Economía

Cómo cambiar unas zapatillas por un piso en Gijón: así es la versión asturiana del trueque del 'clip rojo'

Foto: Kyle MacDonald.

En el mundo de los negocios está todo permitido, si de imaginación se trata. La estrategia de miles de historias de libertad financiera alimenta el entusiasmo de las personas que intentan encontrar una oportunidad para mejorar sus ganancias, sobre todo, en medio de crisis económicas y recesiones como las que vivimos en el último tiempo. En este caso, hablaremos del trueque y hasta dónde puede llegar esta vieja técnica de intercambio mediante dos historias: una canadiense y una asturiana.

Esta técnica fue la que utilizó el canadiense Kyle MacDonald para llegar a su objetivo: ser dueño de una casa, a partir de un simple clip rojo y mediante el método tradicional de 14 intercambios de objetos. Misma idea, que replicó el asturiano Raúl Herranz, pero en vez de un clip utilizó una zapatilla deportiva para cumplir su objetivo que contaremos más adelante.

La historia de MacDonald comenzó cuando tenía 25 años, justamente el 12 de julio de 2005. Ese año, el canadiense subió a la red el reto del clip rojo a modo de trueque con la idea de que los cibernautas le ofrecieran objetos de igual o superior valor al anterior.

Valor real del objeto, versus valor del reto

La letra chica del asunto era que el joven, por ese entonces, tenía que ir a por el objeto, lo que significaba un desafío con un alto costo. Tal fueron sus viajes, que, en el primer intercambio viajó desde Montreal hasta Vancouver para recoger un "simple" bolígrafo con forma de pez. Simple por el valor real del objeto, pero el hecho fue tomando más fuerza en cuanto al valor del reto.

De esta forma, intercambio tras intercambio, fue consiguiendo que los objetos cada vez fuesen más importantes o de mayor valor. Tras el bolígrafo de forma de pez, entre otros, pasaron pomos, cocinas de camping, un generador eléctrico, una moto de nieve, una camioneta, un contrato discográfico, una cita con la banda Alice Cooper, un papel en una película y, finalmente, su deseo final: la casa de sus sueños. En cifras, tras 14 intercambios, en un año, logró el objetivo.

Así lo anunció a principios de julio de 2006, justamente un año después de que publicara el reto del clip rojo, el joven que por esas fechas cumplía 26 años, explicó que había cerrado un trato para cambiar el papel cinematográfico por una casa de dos plantas en Kipling, en el estado canadiense de Saskatchewan.

El clip rojo español: zapatilla por piso en Gijón

En 2006, con dos años más de edad que MacDonald, el asturiano Raúl Herranz emprendió la misma idea del canadiense para conseguir el sueño de la vivienda propia, pero en la versión española: cambiar unas zapatillas deportivas por un piso en Gijón.

La idea era conseguir el piso sin pagar un euro, mediante la misma técnica que utilizó el norteamericano. Para ello, Herranz puso en marcha la plataforma digital cambiozapatoporvivienda.es para divulgar el reto y conseguir intercambios que le permitan llegar a su objetivo.

En ella, el asturiano explicaba el motivo de la iniciativa y dejaba claro que no había dinero de por medio, que todos los intercambios se llevaban a cabo mediante el sistema tradicional del trueque.

Altos precios del alquiler e independencia

En este contexto, tras 16 años, Herranz (46 años actualmente) señala a este periódico que juntó la idea del clip rojo con la que había puesto en marcha el Gobierno para jóvenes sobre la búsqueda de vivienda (el Ministerio de Vivienda regalaría unas zapatillas deportivas para que los jóvenes españoles patearan las ciudades en busca de casa), y se "armó todo el revuelo", esto "había que probarlo aquí", cuenta. De esta forma, a sus 28 años, diseñó la página web, compró el dominio y subió el reto a internet.

Herranz argumenta a elEconomista.es que descartó irse a una casa de alquiler por los "elevados "precios". "Básicamente los precios de las viviendas, tanto para la compra como para alquiler, estaban (y cada vez lo están más) alejados de las capacidades adquisitivas de los más jóvenes (con trabajos y sueldos precarios)", explica.

Respecto al objetivo de este reto español, Herranz confiesa a este medio que no llegó a cumplirse. Tras cuatro trueques, consiguió un concierto de rap del grupo Lado Oscuro de la Rima, que se llevó a cabo en Ciudad Real, dando fin a su proyecto (o desafío) de la casa propia.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky