El consumo de las familias avanza algo más al ralentí de lo esperado. Según los datos del monitor de consumo de CaixaBank Research, el consumo doméstico creció un 13% respecto al mismo periodo de 2019 en el promedio del mes de mayo (12% en abril). Un punto por debajo de los niveles previos a la pandemia. Precisamente, el consumo privado es uno de los pilares de la recuperación y se está viendo afectado ahora por la inflación y a partir de verano por las subidas de los tipos de interés que endurecerán las condiciones.
Diversos analistas ya contaron a elEconomista.es que el consumo despegará menos de lo previsto ante las diversas subidas de tipos que se espera que acometa el Banco Central Europeo (BCE). La decisión de Lagarde hará crecer un 25% menos de lo previsto al consumo, cuyo porcentaje de alza interanual va en línea con el del Producto Interior Bruto (PIB).
Los últimos datos de consumo doméstico (es decir, de las tarjetas españolas) referentes al promedio del mes de mayo muestran un ritmo de crecimiento más suave, con un crecimiento respecto a 2019, un 2% por debajo del registro de abril. Esta ralentización del crecimiento se explica por un menor dinamismo del gasto presencial con tarjeta y de los reintegros.
"Pese a los buenos datos de empleo, el entorno de incertidumbre económica y de presiones inflacionistas estaría afectando negativamente a las decisiones de gasto de los consumidores", explican desde CaixaBank. Hacen referencia a la confianza del consumidor también en el entorno del euro, que aún se encuentra muy por debajo de los valores observados antes de que estallara el conflicto bélico en Ucrania. En marzo debe en marzo experimentó el mayor retroceso intermensual desde el inicio de la pandemia.
La temporada estival prevé aportar algo de impulso al gasto en tarjetas, y así lo está haciendo ya hasta mayo. El gasto turístico extranjero ha anotado un crecimiento destacado frente al mismo periodo de 2019, sumando un 16% más.
¿Han cambiado nuestros hábitos de consumo?
Observando las gráficas que hace público el departamento de análisis de la entidad financiera, las tarjetas están siendo empleadas más en el e-commerce o comercio electrónico. Concretamente, el gasto en estos establecimientos con tarjeta ha crecido un 56% respecto a los niveles previos a la pandemia. A cambio, se usa menos el efectivo.
Las retiradas de efectivo con tarjetas españolas cayeron un 20% respecto al mismo periodo de 2019 en el promedio de mayo.
El gasto en bienes de primera necesidad (2%), retail (1%) y ocio o restauración (6%) registró un menor crecimiento respecto a abril. En los sectores de transporte y turismo, el gasto mejoró respecto a abril.
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