Una cuenta bancaria es indispensable en nuestra vida diaria. Aunque es posible guardar el dinero en efectivo en nuestros hogares, lo cierto es que nuestros salarios o pensiones se depositan en esas cuentas, tenemos muchos pagos domiciliados en las mismas...y, en definitiva, es muy complicado prescindir de ellas. De hecho, incluso a veces llegan a compartirse.
Es bastante frecuente, especialmente en el caso de familias o parejas, contar con una cuenta bancaria compartida en la que se comparten los ingresos de todos sus miembros o se abonan diferentes cantidades para hacer frente a pagos domiciliados que se cargan a esa cuenta. En otras ocasiones, simplemente, con el objetivo de ahorrar en una suerte de 'hucha común'.
Compartir algo tan delicado y preciado como es una cuenta bancaria debe conllevar ciertas precauciones. Nunca se sabe qué pasará en el futuro: lo que ahora es amistad o amor puede acabar en conflictos. Por eso es muy conveniente seguir una serie de consejos para no tener problemas después, ya sea con el resto de personas con las que se comparte la cuenta...e incluso con Hacienda.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha aportado a los ciudadanos varias claves en su página web para que tener una cuenta compartida no se convierta en una fuente de conflictos.
¿De quién es el dinero de la cuenta compartida?
Lo primero que hay que tener bien claro es la propiedad del dinero que está en la cuenta compartida. ¿Por qué? Porque no siempre es de todos los miembros de la cuenta, o no en la misma proporción. Todo depende del tipo de cuenta bancaria que se comparte, ya que determina la propiedad de esos fondos:
-En las cuentas con autorizados, dichos autorizados pueden realizar movimientos con el dinero de la cuenta pero a efectos legales no son los propietarios de ese dinero. Esa condición solo la mantendrán los cotitulares de dicha cuenta bancaria.
-En las cuentas mancomunadas o conjuntas todos los miembros de la cuenta son titulares de los fondos, aunque en estos casos existe un pequeño hándicap: cualquier movimiento que se realice en esta cuenta debe contar con la aprobación del resto de miembros.
-En las cuentas solidarias o indistintas los miembros de la cuenta tienen libertad total para actuar con el dinero de la misma, ya que todos tienen la condición de titulares de la cuenta sin las restricciones de uso de la mancomunada o conjunta.
Así puedes evitar problemas con Hacienda
La razón por la que es vital conocer la titularidad de los fondos de una cuenta bancaria compartida es que los mismos han de declararse a Hacienda, algo que puede acarrear problemas en el caso de que los fondos declarados al organismo no coincidan con los que figuran en el saldo de esas cuentas.
Es evidente que, de darse estos desajustes, Hacienda puede considerar que parte de los saldos no se declaran de forma correcta, lo que puede acarrear a sus propietarios reales multas y sanciones en caso de que no se corrijan. Todo depende del tipo de cuenta compartida, ya que todo depende de la titularidad de los fondos:
-El caso más sencillo es el de las cuentas con autorizados, ya que las personas autorizadas no son propietarias a efectos legales y los titulares tienen que declarar la posesión de todo el dinero.
-En las cuentas mancomunadas o conjuntas es muy recomendable que, en el momento de abrir una cuenta de este tipo, se insista a la entidad que conste de esa forma y que figure así en el contrato, ya que obliga a sus miembros a ponerse de acuerdo para realizar cualquier operación.
-En las cuentas solidarias o indistintas la OCU recomienda que todos los miembros sean, efectivamente, dueños del dinero que se maneja, dado que es posible usar esos fondos sin tener el permiso del resto de titulares.