
De la mano de la reapertura china, Asia está preparada para impulsar el crecimiento económico global este año. Así se desprende del último informe sobre este continente del Fondo Monetario Internacional (FMI), que pronostica que China e India, en conjunto, generen aproximadamente la mitad del crecimiento mundial este año. Así, si se tiene en cuenta la contribución de Asia y el Pacífico al crecimiento mundial en este ejercicio, será de casi el 70%, un porcentaje mucho mayor que el de los últimos años.
Según las proyecciones del FMI, Asia experimentará un crecimiendo del Producto Interior Bruto (PIB) de 0,3 puntos este año, del 3,8 de 2022 al 4,6 de este ejercicio. Para 2024, sin embargo, se estima un leve recorte, hasta los 4,4. La vuelta del gigante asiático es el principal motor de este estímulo, ya que "el aumento del consumo está impulsando el crecimiento en la región, pese al debilitamiento de la demanda en el resto del mundo", desarrolla el informe.
Entre los riesgos, indice el informe, figuran los efectos indirectos de un endurecimiento de la política monetaria mayor de lo previsto en Estados Unidos y las perturbaciones en las cadenas de suministro asociadas con la fragmentación geoeconómica.
A corto plazo, desarrollan desde el FMI, "deberá mantenerse el endurecimiento de las políticas monetarias y fiscales para reducir la inflación de forma duradera hasta las metas de los bancos centrales y estabilizar la deuda pública", ya que, para gestionar los shocks mundiales, "se necesitará una respuesta de política económica integrada que utilice todas las herramientas disponibles". "Si bien los sistemas financieros de Asia no han experimentado impactos importantes tras la reciente turbulencia bancaria en EEUU y Europa, se deben seguir vigilando con atención, dado el elevado apalancamiento de los hogares y las empresas".
En el largo plazo, se prevé que la economía china, que ha sido el principal motor de crecimiento regional y mundial durante décadas, se ralentice considerablemente ante los factores demográficos desfavorables y la desaceleración de la productividad. "La región debe dar prioridad a las reformas estructurales que impulsen el crecimiento a largo plazo, como por ejemplo mediante la innovación y la digitalización, además de acelerar la transición a la energía verde", finaliza el citado informe.
Así las cosas, si ponemos el foco en las firmas de nuestro país beneficiadas por el crecimiento de esta región, aparecen en las primeras posiciones Acciona, Ferrovial Gestamp, Grifols o Inditex, que buscan aprovechar el crecimiento de la economía y el consumo en Asia debido a la importancia de este mercado en su negocio.
India
En las últimas proyecciones de crecimiento de Perspectiva de la economía mundial, se observa un aumento del PIB de India para el próximo ejercicio del casi medio punto, al pasar del 5,9 estimado para 2023 al 6,3 de 2024.
Unos datos que no sorprenden si se tiene en cuenta que India ya ha desbancado a China como el país más poblado del planeta, según las proyecciones demográficas de la ONU. Y es que, ni la suma de toda la población europea y latinoamericana es suficiente para alcanzar la de estas dos regiones asiáticas por separado. Pero frente a frente, el rápido crecimiento demográfico del país que lidera Narendra Modi –con una población con una edad media de 28,7 años frente a los 38,4 años de China y el salvaje éxodo del campo a la ciudad de los últimos treinta años– evidencia el potencial de este mercado para los inversores.
¿Dónde se encuentra el potencial de India? Según una encuesta citada por el Times of India y que recoge Bob Capital Markets, la clase media india ha pasado del 14% de la población en 2005 al 31% actual. Esta creciente clase de compradores con aspiraciones está impulsando la demanda de productos de calidad a precios asequibles y la facilidad del crédito al consumo. En este sentido, esta firma de inversión cree que "India está en vías de un aumento secular de la renta per cápita, dado que su crecimiento demográfico se ha moderado hasta el nivel en el que varias economías desarrolladas han experimentado una aceleración de sus niveles de renta per cápita", subrayan.
Entre los últimos hitos del otro gigante asiático también destaca que, pese a ser un país con una renta per cápita muy baja, logra superar a Reino Unido en términos agregados de producción, y ahora India se prepara para hacer lo mismo con Alemania y Japón.
China
China ha sido el país que ha copado todos los focos cuando se hablaba de crecimiento económico y futuro. Sin embargo, el gigante asiático por excelencia se está atascando (tanto en términos económicos como demográficos) antes de llegar a ser un país desarrollado. Ahora, son cada vez más los analistas que ponen el punto de mira en la India.
No obstante, según los últimos datos publicados por el FMI, la primera economía mundial sigue siendo EEUU, con un PIB que supera los 26 billones de dólares, seguida cada vez más de cerca por China que produce cada año el equivalente a 19,24 billones de dólares en bienes y servicios (PIB). En el quinto puesto aparece ya la India con un PIB que se aproxima poco a poco a la zona de los 4 billones de dólares.
Paul Diggle, economista jefe y Catriona Macnair, cree que la economía china crecerá por encima de lo previsto en 2023 tras la reapertura. "El primer ministro, Xi Jinping, apunta a un crecimiento del PIB del 5%, y los servicios son el motor de esta expansión. Los datos de las ventas al por menor y de la encuesta empresarial de servicios han sido sólidos, confirmando el repunte impulsado por el consumo. La encuesta no manufacturera puede haberse situado ligeramente por debajo del consenso (56,4 frente a los 57 esperados), pero sigue siendo un nivel muy alto, lo que indica que los servicios proporcionarán una buena base para el crecimiento del PIB en el segundo trimestre", indica.
Otras economías
Otras economías emergentes de la región están en vías de registrar un crecimiento sólido, aunque en algunos casos a tasas ligeramente inferiores a las del año pasado.
El caso de Rusia, las sanciones impuestas por las potencias occidentales tras la invasión a Ucrania que comenzó el año pasado han restringido la capacidad importadora de la economía rusa. Sin embargo, pese a que la economía del país presidido por Vladímir Putin sufrío una contracción del 2,1% en 2022 por las consecuencias del conflicto en Ucrania, esta caída fue menos a la que se esperaba.
Y es que, la caída del PIB ruso, a pesar de suponer un profundo deterioro respecto de la expansión del 5,6% de la economía del país euroasiático, representa una recesión menos intensa de lo previsto inicialmente. Según proyecciones del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), es posible que la economía rusa siga contrayéndose en 2023. Se prevé que su PIB disminuya un 2,5 % en la hipótesis más pesimista (OCDE) o un 0,2% según el Banco Mundial. El FMI espera que haya crecimiento en 2023 (0,7%).