La Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) se ha sumado a las patronales hoteleras en el rechazo al nuevo impuesto turístico municipal que han pactado los tres partidos que forman el Gobierno valenciano de coalición, PSPV, Compromís y Unides Podem.
Para los empresario, el propio partido socialista con la firma de este acuerdo deja en una difícil posición al propio Ximo Puig, ya que considera que "desautoriza el compromiso del President de la Generalitat, quién afirmó no compartir la oportunidad de este impuesto y pidió "apoyo y empatía" con el sector turístico".
Para la patronal valenciana, "se pretende aumentar la presión fiscal sobre los ciudadanos con la falsa excusa de favorecer un turismo de calidad". Además, los empresarios consideran que la promesa de dialogar con el sector "parece una burla porque las empresas turísticas ya han manifestado en muchas ocasiones cuál es su posición y sus reivindicaciones no han sido escuchadas".
En plena crisis del sector
CEV subraya que el anuncio no puede llegar en peor momento, tras 22 meses de una crisis que ha castigado especialmente al turismo, cuando no se han recuperado las cifras de visitantes y de gasto ligadas al turismo internacional y en medio de la incertidumbre ante posibles restricciones a consecuencia de la nueva ola de contagios.
"El Botànic olvida que el sector turístico desarrolla su actividad en un entorno económico globalizado y de gran incertidumbre y que el mero anuncio de este impuesto afectará negativamente la imagen y la competitividad de esta Comunidad", señala en su comunicado.