
La elevada inflación se ha ganado por derecho propio en los últimos meses ser la gran preocupación en los mercados. Los desajustes en la oferta y la demanda tras la pandemia, con variables posteriores como la guerra en Ucrania, han llevado a una situación que ya inquieta a todo el espectro económico. Esta coyuntura es aprovechada por aquellos que barruntaban una nueva época inflacionaria frente a aquellos que defendían que se trataba de un mero episodio transitorio tras el covid. Sin embargo, cada vez menos tímidamente, aparecen voces que, aferrándose a algunos indicios de que la subida de los precios estaría tocando techo, recuperan sus antiguas tesis.
El minorista estadounidense (Target) concedía este martes una pequeña 'victoria' moral a lo que el analista de UBS Paul Donovan denomina con cierta ironía el 'Equipo Transitorio', aquellos expertos económicos que defienden que el repunte de los precios ha sido una coyuntura puntual por la pandemia. La célebre cadena de supermercados oscureció ayer sus previsiones aún más y predijo descuentos en los precios para reducir el exceso de inventario.
En EEUU, parte del exceso de existencias se acumuló intencionadamente para protegerse de otra posible oleada de interrupciones en la cadena de suministro que hizo que algunos artículos fueran difíciles de encontrar en los últimos dos años.
Ahora, sin embargo, los minoristas tienen que tener en cuenta la repentina sensibilidad de los consumidores a los precios, al tiempo que equilibran sus propios costes de funcionamiento, que aumentan por el combustible, la mano de obra y otros gastos.
Mantener grandes reservas de mercancía es caro, y si los productos no se mueven, las rebajas perjudican aún más la rentabilidad. "El exceso de inventario no suele envejecer bien", ha declarado Michael Fiddelke, director financiero de Target.
"Esto puede llevar a otros minoristas a hablar proactivamente sobre sus propias posiciones de inventario antes de que lleguemos al próximo trimestre", pronostica Jen Bartashus, analista de Bloomberg Intelligence.
Lo cierto es que estos grandes minoristas se han beneficiado en los dos últimos años de pandemia de las 'prisas' de la gente por comprar bienes como muebles de jardín, ordenadores portátiles y decoración del hogar, animados los compradores por los ahorros del confinamiento y, en el caso concreto de EEUU, por los cheques de estímulo del gobierno.
En este marco, Donovan observa que el gasto de los consumidores estadounidenses se aleja de los bienes duraderos. "Esto pone de relieve que la extraordinaria demanda de bienes de 2021 no podría durar, que la fuerte oferta y el 'efecto ketchup' (sale todo de golpe tras un atasco) han llevado a que la oferta supere a la demanda, y que cuando la demanda caiga la inflación o (en este caso) los niveles de precios caerán. Definitivamente, esto no es estanflación", reseña.
Esta lectura llega solo un día después de que el Banco Mundial haya alertado del riesgo de que la economía de varios países entre en un período de estanflación (crecimiento bajo o nulo e inflación elevada), a causa de la invasión rusa de Ucrania y la persistencia de los efectos de la pandemia.
En su informe actualizado Perspectivas Económicas Globales, publicado este martes, el organismo rebajó la previsión de crecimiento mundial hasta el 2,9%, lo que supone 1,2 puntos porcentuales menos respecto a lo proyectado en enero, cuando la situó en el 4,1%.
La 'conversión' de Yellen
También contrasta esta visión con la llamativa 'conversión' de la secretaria del Tesoro de EEUU, Janet Yellen. Si la que fuera presidenta de la Fed engrosaba las filas del 'Equipo Transitorio', ahora se retracta de esas tesis y afirma que tasa de inflación del país es "inaceptable", proponiendo al presidente Joe Biden medidas para combatirla en el mercado de la energía y los medicamentos.
La semana pasada, Yellen sorprendió al reconocer en una entrevista en la CNN que se equivocó sobre la evolución de la inflación. "Creo que me equivoqué entonces sobre el camino que tomaría la inflación", dijo, preguntada sobre unos comentarios realizados en 2021 en los que apuntó que la inflación representaba solo un "pequeño riesgo".
"Como mencioné, ha habido grandes impactos imprevistos en la economía que han disparado los precios de la energía y los alimentos y cuellos de botella en el suministro que han afectado gravemente a nuestra economía que yo, en ese momento, no entendía completamente, pero que reconocemos ahora", apuntó.