
Los analistas alertan ya de un frenazo en la economía global por el impacto de la variante del coronavirus ómicron. La última lectura del Índice de Sentimiento Empresarial Global de Oxford Economics señala que la variante Ómicron ha aumentado el pesimismo, ya que las empresas esperan que el PIB mundial siga estando muy por debajo del nivel previsto antes de la pandemia.
El dato obtenido en la encuesta, de 98,1, indica que la expectativa media de las empresas es que el Producto Interior Bruto (PIB) mundial dentro de un año sea casi un 2% inferior al nivel previsto antes de la nueva crisis. La incertidumbre sobre las perspectivas también se mantiene muy por encima de los niveles anteriores a la pandemia.
Tal y como adelantó elEconomista, las últimas previsiones de crecimiento publicadas, como la del Banco de España o la del Fondo Monetario Internacional, incluyen ya esta variante en sus estimaciones. La mayoría de analistas ha situado en torno a un punto del Producto Interior Bruto (PIB) el recorte en sus proyecciones, lo que atribuiría a España un crecimiento de entorno al 4,5% para el año que viene. Los más optimistas creen que el recorte apenas llegará al 0,5%, mientras que los más pesimistas alertan de que la situación puede costar incluso hasta el 2% del PIB para 2022. "Según la última lectura del nuevo Índice de Sentimiento Empresarial Global, las empresas no sólo esperan que el PIB mundial se mantenga materialmente por debajo del nivel previsto antes de la pandemia, sino que también están notablemente más inseguras sobre las perspectivas futuras", apunta Jamie Thompson, jefe de Escenarios Macro de Oxford Economics.
El índice no sólo proporciona una instantánea de las condiciones empresariales actuales, sino que también es indicativo de las perspectivas futuras. Tanto antes como durante la pandemia, los movimientos del índice han coincidido en gran medida con la dirección de las sorpresas de los datos económicos y las revisiones de las previsiones en los tres meses siguientes.
Vigilancia de los datos
Los analistas están ahora pendientes de las posibles restricciones para retocar sus escenarios macroeconómicos. Desde BBVA, Carlos Serrano Herrera, economista jefe de la entidad en México, apunta que es importante considerar que de darse nuevamente este distanciamiento social sí habrá efectos significativos. "Para empezar, la recuperación económica que se ha venido observando perderá fuerza y por ende los escenarios de inflación también serán elevados, es decir que nuevas restricciones en fábricas, puertos, embarcaciones y otros medios de transporte significarán más cuellos de botella en la distribución de insumos y bienes finales", señala el especialista. "Este confinamiento podría propiciar más demanda de bienes y que de servicios que crearán situaciones de exceso de demanda que presionarán los precios", añade. Pese a las numerosas incertidumbres, todos tienen claro que el impacto de esta nueva ola llegará a la economía.
Lo que está claro es que los altos niveles de crecimiento registrados durante estos meses evitarán que la economía vuelva a caer. Ómicron será incapaz de tumbar un crecimiento de los países desarrollados que se sitúa en torno al 5,6% para este año y el 4,5% para el año que viene.
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