La primera pata de la 'reforma Escrivá' de las pensiones ha superado su primer año de vida. Un primer ejercicio en el que se han podido percibir los efectos de los cambios en la jubilación anticipada, unas modificaciones que tuvieron lugar con el fin de aumentar la sostenibilidad del sistema de pensiones ante los sobreesfuerzos que les esperan durante los próximos años con las jubilaciones de la generación del 'baby boom'.
Los cambios de esta primera pata de la reforma ideada por el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones afectaron en concreto a los recortes (a través de coeficientes reductores) que se efectúan en las pensiones de jubilación cuando el trabajador se decanta por la jubilación anticipada. La actuación del ministerio ha seguido varias líneas.
En primer lugar, se cambió la naturaleza de los propios coeficientes reductores: pasaron a ser mensuales y aplicables sobre la cuantía de la pensión en lugar de ser trimestrales y aplicables sobre la base reguladora. Esto, en la práctica, aumenta los recortes a la pensión, dado que en los casos en los que el trabajador no tenga el 100% de la base reguladora verá cómo esos coeficientes se aplican a una cantidad menor.
En segundo lugar, se modificaron las propias reducciones de los coeficientes reductores. El objetivo en este sentido fue incentivar jubilaciones anticipadas en tramos medios de la tabla y desincentivar jubilaciones con muchos meses o pocos meses de anticipo respecto a la edad ordinaria de jubilación con la intención de que en esos casos los trabajadores esperen unos meses más para jubilarse o se decanten directamente por la jubilación ordinaria.
Las jubilaciones anticipadas con aumentos en los recortes
Los nuevos coeficientes reductores se recogieron en la Ley 21/2021, de 28 de diciembre. Tal y como se puede comprobar en este enlace del Boletín Oficial del Estado, benefician a los tramos medios de jubilación anticipada pero penalizan a esas jubilaciones que se realizan con pocos o muchos meses de adelanto.
Los coeficientes dependen del tiempo de anticipo y de la cotización acumulada de forma previa por el trabajador en su vida laboral. En lo que atañe a la jubilación anticipada voluntaria (aquella que depende exclusivamente de la voluntad del trabajador y que contempla adelantos de hasta dos años respecto a la edad de jubilación ordinaria, estas son las jubilaciones que se han visto penalizadas tras los cambios de la 'reforma Escrivá':
-Trabajadores de menos de 38 años y seis meses cotizados: las jubilaciones más penalizadas son las que se realizan con 24 y 23 meses de anticipo, dado que los recortes pasan de un 16% a un 21% y un 17,60% de la pensión. También tienen recortes importantes las jubilaciones con tres, dos y un mes de adelanto, puesto que sus reducciones pasan de un 2% a un 3,52%, un 3,38% y un 3,26%.
-Trabajadores de entre 38 años y seis meses y 41 años y seis meses cotizados: las jubilaciones más castigadas son las que tienen lugar 24 y 23 meses antes, con recortes que pasan de un 15% a un 19% y un 16,50%. Tras ellas, las jubilaciones con tres, dos y un mes de anticipo, que pasan de un 1,9% de recorte a un 3,36%, un 3,23% y un 3,11%.
-Trabajadores de entre 41 años y seis meses y 44 años y seis meses cotizados: de nuevo las jubilaciones con 24 meses de anticipo son las más penalizadas, puesto que pasan de un 14% a un 17% de recorte, seguidas de las jubilaciones con tres, dos y un mes de adelanto, que cambian un 1,8% por un 3,20%, un 3,08% y un 2,96% de reducción. Por último, las jubilaciones con 23 meses de adelanto, que pasan de un 14% a un 15% de recorte.
-Trabajadores con más de 44 años y seis meses cotizados: las jubilaciones con más penalizaciones son las que se hacen tres, dos y un mes antes de la edad de jubilación, dado que pasan de un recorte del 1,6% de la pensión a un 3,04%, un 2,92% y un 2,81%.