
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, aseguró ayer que, pese a las diferencias en el Gobierno de coalición, principalmente en fiscalidad y vivienda, habrá acuerdo en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2022. elEconomista publicó las siete discrepancias que dividen a PSOE y Podemos en el Ejecutivo, entre las que se encuentran el impuesto de Sociedades, la Ley de Vivienda y especialmente el consiguiente control del precio del alquiler, la reforma laboral, la renta mínima, la reforma de las pensiones y las ayudas a la maternidad de la ministra podemita Ione Belarra.
"Quiero dar un mensaje de tranquilidad. Va a haber Presupuestos. El tiempo político y el biológico a veces no se cruzan. Hay que cerrar una negociación y tiene que ser pausada. Hay una cultura muy masculina de llevar al límite las negociaciones. Las mujeres no debemos negociar así y los hombres tampoco. La política está masculinizada. No tiene que ver con ser hombre o mujer, sino con las formas", señaló la vicepresidenta.
Díaz, en declaraciones a la cadena Ser recogidas por Europa Press, reconoció que existen diferencias con el PSOE en materia tributaria y que Unidas Podemos apuesta por un tipo mínimo del 15% en el impuesto sobre Sociedades y por que paguen más los que más tienen. "En este momento, nuestro país necesita dinero y los que más ganan tienen que aportar más (...) El acuerdo es posible siempre. Es verdad que tenemos discrepancias, pero nos une el acuerdo de Gobierno", dijo.
Díaz afirmó que España funciona con tributos públicos del siglo XX, con un IRPF y un impuesto de Sociedades que sustentan los que menos cobran. "Hablar de impuestos es hablar de servicios públicos. Y necesitamos cumplir con el mandato constitucional: que los que más tienen aporten más para los que menos tienen. Un gobierno progresista tiene que mandar un mensaje reformista claro: que los que tributan muy poco ahora se comprometan con su país", zanjó.
Sobre la vivienda, insistió en que España tiene que tomarse en serio este problema, porque las políticas de vivienda desarrolladas hasta ahora han sido un "fracaso". Así, la vicepresidenta aboga por adoptar medidas para recortar los precios del alquiler, como se está haciendo en otros países europeos, algo a lo que se opone el PSOE.