
Aunque el deseo de una parte mayoritaria de los trabajadores es adelantar lo máximo posible la jubilación siempre que se haga en unas condiciones favorables, algunas personas ven en la opción contraria, la de alargar el trabajo más allá de la edad de jubilación ordinaria, una alternativa atractiva.
Es lo que se denomina jubilación demorada, aquella jubilación que se produce más tarde de la edad ordinaria de jubilación y que proporciona recompensas a los trabajadores por cada año trabajado más allá de esa edad ordinaria, que en 2023 es de 65 años para las personas de 37 años y nueve meses cotizados y de 66 años y cuatro meses para las que no llegan a esa cotización.
¿Por qué seguir trabajando a partir de los 65 o 66 años? Las razones serán muy diferentes en cada caso, pero dos de las más frecuentes son el aumento de la pensión de jubilación (si se incrementan los años cotizados se tiene derecho a más base reguladora) o la falta de cotizaciones suficientes para cobrar una pensión contributiva de jubilación (que exige 15 años cotizados).
Esta modalidad recibió un fuerte impulso con la entrada en vigor de la primera pata de la 'reforma Escrivá' de las pensiones, en la que se mejoraron los incentivos que ofrece a los trabajadores. La intención última del Gobierno era alinear la edad real, que actualmente es de 64,8 años, con la edad ordinaria de jubilación. Las miradas están puestas en el sobreesfuerzo al que será sometido el sistema de pensiones por las jubilaciones de la generación del 'baby boom' y la necesidad de aumentar la financiación a través de las cotizaciones.
Según los estadísticas publicadas en la página web de la Seguridad Social, en el primer año con los nuevos incentivos a la jubilación demorada esta modalidad pasó en 2022 de un 4,8% a un 5,3% del total de jubilaciones, pero el aumento potencial que quiere el Gobierno es mayor.
Así son las recompensas de la jubilación demorada
Tal y como explica la Seguridad Social en su página web, la jubilación demorada ofrece tres grandes recompensas a los trabajadores que alargan su jubilación más allá de la edad ordinaria:
-Un 4% extra de la base reguladora por cada año trabajado más allá de la edad ordinaria de jubilación. Esta recompensa es mucho mayor que la que concede la jubilación ordinaria por cada año trabajado, de entre un 2,52% los primeros años y un 2,28% después.
La ventaja de esta recompensa es obvia, ya que ayudará al ciudadano a tener una pensión de jubilación de mayor cuantía: el método de cálculo de las pensiones de la Seguridad Social concede mayores porcentajes de la base reguladora conforme mayor es el número de años trabajados por el pensionista.
-Una cantidad a tanto alzado por cada año trabajado de más. Estas cantidades, una especie de cheque al trabajador, pueden ser de entre 5.000 y 12.000 euros al año dependiendo de la cotización previa acumulada por el trabajador antes de la edad ordinaria. Los trabajadores con 44 años y seis meses trabajados tienen un 10% extra.
Recientemente, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, aseguró que su departamento ha llegado a pagar cheques de 200.000 euros por la jubilación demorada, aunque la media para un retiro demorado tres años es de unos 30.000 euros.
-Una combinación de las dos opciones anteriores "en los términos que se determinen reglamentariamente".
El trabajador debe saber que la elección que haga en el momento de llegar a la edad ordinaria de jubilación no podrá modificarse después (es decir, si elige un cheque cada año lo tendrá que mantener hasta su jubilación definitiva). Si no expresa explícitamente ninguna elección la Seguridad Social entenderá que su selección es la de porcentajes de base reguladora extra por cada año trabajado de más.