
Los contenidos publicados por los usuarios son la base del negocio billonario de las plataformas y redes sociales. Pero, más allá de una minoría de 'influencers', sus creadores nunca reciben retribución por una tarea que les lleva horas y que raramente recibe siquiera la consideración de 'trabajo'. Ahora, el Joint Research Centre de la Comisión Europea se atreve a aportar cifras al debate en un informe que presta especial atención a la comparación entre nuestro país y Alemania.
El estudio determina que el 45,1% de los españoles y el 21% de los alemanes en edad de trabajar (entre 16 y 65 años) crean y publican contenidos en redes y plataformas de todo tipo. Aunque no todos ellos dedican el mismo tiempo, los autores estiman una media de 40 minutos semanales por persona para los creadores germanos y 2 horas para los de nuestro país. Extrapolado por el tamaño de la población en edad de trabajar, se traduce en 31 millones de horas semanales en Alemania y 48 millones en España.
Esta cifra equivale a 1,45 millones de empleados españoles y 841.000 alemanes trabajando ocho horas al día cada semana para crear y 'compartir' unos contenidos por los que no son retribuidos. Es decir: el 4,7% de la fuerza laboral española y el 1,6% de la alemana trabajando a jornada completa.
¿Por qué pagarlo?
La pregunta que surge, obviamente, es por qué esta actividad debería ser remunerada. El estudio reconoce que las personas comparten contenidos en redes sociales lo hacen por motivos que van desde la "diversión y la socialización" hasta la posibilidad de promocionar el propio trabajo o ganar experiencia. También por la expectativa de generar futuros ingresos relacionados con la popularidad dentro de la plataforma, por ejemplo a través de la publicidad, como hacen los influencers.
Pero el informe recuerda que el modelo de negocio de estas plataformas y redes sociales, que incluyen a todos los gigantes de Internet, como Google, Meta, Microsoft o Twitter, sí se basa en los contenidos de sus usuarios. El informe recuerda que lo utilizan para atraer a otros usuarios y mantenerlos activos el mayor tiempo posible, "lo que genera ingresos a través de anuncios en la plataforma o mediante la comercialización de información sobre los usuarios".
También, cada vez más, para alimentar sistemas de aprendizaje automático para algunas tareas como el reconocimiento de voz o de imágenes, las recomendaciones de productos, la traducción de idiomas. "En otras palabras, la principal fuente de valor de estas plataformas son los contenidos generados por los usuarios", incide el estudio. Sin embargo, pese al valor económico que tiene la creación de contenidos, no los retribuyen de forma directa. En la práctica, su consideración es la misma que la de los usuarios pasivos que solo leen esos contenidos.
Y esto tiene especial relevancia en España, donde el porcentaje de creadores de contenido es mucho más elevado que en el resto de Europa y duplica la de Alemania. Aunque la estimación de los trabajadores a tiempo completa es un constructo estadístico, el estudio señala que, en la práctica, un 10% de los españoles pasan más de 10 hora semanales creando contenido para internet y un 2% supera las 20 horas.
¿Pero cuál es el perfil de los creadores de contenidos? Tanto en Alemania como en España el grupo más numeroso corresponde a los estudiantes, seguidos por los autónomos y los desempleados, aunque las diferencia en la proporción de personas de cada grupo es notoria. Y también en el tiempo que dedican a crear contendidos.
En Alemania, el único grupo que pasa más de 10 horas produciendo y compartiendo contenidos en línea es el de los desempleados, mientras que en España los estudiantes son los que pasan más horas, seguidos de los desempleados y los empleados a tiempo parcial. El 6% de los estudiantes españoles pasa más de 20 horas a la semana, y el 14% más de 10 horas a la semana produciendo y compartiendo contenidos en plataformas online.
De la diversión al 'altruismo'
La plataforma más mencionada para compartir contenidos fuera de la familia y los amigos íntimos en ambos países es Facebook, seguida de Instagram y Twitter. Alrededor del 25% de la población española en edad de trabajar, y alrededor del 15% de la alemana, han utilizado Facebook en los últimos 12 meses para compartir contenidos producidos por ellos mismos con personas ajenas a su familia y amigos cercanos.
En España, Instagram se menciona casi con la misma frecuencia que Facebook. En general, el uso de cualquiera de las plataformas es mayor en nuestro país que en Alemania, con una única excepción: TikTok. El 2,9% de los germanos crean contenidos en la red china, frente al 2,5% de los españoles.
La principal motivación para publicar contenido en Internet es la diversión. En Alemania, el 96% de los creadores lo hacen por este motivo y en España un 80%. Pero para los alemanes la la segunda motivación más mencionada es el 'intercambio no monetario o trueque' (un 37%, frente al 20% en España), mientras que en España es el reconocimiento (50%, frente al 19% en Alemania). La adquisición de experiencia y el "altruismo" también se mencionan con frecuencia en ambos países (entre el 25% y el 40% de los encuestados, respectivamente).
Las motivaciones más comerciales o profesionales (publicidad, expectativa de ingresos futuros, regalos o lotería) son las menos mencionadas en ambos países, aunque en España la publicidad y la expectativa de ingresos futuros es mencionada por alrededor del 15% de los que comparten contenidos, frente al 4,5% de los alemanes.
En cualquier caso, los autores del estudio recalcan que la naturaleza de esta actividad es incierta, lo que obliga a los "responsables políticos a prestar más atención a este fenómeno". La producción y publicación de contenidos para plataformas en línea implica una cantidad creciente de trabajo que produce valor económico, pero no es remunerado, "en un proceso del que se apropian y coordinan las grandes empresas transnacionales". "Como mínimo, esto requiere cierto escrutinio y debate", remarca el informe.