
El vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, ha recordado que los dictámenes que envía la autoridad monetaria a los Estados son "opiniones que solo buscan ayudar a los gobiernos, y eso a menudo se olvida. Pueden seguirse o no", ha dicho en referencia a la última opinión mostrada por el regulador europeo sobre el impuesto temporal que prepara el Gobierno para la gran banca.
El Eurobanco envió este jueves un documento en el que alerta de que el impuesto a la banca impulsada por el Gobierno podría suponer un "riesgo para la estabilidad financiera". El texto, firmado por Christine Lagarde, enmienda varios de los aspectos del gravamen y cuestiona la prohibición de que las entidades trasladen el coste del gravamen sobre los clientes.
En un comunicado remitido poco después, el Ejecutivo recordó que el dictamen "no tiene carácter vinculante", por lo que no obliga a modificar la hoja de ruta del impuesto, que aplica un tipo del 4,8% sobre el margen de intereses y comisiones netas de los bancos por su negocio en España. Con ello, el Gobierno pretende recaudar 3.000 millones de euros.
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, fue más allá este viernes al criticar el texto remitido por el BCE. "No es la primera vez que emite un informe de estas características. Lo deben tener de copia y pega de otros momentos, en otros contextos distintos", dijo en declaraciones a RNE.
Pide más coordinación a los Estados
De Guindos ha aprovechado su intervención en un acto organizado por IESE Business School y la Fundación Naturgy junto al Premio Nobel 2010, Christopher Pissarides, para pedir a los gobiernos comunitarios una mayor coordinación entre la política monetaria y fiscal. El número dos de Lagarde insiste en que si los Estados miembros de la eurozona no van de la mano del Eurobanco, la inflación seguirá subiendo. "El apoyo de los Gobiernos debe ser temporal y enfocado a los hogares más vulnerables", ha dicho el número dos de Lagarde.
El viceprensidente de la institución monetaria anticipa un escenario de alta inflación durante durante un periodo prolongado, "lo que aumenta el riesgo a una espiral de precios y salarios". De Guindos no prevé que el IPC de la eurozona no baje del 6% o 7% hasta el primer semestre de 2023. Una tensión de precios, que vendrá acompañada por un crecimiento económico "muy bajo", durante los próximos trimestres, llegando incluso -ha dicho- ha la recesión técnica.