La Fed se prepara para hacer la que puede ser la última gran subida de esta ronda de endurecimiento monetario. Hace apenas unas semanas, los directivos del propio banco central estaban indicando que estaba sobre la mesa la posibilidad de un alza de 50 puntos básicos al tipo de interés, quizá seguida de unas pocas subidas adicionales hasta dar por terminado el proceso en verano. Pero la crisis bancaria de las últimas semanas ha enfriado notablemente las previsiones y hace pensar que el ciclo puede llegar a su fin ya este miércoles.
En este momento, el tipo de interés básico de la Fed está en el entorno del 4,5% al 4,75%. La previsión para este año, según el llamado 'dot plot' (las expectativas de tipos a corto y medio plazo de los dirigentes del Comité de Mercados Abiertos del banco central), era que el año acabase con los intereses entre el 5% y el 5,5%, pero la resistencia de la inflación había llevado a elevar esas expectativas. La frase "probablemente habrá que alcanzar un tipo máximo mayor de lo previsto" se había convertido en una coletilla del presidente de la institución, Jerome Powell, y de muchos de sus directivos. La idea que más enteros ganaba era la de una subida de 50 puntos básicos mañana, y varias más de 25 hasta quizá rondar el 6% para el verano.
Sin embargo, la crisis bancaria ha dejado todo en el aire. Los mercados acogen esta cita con gran incertidumbre y como una fecha clave para anticiparse al rumbo del ciclo de subidas que el banco central empezó hace ya ocho reuniones. Según el consenso de Bloomberg, hay un 80,5% de probabilidades de que la Fed siga los pasos del BCE e 'ignore' la crisis bancaria para mantener las subidas con un alza de 25 puntos básicos para llegar al nivel de 4,75%-5% para los tipos de interés. Tan solo un 19,5% de los analistas apuestan por que la Reserva Federal, ante la incertidumbre sobre el sector bancario y el daño en la economía, decidirá darse una tregua y mantener los tipos en su nivel actual.
Esta última es la tesis que han mantenido analistas como Bill Ackman, que ha afirmado que "aunque la Fed aún tiene que seguir mostrando determinación frente a la inflación", Jerome Powell puede mantener esta línea "haciendo una pausa temporal para evaluar el impacto de la crisis financiera", que ya se ha saldado con la quiebra de Silicon Valley Bank y Signature Bank en EEUU y Credit Suisse en Europa. Elon Musk respondió a sus tesis en Twitter pidiendo una bajada de 50 puntos básicos este miércoles.
En cualquier caso, el 60% de los expertos creen que en la siguiente reunión (en mayo), los tipos seguirán subiendo hasta el 5,25%, mientras que el 40% opina que se mantendrá en un máximo del 5%, ahora sí, dándose una pausa. Y en lo que coinciden mayoritariamente es que habría un ligero recorte de entre 25 y 50 puntos básicos a partir de septiembre tras un verano de tipos altos.
Lo que está claro es que la crisis de la banca ya ha tenido un impacto clave en el rumbo de la Fed (o al menos cómo lo contemplan los mercados). Antes de que Silicon Valley Bank estallara con las consecuencias que ha desatado, los mercados apostaban por una Fed acelerando el ritmo tras los datos de la inflación de febrero. El IPC del país cayó cuatro décimas respecto a enero, situándose en el 6%, pero lo preocupante fue la subyacente, que se mantuvo al 5,5%. Expertos como los de Nomura apostaban por alzas de 50 puntos básicos en esta reunión y ninguna bajada hasta 2024.
Una reunión clave
En medio de una lucha contra una inflación desenfrenada, la crisis bancaria ha supuesto un verdadero desafío para los bancos centrales, que han emprendido una de las mayores subidas de tipos de la historia (450 puntos básicos en apenas ocho reuniones) y ahora estas han abierto una crisis inesperada en la banca. En ese sentido, la disyuntiva está clara y ha abierto un fuerte debate entre los expertos: ¿contener la inflación a toda costa o templar los ánimos mientras se aclara la situación de las entidades?
Desde Ostrum AM lo tienen claro: Axel Botte, estratega global de mercados, defiende que la posibilidad de un alza de 50 puntos básicos se diluye completamente en favor de uno más leve. Sin embargo, mantiene que habrá subida en cualquier caso porque "la economía estadounidense ha demostrado una capacidad inusual para absorber las subidas de tipos" y piensa Botte que "el escenario de "aterrizaje suave" es más probable que el de "aterrizaje duro".
Sin embargo, Philippe Waechter, economista jefe de Ostrum AM, sí cree que en esta reunión habrá respuestas sobre la crisis bancaria más allá de las subidas de tipos, pues la Fed ha sido un elemento clave en la situación actual de la banca. "El comportamiento del SVB puede considerarse como un desafío al regulador, ya que, ignorando las advertencias de la Fed, el SVB podría mejorar su rentabilidad, lo cual parecía lo más importante para su directiva". En cualquier caso, Waechter destaca que "lo más inquietante es la incapacidad de la Fed para conseguir que el SVB revisara su modelo de riesgo y aceptara sus recomendaciones".
Raphael Olszyna-Marzys, economista internacional en J. Safra Sarasin Sustainable A, mantiene esta tesis alegando que "esperamos otra subida de 25 puntos básicos" pero cree que la influencia de la crisis se notará en próximas reuniones. "Esperamos también claros indicios de que el endurecimiento cuantitativo podría terminar antes, prevemos que la Fed señale un final anticipado del endurecimiento de los tipos".
Rimeu (La Française AM) señala que Powell dará esperanzas al mercado porque "señalará que el consejo está preparado para ajustar la senda de tipos"
El experto, por su parte, añade que, independientemente de la acción de la Reserva Federal en los próximos meses, "los últimos acontecimientos refuerzan nuestra opinión de que es probable que la economía estadounidense entre en recesión a finales de año. Será difícil, si no falso, que la Fed no muestre cierto deterioro en sus previsiones de PIB y desempleo".
François Rimeu, estratega senior de La Française AM, apuesta también por un alza de 25 puntos básicos. Además defiende que, "a pesar de la quiebra de dos bancos regionales estadounidenses y del riesgo de contagio en el sector bancario" la Reserva Federal "proseguirá su endurecimiento cuantitativo a razón de 95.000 millones de dólares al mes, gracias a su nuevo backstop denominado Bank Term Funding Program (BTFP) para contener los riesgos financieros".
Sin embargo, Rimeu señala que Powell dará esperanzas al mercado porque "señalará que el consejo está preparado para ajustar la senda de tipos y balance si las condiciones lo justifican" y espera fuertes cambios en sus proyecciones macroeconómicas, tanto en el PIB, como en el empleo, como en la inflación.
Por último, Franck Dixmier, director de inversiones global de Renta Fija de Allianz Global Investors, insiste en la necesidad de que la Fed no se detenga a pesar de la crisis: "Debe subir tipos" defiende el experto. "No puede contentarse con el nivel de inflación subyacente, con un IPC subyacente del 5,5% interanual en febrero, en el contexto de una economía estadounidense resistente y una demanda aún elevada". Por ello apuesta por un alza de 25 puntos básicos
En cualquier caso, destacan que "la situación refuerza las incertidumbres sobre la amplitud de las próximas subidas de tipos. Esas subidas dependerán de la gravedad de la crisis en los bancos regionales y de la capacidad de las autoridades para contener cualquier contagio". Queda por ver si el sismo que ha supuesto la crisis para la economía estadounidense se mantiene o la 'inundación' de liquidez de los bancos centrales ya ha contenido la hemorragia.