Tocado pero no hundido. La Encuesta de Población Activa (EPA) que publica este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirma la ralentización del mercado laboral en el primer año de la reforma laboral. Los datos de ocupación y paro dejan un saldo positivo a cierre de año, con 278.900 empleos creados y 79.900 desempleados menos en los últimos 12 meses, sin embargo, el histórico demuestra el menor ritmo de creación de empleo desde 2013 y el menor descenso del paro desde 2012.
La EPA del cuarto trimestre del año pasado confirma que el mercado de trabajo se blindó durante la primera mitad del año de la guerra, pero el último trimestre corrobora el contagio de los síntomas de ralentización que ya se apreciaron en verano. El cierre de año no ha sido bueno para el mercado de trabajo, que acabó con la tasa de paro en el 12,87%, cuatro décimas por debajo a la de 2021 pero dos por encima de la del trimestre tercero. De octubre a diciembre el número de ocupados descendió en 81.900 y el de desempleados aumentó en 43.800 para colocarse en 20.463.900 y 3.024.000 respectivamente.
Desde que estalló la pandemia, las comparaciones requieren de más contexto, si cabe. Los datos de 2022 mejoran los de 2020, aunque hay que recordar que el virus provocó los peores registros de paro y ocupación desde 2012, pero están muy alejados de los de 2021, el año de la recuperación en el que la holgura del mercado laboral sirvió de trampolín para que se generaran 840.700 empleos y el desempleo disminuyera en más de 600.000 personas.
Obviando el año 2020, el ritmo de creación de empleo de 2022 fue el menor desde 2013 (cuando se destruyeron 204.200 empleos) a pesar de que se trata de la cifra más alta de ocupación en un cierre de año desde 2007, y el descenso del paro anotó su peor registro en diez años (en 2012 subió en 700.000 parados) y su mayor subida para un cierre de año desde 2017.
Los datos derivan en una doble lectura: no se ha conseguido mantener ni el nivel de 20,5 millones de ocupados anotado en el tercer trimestre ni cerrar el año por debajo de los tres millones de parados. Con todo, los dos años consecutivos que el paro lleva en retroceso y la ocupación en aumento indican que el mercado de trabajo mantiene parte de la vigorosidad de la recuperación.
De los datos de la EPA de cierre de año se desprende que la tasa de empleo (porcentaje de ocupados respecto de la población de 16 y más años) se sitúa en el 50,99% tras caer 42 centésimas respecto del trimestre anterior y subir 15 centésimas en los últimos 12 meses.
El empleo disminuyó en el tercer trimestre en 137.400 hombres y aumentó en 55.500 mujeres, al contrario que la encuesta anterior que se cebó con el sexo femenino. Año vista, el empleo subió en 146.800 hombres y 132.100 mujeres.
No es el caso del empleo juvenil. Si bien el empleo creció de octubre a diciembre en los grupos de 25 a 29 años (+8.900 ocupados), de 40 a 44 años (+9.800) y en el de 50 a 54 años (+8.000), descendió entre los de 20 a 24 años (-50.600) y de los 16 a 19 años (-28.500).
Por sectores, en el trimestre la ocupación solo aumentó en Agricultura (+24.200) y disminuyó en Servicios (-70.100), en Construcción (-28.000) y en Industria (-8.000), aunque la revisión anual da la vuelta y sitúa la Agricultura como el único en el que se destruyó empleo (-86.900) mientras sumaron ocupados Servicios (+314.300), Industria (+36.600) y Construcción (+14.900).
El repunte del empleo en 2022 lo acapara el récord de asalariados con contrato indefinido
El empleo a tiempo completo disminuyó en 241.500 personas de octubre a diciembre mientras que el empleo a tiempo parcial se incrementó en 159.600. El acumulado del año, el empleo a tiempo completo 'gana', con 235.200 personas más frente a las 43.700 que añadió el a tiempo parcial.
El repunte del empleo en 2022 lo acapararon los asalariados con contrato indefinido. El empleo indefinido creció en 1.591.100 personas (+12,5%), frente a un descenso del temporal de 1.193.800 (-27,7%). El número de asalariados con contrato indefinido se disparó en 366.100, anotando un nuevo máximo en la serie histórica de la EPA al alcanzar las 14.256.800 personas, y el de los de contrato temporal se redujo en 397.800.
En el último trimestre del año, el número de asalariados cedió en 31.700; los que tienen contrato indefinido aumentaron en 366.100, mientras que los que tienen contrato temporal se redujeron en 397.800. La tasa de temporalidad disminuye al 17,93%, 2,25 puntos menos que "se acerca" a la media europea. Así lo indican desde el Ministerio de Asuntos Económicos- Tras conocerse los datos, la cartera que dirige la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, destaca que "el primer año de aplicación de la reforma laboral tiene efectos en la estructura de los flujos de contratación, muy intensos y muy rápidos, (...) con un comportamiento muy positivo en la primera parte del año y después con una moderación", en palabras del secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Gonzalo García Andrés.
El número total de horas efectivas semanales trabajadas aumentó un 2,2% en 2022, mientras que creció un 5,9% entre el cuarto y el tercer trimestre del año pasado.
Los autónomos siguen de capa caída: el número de trabajadores por cuenta propia se redujo en 111.200 (-3,5%).
La encuesta denota el daño para la economía en la reducción trimestral del empleo privado de 101.900 personas para situarse en 16.937.600 mientras el público aumentó en 20.000, hasta 3.526.200, nuevo máximo. Aún así, el incremento de la ocupación en 2022 se concentró en el sector privado, con la creación de 228.200 empleos (+1,4%), frente a los 50.700 que se crearon en el sector público (+1,4%).
Solo aumenta el paro entre los hombres y la tasa de paro juvenil baja al 29,26%
La subida del paro del último trimestre del año la firmaron los hombres. También al contrario que en la medición anterior, en esta ocasión solo aumentó el desempleo entre los hombres (+64.200 parados de octubre a diciembre), que cuentan con un total de 1.401.000 desempleados. Entre las mujeres, el desempleo se redujo en 20.400, aunque el cómputo global es mayor: el paro femenino engloba a 1.623.000 personas.
De los 79.900 desempleados menos en el año, 47.200 fueron hombres y 32.600 mujeres. La tasa de paro femenina bajó 23 centésimas y se situó en el 14,61% y la masculina se elevó 58 centésimas, al 11,32%.
Por grupos de edad, el INE indica descensos del paro en el trimestre entre las personas de 16 a 19 años (-36.600) y entre las de 20 a 24 años (-39.300) y aumentos de 86.200 y 33.400 entre los trabajadores de 25 a 54 años y de 55 y más años respectivamente. En 12 meses, el grupo de 20 a 24 años sumó 15.900 parados mientras la cifra descensión en el resto, siendo la bajada más acusada la del grupo de 25 a 54 años (-50.300).
La cifra total de jóvenes en situación de desempleo en 464.100 al finalizar el año pasado y la tasa de paro juvenil se situó en el 29,26% a cierre de 2022, 1,4 puntos inferior a la del ejercicio anterior (30,7%) pero 1,7 puntos superior a la del tercer trimestre de 2022, cuando el desempleo de los jóvenes menores de 25 años se situó en el 31,01%.
Pese al incremento del paro juvenil en 2022, la tasa de paro de los menores de 25 años terminó el año en el 15,3%, su menor nivel a cierre de un ejercicio desde 2008.
De los 3.024.000 de parados, el 39,1% son parados de larga duración, es decir, que llevan más de un año en el desempleo. El número de parados de larga duración bajó en 180.800 personas en 2021, un 13,2% respecto a 2021, hasta situarse en 1.184.200 personas. No obstante, en el último trimestre de 2022, los parados de larga duración aumentaron en 40.600 personas (+3,5%).
En el desglose por sectores, el desempleo subió en el último trimestre en Servicios (+39.700), Construcción (+13.600) e Industria (+3.100) y cedió en Agricultura (-13.700). El cómputo anual señala que la Agricultura acabó con 15.500 parados menos, la Construcción con 800 más y Industria, 7.100. Fue el sector Servicios el que más gente envió al paro: 101.100 más.
Los hogares con todos sus miembros activos en paro vuelven a superar el millón
La población activa experimentó un descenso de 38.100 personas en el cuarto trimestre para situarse en 23.487.800. El número de mujeres activas subió en 35.000, mientras que el de hombres perdió 73.100. La tasa de actividad baja 34 centésimas, hasta el 58,52% tras reducirse la de los hombres 65 centésimas, al 63,53%, y la femenina cinco centésimas, al 53,79%. La cuenta anual sale mejor parada, con un crecimiento de la población activa en 199.000 personas.
La EPA también indica la evolución del empleo en los hogares. De los 19.200.700 contabilizados a finales de año, 1.047.500 tenían a todos sus miembros activos en paro (320.300 son unipersonales). Por su parte, el número de hogares en los que todos sus miembros activos están ocupados cayó en 38.900, hasta los 11.255.300 (2.320.300 unipersonales).
En comparativa anual, el número de hogares con al menos un activo en los que todos los activos están en paro ha aumentado en 23.600, mientras que los que tienen a todos sus activos ocupados ha aumentado en 183.300.
Los jóvenes de 16 a 29 años que ni estudian ni trabajan también habían aumentado al finalizar 2022: 18.600 nuevos 'ni-nis' que suman un 931.100. Los 'si-sis' también subieron, y acabaron el año en 946.600 (+59.900).
¿Y ahora qué?
"La etapa de fuerte recuperación terminó y ahora viene una etapa de 'mini-crecimiento'". Los datos de la EPA dibujan un escenario más mesurado en los próximos meses. Según Javier Blasco, director de Adecco Group Institute, "el escenario central para el primer trimestre de 2023 es el de un debilitamiento adicional en la creación de empleo. La ocupación crecería un 1,3% interanual (259.500 ocupados más que un año antes), cosa que permitiría alcanzar a 20,34 millones de ocupados".
Para los analistas de ING Economics, pese al pequeño aumento del paro, "sigue siendo una cifra notablemente sólida en un momento en que nos enfrentamos a una crisis energética y una inflación récord, que generan incertidumbre empresarial". Sin embargo, coindice su análisis con el anterior. También esperan que el mercado laboral se debilite más este año: "No debemos olvidar que el mercado laboral siempre reacciona a los ciclos económicos con cierto retraso por lo que no veremos el efecto de la crisis energética en las cifras de paro hasta este año".