Economía

La moderación de los sindicatos abre la puerta a aprobar el Pacto de Rentas

  • Su aceptación de un alza salarial diferida permite acuerdos con CEOE
  • Moncloa, a través del compromiso de Calviño, acerca las posturas
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El proyecto de firmar un Pacto de Rentas para combatir los efectos de la alta inflación vuelve a ponerse sobre la mesa, tal y como ya hizo el Gobierno en el primer trimestre de este año. Ahora, sin embargo, hay una diferencia clave dado que las partes implicadas en la negociación ven "más posibilidades" de que el acuerdo para limitar sueldos y beneficios empresariales llegue a buen puerto. La causa estriba en la mayor receptividad de los sindicatos a dejar a un lado las subidas salariales cuantiosas e inmediatas y abogar por diferirlas en un plazo de tres años.

La idea de tomarse un trienio para recuperar la pérdida de poder adquisitivo que pueden llegar al 8% que los salarios sufrirán en 2022 ya la defendía la patronal a principios de este año, justo antes de que los sindicatos dejaran en punto muerto la negociación colectiva. Ahora la situación es diferente según explican a elEconomista.es fuentes empresariales.

"El año comenzó en España con el IPC en el 6,1% y la consigna a la que se aferraban los principales sindicatos era que solo aceptarían incrementos salariales de esa cuantía o superiores en este año", explican. En las últimas semanas, por el contrario, los representantes de los empresarios creen que "en UGT y CCOO han tomado clara conciencia de la gravedad de la situación y no quieren contribuir a agravarla".

Críticas que deben matizarse

Es cierto que la postura oficial de las organizaciones sindicales sigue siendo muy crítica con respecto al recorrido que presenta el Pacto de Rentas. Basta con recordar las declaraciones de sus portavoces de la semana pasada, tras la reunión convocada por la vicepresidenta Nadia Calviño, en las que se quejaron de la "falta de propuestas concretas" y aseguraron que el acuerdo tenía ahora "las mismas posibilidades de éxito" que a principios de año. Es más, en esos días, UGT y CCOO lanzaron su campaña de movilizaciones ante las sedes de las patronales auspiciadas bajo el combativo lema de Salario o conflicto.

Con todo, fuentes sindicales aseguran en privado que "hay intención de llegar a acuerdos con los empresarios porque los momentos son muy difíciles", debido a la incertidumbre que aún rodea a la guerra en Ucrania y a la posibilidad de que Europa sufra restricciones energéticas a partir del otoño.

Pero aún hay otro factor que permite ser optimista sobre las posibilidades de acuerdo entre patronal y sindicatos en esta nueva oportunidad que se le brinda al pacto de rentas. Entre los agentes sociales es bien recibido "el mayor compromiso" que el Gobierno muestra a la hora de impulsar esta iniciativa.

Liderazgo de Calviño

No es casual que a la primera toma de contacto para abordar este tema acudieran a la reunión casi una decena de ministros. Pero lo verdaderamente decisivo es que la vicepresidenta primera del Ejecutivo y ministra de Economía, Nadia Calviño, quien se se sitúa al frente de todo el proceso y sitúa en un rol más secundario al Ministerio de Trabajo comandado por la también vicepresidente Yolanda Díaz.

Otro convencido defensor del pacto de rentas es el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ya que defendió su conveniencia incluso en los momentos en que el acuerdo quedó en vía muerta.

No obstante, el regulador financiero recuerda que sólo será efectivo en el caso de que llegue más allá de los sueldos y los beneficios empresariales e incluya a los pensionistas.

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