El fantasma de la espiral salarios-precios finalmente no se apareció, o al menos no lo hizo de forma estructural. El salario de los trabajadores de grandes empresas (rendimiento bruto medio) creció un 3,7% en 2022. Este incremento, el mayor registrado desde 2008, quedó sin embargo muy por debajo de la inflación media del año, que el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmó en el 8,4%.
La evolución del rendimiento medio bruto supuso la "mayor novedad respecto al año pasado", apunta la última estadística sobre Ventas, Empleo y Salarios en grandes empresas de la Agencia Tributaria. Se debió, explica el informe, a la incorporación a los sueldos de parte de las subidas de precios que empezaron a notarse desde la segunda mitad de 2021.
En julio, los salarios de las grandes empresas aumentaron un 3,9% en la serie deflactada y corregida de variaciones estacionales y de calendario. Ese mes, la inflación marcó su mayor pico de la actual senda alcista de los precios al situarse en el 10,8%. El resto de subidas salariares interanuales registradas los meses siguientes (4% en agosto, 3,8% en septiembre, 4,1% en octubre, 4,4% en noviembre y 3,7% en diciembre) tampoco llegaron al nivel del IPC en aquellos meses. En la primera mitad de año, destaca el subidón de los salarios en abril, cuando se revalorizaron un 5,5%, muy por encima de la evolución previa pero casi tres puntos por debajo del IPC general de aquel mes (8,3%).
En la serie original tampoco se ve compensada la subida de la inflación con el alza salarial de las grandes empresas, en el 3,8% anual.
El miedo a la 'espiral' salarios-precios ya estaba presente a finales de 2021 y el año la guerra en Ucrania y el IPC de récord alimentó más los temores, que finalmente no se materializaron. El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, apostó por el reparto de la carta entre empresas y trabajadores: pidió a los empresarios que no trasladaran toda la subida de la inflación para mantener sus márgenes de beneficio y a los trabajadores que aceptaran que los salarios no subieran al mismo ritmo de la inflación general aunque conlleve una perdida temporal de poder adquisitivo.
La evolución en los sectores refleja que los rendimientos solo cayeron en industrias extractivas y agua (-1,8% frente al 2,5% que repuntaron en 2021) y aumentaron en construcción y actividades inmobiliarias (+4,2% frente al 3,1% de un año antes), industria manufacturera (6,4% frente al 3,4% previo) y en servicios (+10,7%) donde el repunte fue de más de cinco puntos especialmente por el tirón de la hostelería (+44,7%).
El número de perceptores de rendimientos del trabajo (indicador fiscal del empleo asalariado) creció un 5,2% interanual más de un punto por encima del dato de cierre de 2021 (3,9%). Es en el análisis por trimestres donde se aprecia la moderación progresiva que comenzó a mediados de año. El aumento del número de empleados en las grandes empresas -aquellas cuyo volumen de operaciones superó los 6,01 millones de euros en el año anterior- se situó en diciembre en el 2,8% interanual, siete décimas menos que en noviembre y lejos del 5,2% anotado en julio y agosto.
Las ventas totales vencieron en diciembre la moderación iniciada en mayo
El contexto empresarial lo completan las ventas totales, que se incrementaron un 5,9% en 2022, un 0,3% por debajo que un año antes en la serie deflactada y corregida de calendario.
El impulso principal estuvo en el aumento del 4,7% de las ventas interiores (las de consumo repuntaron un 7,1% y las de bienes intermedios un 4,4% mientras las de construcción se desplomaron un 8,5%) y por el alza del 9,6% en las exportaciones (2,2 puntos más que en 2021). Las importaciones cayeron de manera significativa al avanzar solo un 1,7% frente a la subida del 10% registrada un año atrás.
El dato de diciembre anota una subida en diciembre del 3,2%, 1,4 puntos por encima de la tasa registrada en noviembre. Este repunte de cierre de año es el primero con respecto al mes anterior desde que en mayo la tendencia fuera descendente.