
Aunque la tendencia habitual es la de retirarse cuando llega la edad de jubilación algunos trabajadores que cumplan dicha edad (o la que permite jubilaciones anticipadas) pueden decantarse por prorrogar su carrera laboral durante cierto tiempo para aumentar las cotizaciones a la Seguridad Social. Esas personas, si tienen derecho a ella, pueden cobrar la pensión de jubilación mientras siguen con su trabajo.
La Seguridad Social contempla en estos casos que los trabajadores se acojan a la jubilación flexible, aquella que permite a estos "compatibilizar, una vez causada, la pensión de jubilación con un contrato a tiempo parcial", según explica en su página web. La pensión resultante será reducida de forma inversamente proporcional a la reducción de la jornada de trabajo.
Dicha reducción de la jornada no podrá ser elegida unilateralmente por el trabajador, ya que se deberá mover entre unos extremos: un mínimo del 25% y un máximo del 50% de la jornada, lo que a su vez provocará que la cuantía de la pensión se vea afectada.
Así, el trabajador que opte por una jubilación flexible con una jornada de trabajo del 75% de su jornada habitual tendrá derecho a cobrar el 25% de la pensión que había generado en el momento de la solicitud de este tipo de jubilación. Si, por el contrario, realiza una jornada del 50% de duración cobrará el 50% de esa pensión.
El funcionamiento de esta modalidad de jubilación implica que el trabajador deba comunicar su intención de compatibilizar trabajo y pensión antes de que tenga lugar la reducción de jornada. A partir de la entrada en vigor de la jubilación flexible, y aunque siga desarrollando su trabajo, el ciudadano tendrá a todos los efectos la consideración de pensionista.
Qué sucede al jubilarse de forma definitiva
Una vez que el pensionista decida jubilarse de forma definitiva procederá a extinguir su relación laboral con la empresa y a cobrar el 100% de la pensión, que se revalorizará tras un proceso de recálculo después de aplicarse los nuevos periodos de cotización generados durante el tiempo en que se mantuvo esa jubilación flexible.
No obstante, en el caso de que, por la posible menor base de cotización de ese tiempo, el importe de la base reguladora fuese menor a la anterior, se mantendría el importe de la base reguladora antigua y el aumento de la pensión del trabajador se vendría dado por el aumento de años cotizados que, en la práctica, dan derecho a un mayor porcentaje de esa base reguladora.
En el caso de que el trabajador decidiese jubilarse de forma anticipada y posteriormente se decantase por la jubilación flexible, el aumento de los periodos de cotización, al margen de los efectos sobre la cuantía o la base reguladora, también le puede permitir el paso a un coeficiente reductor más beneficioso, ya que dependen de la duración de su carrera.