
La inflación lleva meses empobreciendo a los españoles. A pesar de los buenos datos de octubre, propiciados por la menor subida de la luz y el gas que resultan de la llamada "excepción ibérica", desde una perspectiva histórica la subida de los precios permanece muy elevada (un 7,3% más elevados que hace un año).
Esa moderación de la energía ha hecho que el foco de atención se traslade a los alimentos, que son el elemento que actualmente más tira de la inflación hacia arriba. De hecho, la alimentación es uno de los elementos más determinantes en la finanzas personales y domésticas. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE), la cesta de la compra es hoy un 15,4% más cara que hace un año, lo que implica la mayor subida de precios en este sector, desde que se comenzó a contabilizar y registrar la inflación en 1994.
Así, las familias españolas ven reducidas sus posibilidades en situaciones fundamentales como las compras y el aprovechamiento del tiempo libre, por culpa de una inflación que prácticamente no ha parado de subir desde enero de 2021, mes en el que pasó de estar en negativo (-0,5% en diciembre) a positivo (0,5%).
Estas son varias formas de combatir la subida de precios, cambiando los hábitos de gasto:
Uso de aplicaciones de control de gastos
Los móviles de Apple y los de Android pueden disponer de numerosas aplicaciones pensadas para la supervisión minuciosa de los gastos mensuales.
Estas herramientas ayudan a conocer las distintas partidas de gasto del mes, para así poder tomar decisiones sobre en qué sectores reducir el gasto, y si es necesario aumentarlo en otros.
Las aplicaciones ofrecen multitud de posibilidades, destacando por ejemplo la capacidad que brindan para comparar fácilmente las compras de varios meses, e identificar así los alimentos que más se hayan encarecido en la lista de la compra.
Cuidado con las suscripciones mensuales
Los productos digitales bajo suscripción están ampliamente extendidos en la actualidad. Los más usuales son las plataformas audiovisuales como Netflix o Amazon Prime Video, las de música como Spotify, o el abono a la prensa; pero existen otros muchos como algunas clases online, o los servicios premium como en el caso de aplicaciones de comida a domicilio.
Es posible que uno de ellos deje de utilizarse en su mayoría o por completo, especialmente cuando se han adquirido varios. Así, algunos consejos para las suscripciones son: revisar si hay alguna contratada a la que no se le de uso, observar si las suscripciones son más rentables mediante un pago anual, o compartir su uso (y su pago) con familiares o amigos.
Ahorro en comida
El simple hecho de dedicar unos minutos extra durante el rato en el que se hace la compra puede propiciar un ahorro notable a fin de mes. Se puede por ejemplo buscar alimentos más baratos que sean sustitutivos de otros anteriormente adquiridos, o simplemente decantarse por la marca blanca de los mismos.
El hecho de fijarse en los productos de temporada, sean de la huerta, del mar o de otro tipo, también ayuda, pues al no requerir estos inversiones extra para su creación más artificial, son ecológicos y rentables. Otro caso es el estar al tanto de cualquier oferta de los supermercados que se frecuenten, y que sean interesantes para el comprador.
Revisión de facturas
En el caso de que la tarifa móvil o de internet que se tengan lleven en vigor más de un año, quizás hayan dejado de ser rentables si ya ha caducado la oferta de entrada. Puede que la competencia contenga alguna opción mejor y que merezca la pena cambiarse por ella.
En España también se ha dado un gran trasvase en la factura de la electricidad. Si se dispone de un contrato regulado (PVPC) es posible realizar el cambio a uno de tarifa fija. Las ventajas que ofrece giran en torno a su estabilidad, pues el precio variará una vez al año, y no siguiendo el compás del precio de la luz, con variaciones diarias.
Con respecto a este último sector, en la página web de la CNMC existe un comparador gratuito de las tarifas de la luz y el gas.
Un posible cambio de hipoteca
En un momento en el que el euríbor se sitúa en torno a un 2,8%, tras un año de subidas y poniéndose en positivo el pasado mes de abril, los préstamos hipotecarios a tipo variable han provocado un aumento en los costes de las familias que los hayan contratado.
Se puede comprobar con diferentes entidades bancarias sobre las condiciones de un cambio de hipoteca variable a fija, así como las posibles ofertas que podrían aportar. Cuando se dispone de una hipoteca a tipo fijo, las variaciones del euríbor (o cualquier otro indicador que marque los cambios) no repercutirán en las cuotas mensuales. En este caso, puede que el banco antiguo exija una comisión por la subrogación del préstamo.
La conexiones sociales
En el caso de tener hijos, existen alternativas al hecho de adquirir nuevos productos escolares, e incluso ropa, acudiendo a los contactos personales.
Por ejemplo, si se conoce a padres cuyos retoños son algo más mayores, quizás estos puedan ofrecer dichas prendas de ropa que ya no sirven ni servirán a sus hijos. Los mismo se aplica a material escolar como libros de texto.
Buscar ayuda cuando sea necesaria
Existe la posibilidad de que una familia afronte auténticos problemas financieros, y que entre ellos se incluya la incapacidad para abonar las cuotas mensuales de la hipoteca. Quienes estén en esta situación pueden acudir a su banco, para comentarle la situación y hablar así de suavizar las condiciones de pago.
Otra posibilidad es encontrar a alguien que pueda asesorar a la familia sobre las posibles ayudas a las que tenga derecho. Algunos posibles recursos son el Ayuntamiento, una organización vecinal, una ONG... una buena manera de empezar a buscar puede ser acudiendo a internet.
Y es que tras la pandemia se han habilitado bonos de vivienda y de la luz, u otros tipos de ayudas para personas que se encuentren en una situación económica vulnerable.