Aunque es complicado calcular el impacto real que ha tenido el Brexit en la economía británica, se empiezan a vislumbrar los primeros datos. Uno de ellos es el efecto que la nueva burocracia ha tenido en la factura de los alimentos, la cual se incrementó en unos 5.800 millones de libras esterlinas (casi 7.000 millones de euros) durante 2020 y 2021. Es decir, unas 210 libras (unos 245 euros) por hogar.
Así se desprende del estudio elaborado por los investigadores de la London School of Economics (LSE), quienes también señalan que los más perjudicados por este encarecimiento del 6% fueron los hogares con menos ingresos, dado que destinan la mayor parte de lo ganado a comprar alimentos. En concreto, la subida de los precios derivada del divorcio con la Unión Europea (UE) aumentó un 1,1% su coste total de vida.
El 10% de los hogares más ricos tampoco se libró de este aumento de los precios, pero para ellos supuso un esfuerzo menor. En su caso, la imposición de los aranceles al comercio, los requisitos de normas de origen y las medidas sanitarias para el comercio de animales y plantas, hicieron que su coste de vida fuera un 0,7% más alto.
Por otro lado, los investigadores apuntan al aumento de las barreras no arancelarias (BNA) como el principal responsable de este encarecimiento. Como destacan en el documento, las empresas tuvieron que hacer frente a costes más elevados y trasladaronentre el 50% y el 88% de los mismos a los consumidores, según publica The Guardian. Además, consideran que esta situación ha contribuido a impulsar la tasa de inflación en Reino Unido al 11%, el nivel más alto de los últimos 40 años.
Ni siquiera el hecho de no tener que competir con las importaciones europeas compensó las pérdidas. "Las ganancias para las empresas nacionales son superadas por las pérdidas para los consumidores nacionales en más de 1.000 millones de libras", explican los analistas de la London School of Economics. A lo que añaden que, "a diferencia de los aranceles normales, las BNA no generan ningún ingreso para el gobierno".
El 43% de su comercio es con la UE
Pese a todo, el 43% de las actividad comercial exterior del Reino Unido fue con la Unión Europea, lo que la convierte en su principal socio de intercambios, según un estudio elaborado por el Parlamento británico.
Esta relación comercial es posible en virtud del acuerdo firmado entre la UE y el Reino Unido, por el cual se establecen regímenes especiales en ámbitos como el comercio de bienes y servicios, comercio digital, energía, pesca, cooperación policial y judicial, entre otras cuestiones.
Aún así, el flujo de mercancías entre ambas partes se ha resentido. Mientras que en 2019 las importaciones ascendieron a 194.229 millones de euros y las exportaciones a 320.195 millones, dos años después se quedaron en 147.010 millones de euros y 283.300 millones de euros, respectivamente.