
La cesta de la compra en Francia se va a seguir encareciendo en los próximos meses. Según advirtieron este viernes los economistas del Instituto Nacional de Estadística galo (Insee), se espera un nuevo salto en el precio de los alimentos en mayo. En concreto, prevén que la inflación en la cesta de la compra alcance el 15,8% en un año, es decir, 0,9 puntos más que en abril, antes de asentarse en el 15,5% a mediados de año.
El Ejecutivo de Macron anunció a inicios del mes pasado un acuerdo con las principales cadenas distribuidoras del país para crear una cesta de productos básicos que ayude a contener los precios de los alimentos. Esta medida se aplica durante lo que denominan "el trimestre antiinflación" que va a durar hasta junio, cuando se espera que comience a bajar la inflación todavía enquistada en la economía gala.
Ahora mismo Francia atraviesa un período de crecimiento débil y una inflación enquistada en la horquilla del 5%-6% y así se va a mantener durante los próximos meses según avanzó el Insee. Aún así, el organismo asegura que se espera "una ligera disminución de la inflación" a partir del verano. En concreto remarcan que "a mediados de 2023, con el cambio anual de los precios al consumidor podría disminuir ligeramente la inflación gracias a los efectos de base en los productos derivados del petróleo".
En abril la inflación en el hexágono sufrió un repunte hasta el 5,9%, frente al 5,7% del mes anterior, pero a partir de junio el Insee adelanta que el ritmo debería moderarse al 5,4%, una previsión que se mantiene con respecto a la que realizaron en marzo.
Pero el Insee es claro y advierte que este leve descenso en el IPC "no indica su evolución durante la segunda mitad del año" porque "existen fuertes incertidumbres", sobre todo en el tema de la evolución de los precios de los alimentos y los servicios.
Lo que sí es cierto es que los precios agrícolas llevan meses cayendo pero los precios al productor de las industrias agroalimentarias "no muestra ninguna inflexión en este momento", señalan desde el Instituto. Esto es lo que lleva al Ministerio de Economía (Bercy) a ejercer presión sobre los fabricantes y la gran distribución, para que vuelvan a abrir las negociaciones y trasladen la caída de estos precios de las materias primas a la cesta de la compra cuanto antes. Además, los precios en los servicios también han pisado el acelerador, con un incremento del 3,5% previsto para comienzos de verano. Este incremento está motivado, aseguran, por el aumento de los salarios.
En lo que respecta a la actividad económica, desde el Insee recalcan que ya se está empezando a notar la subida de los tipos de interés por parte del BCE en la evolución del PIB. Tal es así, que confirman su previsión del mesa anterior de un crecimiento del 0,2% en el segundo trimestre, en la misma línea que con el primero.
Esta predicción está muy en consonancia con el consenso de Bloomberg, que agrupa las media de las previsiones de los principales analistas macroeconómicos, y que prevé que la economía gala se expanda un 0,3% durante el segundo trimestre.
Esto significa que, aunque la economía francesa se estanque en el segundo trimestre, las previsiones de crecimiento del PIB francés para 2023 están en el entorno del 0,5% según las estimaciones del Insee y del 0,6% según Bloomberg.