persistencia de la inflación (55%). El estudio asegura que los consumidores tienen una renta nacional disponible per cápita de 19.817 euros y gastan 22.598 euros, por tanto, en términos agregados, gastan más de lo que ganan.