
La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, y el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, permiten ahora que los futuros planes de pensiones de empleo simplificados, que se están negociando con empresarios y sindicatos, puedan incluirse en un fondo de pensiones de empleo de promoción privada.
Estos planes estuvieron diseñados desde un principio para nutrir los fondos de pensiones de empleo de promoción pública abiertos, la gran apuesta del Gobierno para incentivar la previsión social complementaria en el ámbito de la empresa.
En el último borrador sometido a la mesa de los agentes sociales, de primeros de febrero, se incorpora en la Exposición de Motivos como uno de los aspectos clave de los planes de empleo simplificados la posibilidad de que "puedan integrarse en un fondo de pensiones de empleo de promoción pública abierto o un fondo de pensiones de empleo de promoción privada".
Fuentes de la negociación explican a eE que Escrivá les anunció el envío de un nuevo borrador en busca del acuerdo, aunque podría no llevarse a cabo dado que el ministro anunció el viernes que mañana se aprobará el Anteproyecto en el Consejo de Ministros, previsiblemente sin acuerdo, al menos de la patronal.
Con retraso
El texto va con retraso, pues debe aprobarse en este semestre, según la agenda de hitos que libera los fondos comunitarios del MRR. Y el proyecto de ley tendrá que pasar por el Congreso. No obstante, cabe un requició para que los empresarios acepten apoyar la ley si Escrivá dota con incentivos fiscales a los plenes que desgraven en el impuesto de sociedades.
Primer "aspecto clave"
La posibilidad de que los planes simplificados se incluyan en fondos de promoción privada, que no aparecía en anteriores borradores, se coloca como el primero de los "aspectos clave" que definen el rango jurídico de esto planes de pensiones de empleo, otorgándole una mayor relevancia. No obstante, podría caerse del texto que vaya a Consejo de Ministros si el Gobierno no cuenta con el apoyo de los empresarios, colectivo al que se destina esta novedad y algunas otras novedades de los dos últimos borradores manejados en el mesa.
El Gobierno está encontrando una dura resistencia de los empresarios a la hora de negociar estas dos nuevas figuras –los fondos pensiones de empleo de promoción pública y los planes de pensiones de empleo simplificados– hasta el punto de que, según publicó elEconomista, la CEOE estaba valorando recurrir la nueva ley que los desarrolla a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), incluso en alguna otra instancia judicial.
Por tanto, la posibilidad de que los futuros planes de empleo simplificados tengan cabida también en fondos de empleo de promoción privada y no exclusivamente en los de promoción pública debe interpretarse como un intento de Escrivá, que está encabezando la negociación, de ablandar el rechazo de la CEOE al texto normativo. Pero supone, igualmente, la renuncia a una de las esencias del proyecto normativo: el fomento de los fondos de pensiones de empleo público.
Algo que quedó patente en la Memoria del Análisis del Impacto Normativo del Anteproyecto de Regulación para el Impulso de los planes de pensiones de empleo que explica los objetivos que el Gobierno se marcó con esta norma.
"Necesariamente"
La memoria es contunde al respecto, pues establece que "con el presente texto normativo, se refuerza la previsión social de carácter empresarial con la creación de los fondos de pensiones de empleo de promoción pública y de los planes simplificados, que necesariamente se adscribirán a estos fondos, y que cuentan con un sistema menos complejo de promoción que el vigente, orientado a facilitar la generalización de los mismos [...]".
En el redactado de dicho párrafo queda patente que la intención primigenia del Gobierno era que los planes de pensiones de empleo simplificados se incorporasen obligatoriamente en uno de los 20 fondos de promoción pública que están previstos formalizar. Algo que, sin embargo, no aparece en el texto articulado, que siempre plantea la incorporación a los fondos públicos como una posibilidad. Aunque ahora va más lejos y acepta también la adscripción a los fondos de promoción privada.
Pero los planes de empleo simplificado no son la única aspiración del Gobierno. También es intención del Ministerio de Seguridad Social que se puedan adherir de forma voluntaria a los fondos de promoción pública los actuales planes de pensiones de empleo de aportación definida. Según los datos que maneja la propia memoria del Anteproyecto, en 2019 había registrados en la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones 1.312 planes (frente a 1.501 en el año 2011) que daban cobertura a 15.077 empresas, de las que el 93,6% utilizaban planes de promoción conjunta (14.116 entidades). Respecto a los trabajadores cubiertos con un plan de empleo, a finales de 2019 había algo más de 2,1 millones, con un máximo de 2,2 millones en 2011.
En la memoria ya se recogían los "aspectos clave" de los planes simplificados con una redacción que se ha reproducido sin variación tanto en el texto sometido a audiencia pública como en el primer borrador de negociación del 17 de enero. Queda, patente, que el Gobierno no tuvo entonces la intención de permitir la adscripción de estos planes de pensiones de empleo a fondos de promoción privado, posibilidad que aparece en el último borrador, al menos de momento.
Memoria de la ley
En la memoria y en el primer borrador se establecían los siguientes aspectos clave. Primero los organismos que los pueden promover: las empresas incluidas en los acuerdos sectoriales vinculados a la negociación colectiva; las administraciones públicas y sociedades mercantiles públicas; las asociaciones de trabajadores autónomos, colegios profesionales y mutualidades vinculadas a éstos; o las sociedades cooperativas o laborales, con acuerdos de los órganos sociales o de gobierno de dichas sociedades y sus organizaciones representativas.
El segundo aspecto clave es que se determina una delimitación específica de los planes de naturaleza sectorial. El tercer, que la promoción, formalización e integración de los planes simplificados se realizará de forma ágil mediante acuerdos en las mesas de negociación correspondientes o mediante acuerdos de las entidades promotoras de los planes de trabajadores autónomos.
Los dos últimos aspectos de los futuros planes simplificados son que las especificaciones serán comunes para todas las empresas o entidades integradas en el mismo plan simplificado y que la constitución de la comisión de control del plan se realizará mediante procesos de designación directa.
A estos, el último borrador añade la posibilidad de que dichos planes simplificados puedan incorporarse a un fondo de pensiones de empleo de promoción pública o a uno de promoción privada.
Otros cambios
El otro cambio que ha introducido el borrador, del que informó eE el pasado 7 de febrero, es la propuesta del incentivo fiscal dirigido a impulsar la entrada de las empresas en estos planes de pensiones de empleo cuyo límite es una desgravación a la cotización social del empleado de 301 euros anuales, considerada insuficiente por los empresarios.
Igualmente, Escrivá también ha suavizado el límite máximo del 0,3% de las comisiones que puedan cobrar las gestoras privadas de fondos de pensiones que quieran optar a gestionar los fondos de promoción pública. Uno de los aspectos más conflictivos para la CEOE, y en especial para estos gestores de los planes de pensiones que consideran que en Europa suele ser de un 0,5%. No obstante, el borrador de negociación aclara que dicho límite se establecerá mediante un desarrollo reglamentario posterior.
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