
El principal exportador de crudo del mundo se une a la iniciativa verde de los grandes bloques. Del mismo modo que Europa, EEUU o China ya han iniciado sus programas de descarbonización del territorio, ahora Arabia Saudí promete alcanzar la neutralidad de emisiones de CO2 para 2060.
No obstante, la riqueza principal de un país como este no puede frenarse drásticamente. Si bien los miembros de la administración saudí han puesto sobre la mesa este compromiso, también es cierto que han puesto muchos matices. De hecho, los representantes del país árabe reiteraron su necesidad de extraer petróleo durante las próximas décadas.
El gobierno saudí siempre ha estado en contra de reducir el uso de combustibles fósiles
El príncipe Mohammed bin Salman fue el encargado de comunicar este compromiso el pasado sábado en Riad, durante la inauguración de una conferencia climática. Cabe destacar que este gobierno siempre ha hecho oídos sordos a las reclamaciones de los activistas climáticos y se ha negado en rotundo al recorte de las inversiones en combustibles fósiles.
De hecho, ha tenido que ser la presión internacional la que saque adelante este acuerdo y, a pesar de todo, Arabia Saudí no seguirá la agenda occidental, ya que la descarbonización total está fijada en 2050 para EEUU, Gran Bretaña y Europa. Los intereses del gobierno estarían más ligados a los que demuestran países como China o Rusia.
En este sentido, EEUU y Europa han sido las encargas de instar a la administración saudí a reducir el consumo de este tipo de combustibles en pro de una nueva inversión en energías renovables.
Las dificultades de Arabia Saudí para eliminar el petróleo
Por su parte, Mohammed bin Salman ha puesto sobre la mesa los grandes problemas que va a afrontar el país para lograr la descarbonización, ya que se trata de un territorio desértico, dependiente del petróleo y la quema de combustibles fósiles para desalinizar el agua y alimentar los aires acondicionados.
Arabia Saudita alcanzará este objetivo "protegiendo el papel de liderazgo en el fortalecimiento de la seguridad y estabilidad de los mercados energéticos globales, a la luz de la madurez y disponibilidad de las tecnologías necesarias para gestionar y reducir las emisiones", ha dicho el príncipe, tal y como recoge Bloomberg.
La administración se guarda un as en la manga
A pesar de este compromiso, la realidad es muy distinta. Esta promesa no trae consigo necesariamente la obligación de dejar de extraer crudo, ya que las normas de las Naciones Unidas solo contabilizan las emisiones ocurridas dentro de las fronteras saudíes, por lo que la administración perfectamente puede seguir exportando crudo al extranjero.
De hecho, la petrolera estatal Aramco está en proceso de aumentar su capacidad de producción de 12 millones a 13 millones de barriles por día.