La inflación aprieta y los trabajadores también. El fuerte incremento de los precios que se está viendo este año en buena parte del mundo está empezando a despertar a los trabajadores, que se niegan a perder poder adquisitivo. Un alza de los salarios equiparable a la inflación impediría que los trabajadores vean disminuido su sueldo en términos reales, pero también podría dar inicio a los efectos de segunda ronda que tienen el potencial de generar una espiral salarios-precios.
En el caso de España, los sueldos que podrían seguir el camino de la inflación se concentran en el sector público (empleados públicos), pensiones y otras prestaciones. Sin embargo, en el sector privado aún está por ver si se produce alguna renegociación salarial. Resulta casi imposible saber cuál será la práctica más extendida dada la descentralización de la negociación colectiva.
Sin embargo, en países como Alemania, un número cada vez mayor de trabajadores está exigiendo de forma oficial un alza de los salarios. Algunos trabajadores se han declarado incluso en huelga, lo que hace que los economistas se preocupen por la posibilidad de que se genere una ola de demandas generalizadas de salarios más altos, que puedan iniciar una espiral inflacionaria en la mayor economía de Europa, aseguran desde el Financial Times.
La inflación alemana ha tocado máximos de 29 años, tras alcanzar el 4,1% en septiembre, mientras que el crecimiento de los precios en los 19 países que comparten el euro se ha situado en máximos de 2008, tocando el 3,4% en septiembre.
La mayoría de los economistas creen que la inflación de la zona euro se acercará durante este año a su máximo histórico, que se encuentra levemente por encima del 4%, antes de comenzar a descender en 2022. Esta es, al menos, la previsión también de los principales banqueros centrales como Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo.
¿Espiral salarios-precios?
Sin embargo, tales pronósticos podrían resultar erróneos si las subidas de precios empiezan a provocar aumentos salariales generalizados que eleven aún más la inflación. Por ejemplo, esta semana, los trabajadores del fabricante alemán de autocaravanas Carthago se declararon en huelga por los salarios, exigiendo su parte del botín tras un fuerte aumento en los pedidos en el último año.
"La inflación en Alemania sigue subiendo", comenta Frederic Striegler, un funcionario del sindicato más grande del país, IG Metall, para argumentar su demanda de un aumento salarial del 4,5% y un incremento de los fondos de jubilación anticipada para los trabajadores de la madera y el plástico en Carthago y otras empresas en la región de Baden-Württemberg en el sur de Alemania, según revelan desde el Financial Times.
"La industria de las autocaravanas ha recibido tantos pedidos y tantas ganancias... los empleados solo quieren su parte del pastel", comenta Striegler, que añade que se están planeando más huelgas en los fabricantes de autocaravanas y caravanas, así como en las empresas de muebles en todo el país el país.
Los sindicatos están haciendo demandas salariales similares para los trabajadores alemanes en otras áreas, como la banca y el sector público. Esta semana, los minoristas y las empresas de venta por correo en la región de Hesse acordaron aumentar el salario de sus trabajadores en un 3% este año y un 1,7% más en abril del próximo año.
Subidas salariales inmediatas
"La narrativa de que los acuerdos salariales alemanes se comportaron bien este año pertenece ya a la historia", asegura Carsten Brzeski, jefe de investigación macro de ING. "Los últimos anuncios muestran que los sindicatos están entrando en las próximas negociaciones con demandas vinculadas a las cifras actuales de inflación, no a las expectativas de inflación".
Los cuellos de botella de la cadena de suministro ya han disparado los costes de envío y han dejado a los fabricantes sin productos, desde acero hasta semiconductores. El miércoles, Lagarde dijo: "Cuánto tardarán estos estos cuellos de botella en desaparecer es una pregunta que estamos vigilando muy de cerca y esto está en nuestro radar".
Otro factor potencialmente inflacionario es que el desempleo continúa cayendo tanto en Alemania como en toda Europa. Cada vez más empresas están hablando de escasez de mano de obra. La Comisión Europea dijo que la proporción de empresas de construcción que informaron que la falta de trabajadores estaba limitando sus actividades alcanzó un récord del 27% en su última encuesta.
Escasez de conductores de camiones
La asociación alemana de empresas de transporte de mercancías y logística ha advertido sobre la escasez de más de 60.000 conductores de camiones, que se agravará en los próximos años con la necesidad de 15.000 camioneros más por año a medida que se jubilen los actuales. Todo ello podría acelerar la subida de los salarios en el sector del transporte.
Por ahora, los banqueros centrales debaten cuán "transitorio" será el último aumento de la inflación. Desde el BCE están observando el progreso de las negociaciones salariales en Alemania y en otros lugares con especial interés. Lagarde ha dicho que el BCE "observará con mucha atención", y agregó: "Por el momento, ciertamente no estamos viendo una expansión generalizada de esos aumentos de precios en los salarios".