
Una de las preguntas más habituales que se puede hacer el trabajador es el dinero que cobrará cuando visualiza su salario bruto. En una entrevista de trabajo o tras una mejora salarial en su empresa, el sueldo en cuestión se suele aportar en bruto, lo cual obliga a un cálculo para determinar cuál será la parte que llega directamente a nuestra cuenta corriente.
Para ello, lo primero que hay que tener en cuenta es qué cantidad constituye el salario bruto. Dicho sueldo bruto está compuesto por el total de las retribuciones, ya sean dinerarias o en especie (cheques restaurante, de transporte, seguros, planes de pensiones...) divididas entre el número de pagas y hay que aplicarle tanto reducciones por cotizaciones a la Seguridad Social como por las retenciones del IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) para obtener el sueldo neto.
La nómina refleja las cantidades que el trabajador abona a la Seguridad Social (al margen de las que también efectúa la empresa por él). De acuerdo con la información del organismo, el trabajador paga un 4,70% de su salario base por contingencias comunes, un 1,55% (1,60% en contratos a tiempo parcial) por desempleo y un 0,10% por formación profesional. Esto provoca que abone un 6,35% de su salario base (o un 6,40% en contratos a tiempo parcial) en cotizaciones a la Seguridad Social sin contar las horas extra.
Sin embargo, estas cotizaciones están topadas. La base máxima de cotización es de 4.070,10 euros mensuales (48.841,20 euros anuales) y sueldos por encima de estas cantidades no cotizarán más a la Seguridad Social. El Gobierno baraja destopar las cotizaciones como parte de la reforma de las pensiones que idea José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Al salario base hay que aplicarle también las retenciones del IRPF. Estas retenciones dependen de múltiples factores que la empresa tiene en cuenta basándose en los criterios de la Agencia Tributaria, que tiene una calculadora para conseguir una aproximación. En función del tipo de contrato, su duración, el salario o la situación familiar del trabajador (si está casado, separado, divorciado, soltero, con hijos o no, con discapacidad...) se le aplicará un tipo diferente, por lo que el cálculo exacto del IRPF en cada nómina es totalmente distinto y tan difícil de establecer.
Las empresas determinan esas retenciones, pero los trabajadores pueden aumentarlas (o reducirlas, aunque en casos muy concretos) si así lo desean. Para ello han de ponerse en contacto con el departamento de recursos humanos y realizar esa petición. Esta solicitud tendrá un impacto en la declaración de la Renta del contribuyente, ya que estas retenciones de IRPF que se hacen mes a mes corresponden a anticipos que el trabajador realiza respecto a todas las retenciones que ha de hacer a lo largo del año. La diferencia entre lo que debe tributar y lo que ha tributado, junto a más variables, será lo que convierta su declaración en una 'a devolver' o una 'a pagar'.
Así son los tramos del IRPF
En paralelo, hay que tener en cuenta los tramos del IRPF para conocer la naturaleza completa de las retenciones. Para cada año se contemplan unos tramos que corresponden a tramos de salario bruto anual que conllevan el pago de determinados porcentajes. Los tramos aprobados para 2021 son los siguientes:
-El primer tramo tiene un 19% de retención para los primeros 12.450 euros: 2.365,50 euros.
-El segundo tramo tiene un 24% de retención sobre los siguientes 7.750 euros, de los 12.451 a los 20.200 euros de ingresos: 1.860 euros.
-El tercer tramo tiene una retención del 30% para los siguientes 15.000 euros, de los 20.201 a los 35.200 euros de ingresos: 4.500 euros.
-El cuarto tramo tiene una reducción del 37% para los siguientes 24.800 euros, de los 35.201 a los 60.000 euros: 9.176 euros.
-El quinto tramo tiene una retención del 45% sobre los siguientes 240.000 euros, de los 60.001 a los 300.000 euros: 108.000 euros.
-El sexto tramo es nuevo y retiene el 47% de los ingresos a partir de los 300.001 euros.
Estos tramos funcionan de forma progresiva. O lo que es lo mismo: una persona que cobra 50.000 euros brutos anuales no tiene una retención del 37%. El método es otro: se tiene retenciones del 19% hasta los 12.450 euros, del 24% para la cantidad del segundo tramo (hasta los 20.200 euros), del 30% para el tercer tramo (hasta los 35.200) y del 37% hasta esos 50.000 euros.
A pesar de esos tramos, la consideración de los elementos anteriormente enunciados (la situación personal del trabajador, tipos de contrato...) pueden hacer que los porcentajes estipulados en los tramos se vean reducidos en la práctica. Es por eso que, por lo general, los trabajadores con sueldos relativamente normales tengan unas retenciones que se sitúan entre el 10 y el 15%, aproximadamente.
Cuando el trabajador conozca con exactitud sus retenciones y teniendo en cuenta el importe de sus cotizaciones a la Seguridad Social podrá tener su salario neto calculado. Para ello, habrá que restar esas cotizaciones y retenciones al salario bruto para determinar cuál es el salario neto anual.
En caso de que el trabajador cobre solamente 12 pagas, el cálculo es fácil: se dividiría ese salario neto anual entre 12. En los casos en los que el trabajador cobra pagas extra aumenta un poco la dificultad, ya que no cotiza a la Seguridad Social. Esa es la razón por la que las pagas extra son ligeramente superiores al salario mensual.