
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) plantea un marco fiscal alternativo en el que el Gobierno tendría que adoptar un ancla de deuda a medio plazo bajo el cumplimiento de una senda de gasto neto desde el inicio de la legislatura. La principal variable sería la deuda pública. El objetivo, en el marco europeo, se alejaría de la generalidad de las actuales reglas fiscales que marcan el objetivo de deuda pública en el 60% para todos los países y persigue la predictibilidad en el medio plazo.
Bajo cada mandato, los Gobiernos serían responsables de marcar un ancla, es decir, un ritmo de reducción de la deuda para alcanzar un objetivo de deuda sobre el PIB la incorporación de una senda de gasto primario neto máximo a cumplir cada año de legislatura, ajustado anualmente en el techo de gasto y los Presupuestos. Un tope para la senda de gasto que podría ampliarse a través de medidas que mejoren los ingresos públicos.
El mayor peso de esta reducción de deuda, por tanto, lo marcarían las medidas anuales que cada Gobierno destine a bajar el déficit. La AIReF considera que, con este sistema, se desplaza la iniciativa de diseño de la estabilidad fiscal de Bruselas al Gobierno de cada país, lo que a su juicio hace transparente el proceso y facilitaría su cumplimiento.
Esta propuesta de la AIReF tiene en cuenta, además del punto de partida y la previsión a medio plazo, la trayectoria histórica. Máxime en la actual coyuntura de incertidumbre. Así, el modelo alternativo incorporaría una cláusula de escape en circunstancias excepcionales para poder revisar la senda comprometida.
Es una propuesta concreta que maneja ya la Comisión Europea y la auditora pública espera que Bruselas se pronuncie de forma positiva acerca del modelo español. En conversaciones con Europa, la AIReF explica la buena acogida porque España cumpliría con los objetivos en política fiscal en las simulaciones de este modelo. Según recuerdan, el gobierno alemán de coalición publicó un documento en verano que se alinea con el modelo propuesto por la AIReF. A nivel nacional, ha sido discutido de forma técnica con el Gobierno y con el Tesoro, si bien su opinión aún no la tienen.
Uno de los puntos flacos acerca de este modelo que plantea la auditora pública española es que la inestabilidad política derivaría en una peligrosa inestabilidad fiscal. Sin mandato, no hay Presupuestos ni techo de gasto y, como consecuencia, el país no tendría una senda de ajuste de deuda como la que plantean desde AIReF.
Otro punto de discusión es la dependencia de Bruselas. Este modelo está planteado con la AIReF como apoyo técnico, mientras el Congreso tendrá que validar la propuesta de ancla fiscal del Gobierno. Ahora bien, Bruselas tiene que validar la senda fiscal.
Sobre los incentivos, la AIReF no plantea una reforma en este aspecto. Al observar a otros países, creen que los más laxos en cuanto a legislación por incumplimientos son los que más eficientes fiscalmente hablando y creen que el coste político debería recaer sobre el incumplimiento de estos objetivos de deuda.