Se lleva hablando de recesión en la zona euro meses, prácticamente desde que comenzó la invasión de Ucrania. Sin embargo, aunque este era un escenario que iba ganando enteros, pocos bancos o instituciones lo han incluido en sus principales escenarios hasta esta semana. El banco de inversión Nomura asegura que la recesión comenzará en la zona euro justo después de este verano y se prolongará, al menos, durante un año entero.
El verano será una especie de espejismo. La economía se verá empujada por unos turistas ansiosos por gastar sus ahorros acumulados en unos viajes que llevan posponiendo desde que comenzó la pandemia. Sin embargo, el otoño y el invierno serán estaciones mucho más duras para la economía europea. El estrangulamiento energético que está practicando Rusia sobre Europa, la recesión que viene en EEUU y el endurecimiento de las condiciones financieras dejarán noqueada a la economía de la Eurozona.
Los economistas del banco japonés han modificado sus previsiones de forma sustancial. Nomura pronostica una recesión para la zona euro en su escenario base (el más probable). Hasta ahora, la recesión venía reflejada solo en los escenarios más pesimistas que publicaban las instituciones financieras, pero no en el principal o base.
La recesión más profunda será en la Eurozona y la más larga en EEUU
Nomura ve una recesión 'triple' y casi coordinada entre Eurozona, Reino Unido y EEUU. "Esperamos que la producción se contraiga tanto en la zona del euro como en el Reino Unido... Prevemos un comienzo más temprano de la recesión en ambas regiones, comenzando la caída en el tercer trimestre de este año y durando alrededor de un año". En EEUU será la contracción más larga, con cinco trimestres consecutivos de caída del PIB.
Un año de recesión
"Hemos revisado drásticamente a la baja nuestra previsión sobre Europa y ahora vemos una recesión desde el segundo semestre de este año hasta el segundo semestre de 2023". La economía se enfrenta a una tormenta casi perfecta. Se van a producir varios eventos a la vez que lastrarán el crecimiento en Europa: "La combinación de una recesión en EEUU; el efecto de la guerra en Ucrania sobre la confianza, la inflación y el suministro de energía; y el empeoramiento de las condiciones financieras explican nuestro pronóstico", sostienen desde el banco japonés.
El BCE comenzará a recortar en 2023
Aunque el Banco Central Europeo aún no ha comenzado a subir los tipos de interés (la primera subida llegará en cuestión de semanas), los analistas ya vaticinan la primera bajada. Como siempre, el BCE llega tarde y tendrá menos tiempo para subir tipos y, por lo tanto, menos espacio después para bajarlos y combatir la próxima recesión. Aunque la economía se comience a contraer este mismo año, la fase de estanflación (precios altos y nulo crecimiento) forzará al banco central a seguir subiendo el precio del dinero, mientras que la economía retrocede.

"A pesar de ser un shock de oferta claramente negativo, los bancos centrales parecen dispuestos a luchar contra la alta inflación... en nuestra opinión, el BCE subirá todos los tipos clave en 25 puntos básicos (pb) en julio, 50 pb en septiembre y luego 25 pb por reunión hasta marzo de 2023. Sin embargo, la política se flexibilizará modestamente en junio de 2023 (recorte de tipos de 25 pb)", sostienen los economistas del banco japonés.
Aunque no se espera una recesión muy profunda, la zona euro se llevará (una vez más) la peor parte. El descenso total de la producción será del 1,7%, frente a una caída del 1,5% para el Reino Unido y EEUU: "Entre las economías más grandes de la zona del euro, Italia y Alemania son las más expuestas a un crecimiento más débil de EEUU a través de los vínculos comerciales de mercancías, siendo España la que menos".
También hay otras instituciones que son incluso más pesimistas. El think tank londinense Cebr ha publicado este lunes un análisis en el que advierten que "si el suministro de gas se agotara, los gobiernos optarían por cerrar sus industrias en lugar de reducir el suministro a los hogares. Por lo tanto, los efectos colaterales en la economía dependen en parte del grado en que el gas se utilice en los procesos industriales en lugar de producir electricidad o calentar los hogares... pese a las diferencias entre países, parece claro que, en caso de escasez de gas en Europa, una recesión severa será casi una certeza. Esto se debe a que los países europeos están conectados entre sí, no solo a través de interconectores de energía, sino también a través de cadenas de suministro altamente integradas".
No obstante, hay esperanzas para la economía europea. "Un factor importante que podría limitar potencialmente la escala de la recesión en Europa es que sigue existiendo una gran cantidad de exceso de ahorro acumulado de la pandemia... lo que sugiere que los hogares tienen mucho margen para aprovechar su riqueza líquida acumulada". Este ahorro puede servir para amortiguar la recesión o para impulsar la posterior recuperación económica que debería tener lugar la segunda parte de 2023. Cuando la situación geopolítica y energética mejore (si llega a hacerlo), este ahorro podría ser la gasolina que impulse la recuperación de la economía en Europa.