La Unión Europea ha anunciado que está trabajando en una batería de sanciones contra el régimen de Vladimir Putin, apenas unas horas después de que el presidente ruso anunciara que reconoce las regiones de Donetsk y Lugansk en Ucrania como repúblicas independientes y enviara tropas a la zona dinamitando los esfuerzos diplomáticos para desescalar el conflicto.
Aunque los detalles no han salido la luz, la UE tiene en el punto de mira a oficiales que hayan estado involucrados en la decisión de reconocer la independencia de ambas regiones -aunque el propio Putin no esté probablemente en la lista.
Pero además, Europa apunta a los bancos que están financiando las operaciones -militares y civiles- de Rusia en la zona y hará lo posible por dificultar el acceso del Kremlin a los mercados de capitales y servicios financieros de la UE, para tratar de dificultar la financiación de "las políticas de escalada y agresivas." El bloque mira también al comercio procedente de la zona ocupada por las fuerzas rusas. El objetivo es "que los responsables sientan claramente las consecuencias económicas de sus acciones."
"El objetivo es que los responsables sientan claramente las consecuencias económicas de sus acciones."
La UE califica los últimos movimientos de Putin de ilegales e inaceptables. "Viola el derecho internacional, la integridad territorial y la soberanía de Ucrania, los propios compromisos internacionales de Rusia y agrava aún más la crisis," han asegurado en un comunicado conjunto los presidentes de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el Consejo Europeo, Charles Michel. Ambos destacaron "la determinación de reaccionar con firmeza y rapidez" de los países del bloque, en coordinación con los aliados internaciones.
Los contactos diplomáticos se han acelerado en las últimas horas y los aliados buscan una respuesta común. Esta mañana, los embajadores de los veintisiete estados miembros de la UE se se han reunido para dar forma al paquete. Después, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, convocó de urgencia a los ministros de Exteriores en París, donde tiene lugar el foro ministerial Indopacífico que reunía a buena parte de ellos. Esta noche, los embajadores podría completar el proceso de aprobación, si existe se da la unanimidad necesaria.
Golpe de Alemania
Estas sanciones no forman parte del paquete "masivo" del que Europa lleva hablando meses. Los aliados no se ponen de acuerdo en si el reconocimiento de ayer y el envío de tropas puede considerarse como una invasión, y siguen esperando encontrar una solución dialogada al conflicto, que parece cada vez más improbable. Así que la UE, Estados Unidos, Reino Unido y Canadá, aún tienen una carta bajo la manga para responder a un posible deterioro de la situación.
Pero de todas las decisiones que hoy podía tomar Europa, la más complicada pero también la que más daño podía hacer a Moscú, la ha tomado Berlín. El canciller alemán Olaf Scholz ha anunciado que frena la autorización del controvertido gaseoducto Nord Stream II que conecta Rusia con Alemania, sorteando Ucrania, para suministrar gas a Europa. El proyecto ha generado importantes tensiones con Estados Unidos por sus implicaciones geopolíticas. Primero la ex canciller Angela Merkel, y ahora Scholz, habían evitado pronunciarse sobre si podría formar parte de potenciales sanciones en el futuro. Esto ha cambiado hoy.
There has been a dramatic change in the situation, and we must now reassess; this will include #NordStream2. I have asked our Economic Affairs Ministry to conduct a new analysis of the security of the energy supply. Under the present circumstances, certification is not possible.
— Bundeskanzler Olaf Scholz (@Bundeskanzler) February 22, 2022
"Se ha producido un cambio drástico en la situación, y ahora debemos reevaluar; esto incluirá Nord Stream2," ha anunciado Scholz, "he pedido a nuestro Ministerio de Asuntos Económicos que realice un nuevo análisis de la seguridad del suministro energético. En las circunstancias actuales, la certificación no es posible." La pregunta ahora es cuál será la reacción rusa.